Aunque no fueras nada más que un sueño
colgando en el istmo de una sombra,
hay un eco en mis huesos que te clama
y una voz en mi sangre que te nombra.
Que me calas desde el Puente de la Vega
hasta el vértigo erizado de tus lomas,
en la ingenua jaibería del Cibuco
y en tus noches,
en la loca romería de La Trocha.
Cuando bajas por el Monte de Don Pedro
y te quiebras en mil techos oxidados,
hay un soplo de nostalgia en los rincones
donde queda algún vestigio del pasado.
¡Vega Baja que se baja hasta mi aliento
a endulzarme de pajuiles su retrato.
Los recuerdos florecieron vaguedades
que se fueron con Olimpio y con su cuatro,
y en la furia de Don Lino
con la llama de su jacho.
Tu pasado corre en surcos por mi cuerpo
que se empolva los domingos
desde Ceiba hasta Pugnado.
La Sabana se ensabana de llanura,
Puerto Nuevo se refresca entre sus olas,
y en la tarde que se duerme sobre el cielo
se coagula tu contorno de amapolas.
Tu silencio se interrumpe levemente
cuando pasa Mr. Brull con sus pregones,
y en su vaho de melaza, San Vicente/I>,
va regando su melao en sus balcones.
¡Pueblito melao melao
Vega Baja, Vega Baja!
Dame el melao de tu amor
para llenar mi tinaja.
Julio Meléndez
POETA VEGABAJEÑO
Cuando pases por Vega Baja,
pregunta por sus ríos, el Indio y el Cibuco,
creaciones de cristal y de armonía;
por la exótica esencia que zahuma
el mar de azúcar de los cañaverales;
por Puerto Nuevo y su bravío caserío
coronado de diademas, de luces y de espumas;
por nuestra Casa Blanca, escombro que agoniza,
por su decrepitud y decadencia;
por su elegante iglesia,
por sus suntuosas fiestas patronales;
por nuestra Cueva de las Golondrinas;
por las lindas serenatas del coqui;
por el Ojo de Agua y el Palmar de las Animas...
No preguntes por mí...
Cuando pases por Vega Baja
pregunta por Chagueti, por Tintilo,
Sergio Silva y Díaz Porto, Cuto y el Alemán,
maestros de un humorismo fino
que campea en sus labos como fino champán
Pregunta por Manaína, Mister John,
por Tani, el rey del asado de lechón,
Pregunta por Mingo el Pavo, Toño Martín.
Agustín Rodriguez, Doña Ana y su hijo David...
No preguntes por mí...
Cuando pases por Vega Baja
pregunta por Teo, Chano y Manolo Román;
por las añejas familias que tocan a su fin,
las Martínez Dávilas, Doña Emilia Navedo;
por el intelectual Don Pedro Juan,
por Saci y Nellie, por Neco y por Fermín,
por la hidalguía de tan buena gente;
por Don Ramón Sobrino y "San Vicente";
por las bellas creaciones de susbuenos poetas;
por sus lozas, alfombras y carrteras;
por esos olorosos friquitines
que exhiben tostaditos bacalaos,
sabrosas alcapurrias y excelente mavi...
Cuando pases por Vega Baja
no preguntes por mí...
Agustín Alvarez
POETA VEGABAJEÑO
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