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Charles Bukowsky
[Hank Chinasky]
http://seneca.uab.es/hank/buk/buk.htm
CARTERO, fragmento.

Entonces, una noche, Betty, mi amor, me lo soltó, despues de la primera copa:

- Hank, ya no puedo soportarlo.
- El que no puedes soportar , nena?
> - La situación.
- Que situación nena ?
- El que yo trabaje y tú hagas el holgazzán. Todos los vecinos piensan que yo te mantengo.
-Coño, antes yo trabajaba y tú holgazaneeabas.
- Es diferente, tú eres un hombre, yo unna mujer.
- Oh no sabía eso. Creía que las perras como tú andabais siempre pidiendo a gritos la igualdad de derechos.
- Te crees que no sé que está pasando coon esa bolita de manteca que vive alli atrás, paseándose por delante tuyo con las tetas colgando...con las tetas fuera...
- Las tetas fuera?
- Sí, sus TETAS, ! esas grandes teetas de vaca!
- Uhmmm es verdad que son bastantes granndes.
- Vaya, lo ves?
- Qué carajos pasa?
- Tengo amigas por aquí. Ellas me cuentan lo que está pasando.
- Esas no son amigas. Sólo son cotorras chismosas.
- Y esa puta de enfrente que se hace passar por bailarina?
- Es una puta?
- Se follaría cualquier cosa con una pollla.
- Te has vuelto loca.
- Sólo quiero que la gente no piense quee te estoy manteniendo. Todos los vecinos...
- Que se jodan los vecinos! ¿ A quien lee importa lo que piensen? Nunca antes nos han preocupado. Aparte, yo pago el alquiler, yo pago la comida, lo gano en las carreras. Tu dinero es tuyo. Nunca lo has tenido mejor.
- No, Hank, se acabó, no puedo soportarllo.

Me levanté y me acerqué a ella.

- Bueno, vamos,nena, lo único que pasa ees que esta noche estás un poco irascible.

Traté de abrzarla, ella me rechazó.

- Está bien , a la mierda, dije.
Volví a mi sillón, acabé la bebida y me serví otra.

- Se acabó-dijo ella- no voy a dormir coontigo ni una noche más.
- Está bien. Guardate el coño. No es tann fantastico.
- Quieres quedarte con la casa o prefierres mudarte?- me preguntó.
- Quédate con la casa.
- Y el perro?
- Quedate con el perro.
- Te va a echar de menos.
- Me alegro de que alguien vaya a echarmme de menos.

Me levanté, me fui al coche y alquilé el primer sitio que vi con un anuncio. Me mudé aquella noche. Había perdido ya 3 mujeres y un perro.
ME EQUIVOQUÉ

me estiré hasta alcanzar lo alto del armario
y saqué un par de bragas azules 
se las enseñé y 
pregunté 
¿son tuyas? 

y ella miró y dijo: 
no, ésas son de un perro. 

Después se fue y no la he visto 
desde entonces. No está en su casa. 
voy alí una y otra vez, dejo notas pinchadas 
en la puerta. Vuelvo y las notas 
siguen allí. Cojo la cruz de Malta 
la quito del espejo de mi coche, la ato 
al pomo de su puerta con un cordón, le dejo 
un libro de poemas. 
cuando vuelvo a la noche siguiente 
todo sigue allí. 

Continúo rastreando las calles en busca de ese 
acorazado sangre-vino que conduce 
con una batería baja, y las puertas 
colgando de rotas bisagras. 

Conduzco por las calles 
apenas a una pulgada del llanto, 
avergonzado de mi sentimentalismo y 
posible amor. 

Un viejo desconcertado que conduce bajo la lluvia 
preguntándose adónde ha ido 
su buena suerte.