Por Solange Reidembach Clavería, estudiante de Psicología de la Pontificia Universiad Católica de Chile.
A modo de introducción
Siempre que le pregunto a alguien de mi edad (18) que piensa de Gabriela Mistral me responde que es fome (aburrida) que prefieren a Neruda, que éste es mejor, que la poesía de Gabriela es para " cabros chicos ".
Creo que los jóvenes de hoy están cegados por el " Nerudismo " , quizá porque la poesía de Neruda es más erótica, impulsiva y apasionada lo que se asemeja más a la juventud.
Pero sin querer se ha dejado de lado otros poetas que , como Neruda , también merecen ser leídos y Gabriela Mistral es una de ellos.
Yo también encontraba bien fome la poesía de Gabriela , pero lo que ocurrió , fue que la había leído a destiempo , en mi infancia y no la comprendí. Creo que su poesía es de una madurez espiritual muy grande y ,por lo mismo , difícil de comprender.
Pero más que la poesía misma creo que hay algo que la hace aún más poesía , creo que lo que está detrás de cada verso , de cada palabra engrandece su arte; estoy segura que
detrás de los poemas de Gabriela hay otro contenido , un pre-contenido , anterior al
poético. Este pre-contenido es una mezcla de experiencias de vida , de percepción del
mundo y , también , de una autopercepción. Un pre-contenido que se canaliza en lo
poético, pero que es difícil de visualizar .Por eso es que se hace necesario, para comprender y visualizar el pre-contenido , indagar sobre su vida , los caminos por ella recorridos. Esto es lo que me propongo en las primeras páginas de este trabajo ,es decir , mencionar algunos sucesos importantes de su vida , como también una importante correspondencia que mantuvo con algunos otros intelectuales. Más allá , me limito tan sólo a tratar de poner en claro lo que fue para ella su arte , lo que significó dedicar toda su vida a la poesía.
Gabriela fue una mujer triste y sencilla , había crecido luchando , pero también amando. Amando a su patria , a hijos que no eran suyos , a una escuela pobre y a sus compañeras las palabras.
Gabriela vivió con dolor en el alma , con tristeza en los ojos , con los labios caídos. Sintió el peso del amor imposible y de la soledad de sus pasos , viajó acompañada por versos de dolor que nunca la dejaron.
" Todo adquiere en mi boca
un sabor persistente de lágrimas;
el manjar cotidiano , la trova
y hasta la plegaria."
Coplas. " Desolación"
No existe ni un solo verso en que la poetisa no ponga el énfasis en el dolor y la amargura. Son palabras tristes para expresar sentimientos tristes.
Además de la tristeza Gabriela era de una luz espiritual muy grande , la religiosidad expresada en sus versos lo demuestra:
"¡ Cristo , en las carnes en gajos abiertas;
Cristo , el de las venas vaciadas en ríos:
estas pobres gentes del siglo están muertas
de una laxitud , de un miedo , de un frío!" Al oído del Cristo.
"Desolación"
" Y aquella noche el patriarca en la era
viendo los astros que laten de anhelo ,
recordó aquello que a Abraham prometiera
Jehová : más hijos que estrellas dio al cielo.
Ruth. "Desolación"
Gabriela Mistral por sobre todas las cosas fue una mujer humilde , sencilla y sincera. Toda su poesía la encontró dentro de ella misma , todos sus sentimientos interiores emanaron en forma de palabras , en enriquecedores versos.
Pero Gabriela también fue una maestra , una maestra rural. Enseñaba Castellano, historia y geografía; se entregaba a la pedagogía en forma idealista y romántica.
En 1914 comienza a ser reconocida como poetisa al ganar "los premios Florales" y empieza a escribir su primer libro "Desolación".
Gabriela , la maestra que escribe versos , inicia una amistad con Pedro Prado , el cual se convertiría en su maestro y en el confidente de sus inquietudes espirituales y literarias, de sus ideales pedagógicos y de sus estados emocionales. Estas confidencias fueron formuladas durante el tiempo en que mantuvieron una larga correspondencia: "Maestro Prado... se ha hecho en el último tiempo una evolución tan completa de mi pobre alma , que me parece ajeno todo lo mío escrito hasta ahora. A lo menos , es preciso que en este primer libro mío vaya algo de mi corazón de estos días presentes..." carta 4. Marzo de 1916.
