Los carteles del subterráneo
En el mes de Mayo de 1998, un importante diario de Buenos Aires publicó en su revista semanal un artículo sobre los nuevos carteles de los subterráneos. y su diseñador. Pero si bien estos carteles son muy decorativos, adolecen de ciertas fallas en cuanto a su utilidad. He enviado una carta al diario para hacerlas notar, que no fue publicada, por lo cual la incluyo aquí.
Decía yo en mi carta:
La principal - casi la única - utilidad de un cartel es informar algo. Por ello parecería claro que ese algo que se debe informar sea lo más destacado y de inmediata lectura. Pero en varios casos eso no ocurre. Por ejemplo: para el candidato a pasajero que circula por la plaza San Martín y encuentra una entrada del subterráneo ¿qué es más importante; que esa entrada diga que se accede por ella a la estación San Martín o que le diga hacia dónde va ese subterráneo? A mí me parece que es lo segundo, sin embargo, en letras que se ven desee una cuadra dice San Martín y abajo, en una cuarta parte de ese tamaño Linea C - Retiro - Constitución.
En este caso este defecto es inocuo porque la entrada vale para ambas direcciones pero ¿se imagina el diseñador qué piensa el pobre peatón que quiere ir a Primera Junta y desde la calle Piedras ve un cartel en el que lee Piedras y cuando se acerca descubre que esa entrada lo conduce a Plaza de Mayo? Mientras vuelve a la esquina y cruza la calle tiene tiempo para añorar los viejos carteles que decían bien grande Plaza Mayo (sic) y Caballito.
Otro caso similar: La estación de la línea D 9 de Julio (creo que ese es el nombre) tiene acceso por un extremo de sus andenes a la línea C y por el otro a la B. ¿Qué dicen los carteles bien grande para que se lea desde el medio? SALIDA ¿Y debajo, bien chiquito para que lo lean los que están por tomar la salida equivocada? Combinación línea .....
Y esto ocurre en muchos casos donde hay varias salidas.
De pasada, ¿por qué razón hay en ese lugar tres estaciones que llevan tres nombres distintos? Parece que sólo para justificar el paréntesis de mi párrafo anterior. Puede ser muy útil para la administración del subterráneo, pero cuando hay que explicarle a un turista dónde cambiar, siempre queda en mi conciencia la duda de sí le habre dicho el nombre correcto o si lo haré llegar hasta Chacarita buscando la estación Diagonal Norte.
En el andén mientras se espera el tren se ven muchos carteles con el nombre de la estación - correcto para los que están en los trenes que llegan - pero muy pocos que le aseguren al que espera que está en el andén correcto. Por ejemplo, en la estación Diagonal Norte hay un solo cartel que dice Trenes a Retiro: y este es del sistema viejo. ¿Qué hizo Subterráneos de Buenos Aires con unos feos carteles de chapa enlozada colocados del lado de las vías opuesto al andén que rezaban (nunca mejor dicho) Trenes a ...... con una flecha debajo indicando el sentido de circulación? ¿Y por qué no se aprovechó el cambio de señalización para colocar algo equivalente?
Los nuevos carteles tiene un aspecto muy agradable. Deben aparecer espléndidos en el tablero de dibujo. Pero en las estaciones los televisores tapan los carteles, los carteles tapan los relojes digitales, los relojes tapan los televisores y los artefactos de iluminación tapan los relojes, carteles y televisores. ¿No hay demasiadas cosas? La lectura de todo esto ameniza la espera, pero el cliente apresurado pierde tiempo buscando la información relevante.
Todo lo anterior son objeciones prácticas, triviales, pero hay algo mucho más serio. En las estaciones Tribunales y Plaza Italia de la línea C, cuatro innecesarios carteles de Salida, que, además de no informar hasta que es demasiado tarde hacia dónde va esa salida, tapan los mosaicos - sobre cuyo gusto puede opinarse pero no sobre su valor como característica de los subterrános de Buenos Aires - hasta que el pasajero está tan cerca de ellos que debe mirar hacia arriba con esfuerzo para apreciarlos. Los porteños miramos poco hacia arriba. ¿no es posible colocar esos carteles en otro lugar?
En su otra cara esos carteles son de los pocos que anuncian algo importante: hacia dónde va cada vía, espero que si me atienden esta sugerencia no se olviden de colocarlos en un lugar donde sean visibles.
Consuélese el diseñador, he visto casos peores. En el subte de Moscú los nombres de las estaciones están en la pared junto a la cual corre el tren, no es posible leerlos salvo que la ventanilla por donde uno mira quede justo frente a uno de ellos y son tan grandes que no se leen completos. ; Se imagina el ignoto arquitecto soviético cómo puede un turista occidental deducir un nombre largo... largo.. a partir de tres letras ....... del alfabeto cirílico!!