La poetisa admiró mucho a Pedro Prado y lo consideró su maestro porque en él encontró una gran alma , un gran espíritu " Maestro Prado...no sé decirle como me ganan todo el corazón sus parábolas , cómo querría gritar a los demás que Ud. es un Rajah de las cosas del espíritu , el insigne amigo que el alma ha conquistado entre
nosotros y que pondera con razón las honduras suyas , rellenas de esplendor , a las que
bajó..." carta
Una de las cosas que más sintió Gabriela fue el de ser menospreciada porque no tenía un título académico, esto también fue tema de la correspondencia mantenida con
Prado. " Pedro Prado...gracias por haber sentido que yo era una maestra, a pesar de no ser una pedagoga fiscal; gracias por creer, conmigo, que Dios también, además del Instituto Pedagógico, da títulos." carta 17. Santiago,14 de Mayo de 1921.
La poetisa trataba con toda las personas que querían tratar con ella, no hacía diferencias. Siempre sintió igual respeto por todas las personas, no importando la clase
social o nivel intelectual al que pertenecieran. " Pedro Prado....Lisandro Santelices me encontró a mi vuelta de Punta Arenas , en la calle y me dijo...siempre le recordamos en mi grupo de amigos y decimos que es extraño que, tratándose Ud. con la gente que se trata, no se empequeñezca más...Las palabras de Santelices me lastimaron. Yo me trato con gente - él lo marcó más - inferior...Sí, suelo estar rodeada de personas heterogéneas. ¿Las he buscado? no; pero las recibo. Yo no soy una reina, soy una pobre mujer..." carta 16. Temuco, 2 de Diciembre de 1920.
Dolor, religiosidad, tritezas y respeto por la igualdad de las personas son temas
recurrentes en su experiencia de vida hacia el mundo y hacia dentro de sí.
Gabriela Mistral amaba su tierra, su gente, su patria; pero la patria no le respondía
del mismo modo. Por este motivo se autodesterró "...tantos tropiezos le pusieron en su valle...en su provincia tantas incomprensiones, que no es el instante de recordar; tantos reparos a su carrera pedagógica por carecer de título universitario, a sus nombramientos de directora, que le incitaron a buscar fuera de Chile la paz que no lograba dentro". Gabriela anda por el mundo. Roque Esteban Scarpa. Ed.Andrés Bello.1978.Chile
Gabriela Mistral fue una andariega, viajó por muchos lugares en busca de la paz que tanto deseaba. Países Americanos, Europeos la acogieron tal como ella quería. Amó esos lugares y escribió sobre ellos profusamente " yo llevé a Italia un ojo limpio y un corazón pronto para la admiración leal....les amé Florencia por sobre las ciudades vistas en el mundo; viví en Assis mi hora espiritual máxima; tuve en Capri el más noble reposo que tal vez me haya dado la vida. No admiré Roma en su totalidad; se admira con el temperamento más que con la inteligencia. Somos limitados y amamos aquello de lo cual llevamos algo en nosotros". Italia caminada. Gabriela Mistral . Ed. Instituto Italiano di cultura in Cile. 1989. Chile.
Estos viajes dieron lugar a una serie de cartas que escribía a sus amistades, donde iba expresando lo que sentía cuando estaba lejos y donde se expresaba parte de su evolución poética. Mantuvo correspondencia con Pedro Prado, que ya lo nombramos, con Juan Ramón Jiménez, con lo Errázuriz Echeñique y Tomic Errázuriz.
En una carta que escribe desde Francia a Pedro Prado se deja ver un profundo dolor al recordar su adolescencia y, luego, su autodestierro: " Mis años de aprendizaje, del aprenderlo todo, desde escuelería a oficio de escribir, fueron de lidia diaria, y me gastaron las fuerzas antes de tiempo. Debí trabajar para sostener una casa sin hombre, con tres mujeres que en todo se auxiliaron......Viví alejada de una patria que nunca me quiso o que llegó a tolerarme una vez que el coro latinoamericano me alababa...me he hecho mi nombre a puro pulso de escritor . Ni título de maestra tuve durante años, y así me negaron la sal aquellos colegas que sólo consideran válida a la criatura que ostenta cartón...".carta 36. Arles 1939.
Eugenio Labarca, un admirador de Gabriela, también tuvo correspondencia con ella, pero mientras estuvo en Chile. En una de sus cartas Gabriela expresa una breve opinión acerca de la belleza, el verso y el amor " La mejor camarada de la belleza puede ser la verdad y el verso que esta rica de parábolas es santidad, más santidad, temblor de alma en temblor de carne....Un grande amor es una cumbre ardida de sol; las esencias más intensas y terribles de la vida se beben en él. El que quiso así, no paso en vano los caminos de los hombres...".carta 3. Los Andes.
Gabriela Mistral amó el oficio de ser poeta, de expresar en palabras sus sentimientos más profundos que, como ya vimos, fueron casi ilimitados.
" Que el oficio no nos sea impuesto: primera condición para que sea amado. Que el hombre lo elija como elige a la mujer, y la mujer lo mismo como elige al hombre, porque el oficio es cosa más importante todavía que el compañero. Estos se mueren o se separan; el oficio queda con nosotros." Grandeza de los oficios. Gabriela Mistral. Ed.Andres Bello. 1979. Chile. Sin duda, Gabriela Mistral eligió la poesía porque la amaba con el amor que se ama a los oficios, es decir, un amor que nunca se aleja y que permanece por siempre con el creador. Ella dirá que sólo Dios es asunto más trascendente para el hombre que su oficio y su oficio de poetisa cumplía con esta condición. La poesía fue para Gabriela lo más importante en su vida, fue ella quien le brindó la alegría en tiempos difíciles. Escribir, podríamos decir que fue la salvación de Gabriela Mistral, la salvación de las incomprensiones del mundo.
Para Gabriela el oficio dignifica al hombre en todos sus aspectos, pues el oficio es "el eje de la vida", en el se prueba el patriotismo y se comprueba la moralidad. Según la poetisa, el oficio es hoy en día la única verdadera ceremonia que se toma con seriedad, porque aquellas ceremonias que ayer se creían serias, en el mundo de hoy se han convertido en simples estaciones de la vida, y han tomado un aire de hasta temporada playera, tal es el caso del matrimonio y de las funciones políticas. Para ella las fiestas sacramentales del tiempo moderno son éstas de la decisión vocacional y van adquiriendo más y más trascendencia. El sacro se retira poco a poco de otras fajas de la vida y viene a caer sobre la profesión o el oficio del individuo.
Después de esto, es evidente que la poetisa tenía muy claro que significa dedicarse a un determinado oficio, en este caso la poesía. Para ella, su arte no sólo le dio de vivir sino que también la hizo vivir. El no haber cumplido con realizar su oficio habría sido una cierta irresponsabilidad, y no sólo con el mundo, sino también con ella misma " y es que tal vez, mis amigos, la única cosa importante en este mundo sea, bien mirada, el cumplimiento perfecto de nuestro menester. Me parece muy probable que la sola exigencia que debamos hacernos a nosotros mismos y la sola que deban los demás hacer pesar sobre nosotros, sea esta de desempeño cumplido y leal de nuestra profesión" Grandeza de los oficios...
Para la poetisa su oficio de poeta fue superior a cualquier otra cosa, incluso al amor. Ella miraba su vocación poética sin ajaduras, sin ningun estropeo de la costumbre, como algo que se hacía más bella mientras más vieja. Todo lo que estaba fuera de su oficio era una pura ilusión, una cierta decoración, pues según ella la realidad está constituida esencialmente por el oficio. La poesía pasó a ser su linaje y pensó de ella como un pacto firmado con Dios.
" Que el artista no sea ni el primero ni el último en saber lo que significa la obra de sus manos". Grandeza de los oficios....La poesía, la creación misma nunca entregará según la poeta su verdadero y último significado, pues lo creado es inferior a lo que se había soñado antes de la creación. La creación nunca satisface los sueños del todo.
Conclusión
Gabriela Mistral vivió con la poesía en todos sus momentos, fueron amigas, compañeras inseparables, los versos se transformaron en su alimento, en lo que calmaba la sed de su tristeza y de su soledad. Jamás podría haber dejado su arte, pues formaba parte de ella, ella misma se convertía en poesía. Podría decirse que Gabriela y sus versos eran la misma cosa , un mismo todo. Sin Gabriela no hay versos y sin versos no hay Gabriela.
La concepción que tenía la poeta de su oficio y de todos los otros oficios da para una ilimitada meditación. Creo que tal vez el hecho de que haya vivido en el arte provocó en ella tal sensibilización y entendimiento que llegó a conclusiones que tan sólo el que vive en el arte puede comprender.
Bibliografía
Grandeza de los oficios. Grabiela Mistral. Ed. Andres Bello.1979. Chile.
En batalla de sencillez. Epistolario de Gabriela Mistral.Ed. Dolmen. 1992.Chile.
Gabriela anda por el mundo. Roque Scarpa. Ed. Andres Bello. 1978. Chile.
Desolación . Gabriela Mistral.