DIOS SIEMPRE LLEGA A TIEMPO

MI TESTIMONIO

MI VIDA ANTES DE CRISTO

Dios siempre llega a tiempo. Mi vida es muestra de ello. Tuve una infancia felíz y siempre he tenido una familia maravillosa. Aunque a los 10 años se me diagnosticó una condición conocida como Artritis Reumatoidea Juvenil, esto no fué impedimento para que me desenvolviera normalmente. Eso sí, no recuerdo mi vida sin dolor, pues es una enfermedad muy dolorosa. En el periodo de mi adolescencia, fue cuando me pude percatar de que mi enfermedad me ponía en desventaja con los demás. Mi cabeza tenía muchas interogantes y muy pocas respuestas. ¿Por qué a mí? Una pregunta que cualquier persona en mi lugar, se haría. Así que opté por ser sobresaliente en todo, con la idea de que mi enfermedad no me afectara ni me opacara mucho. Fuí a la Universidad y me gradué.

Como Dietista - Nutricionista tuve mucho éxito. Me casé, pero fue todo un fracaso. Esto hizo que me entregara con mas pasión a mi profesión y ya a los 29 años tenía mi propio negocio. La Clínica de Nutrición, Salud y Ejercicios “New for Life”. Mis interrogantes seguían ahí, mi mente era muy ágil pero mi cuerpo se iba convirtiendo cada vez más y más en mi impedimento para realizar todas las ideas que me surgían. Las interrogantes y mi lucha espiritual iban en aumento. Ni en la yoga, metafisica, ni estudios sobre sicología podía encontrar respuestas precisas de el por qué me había tocado vivir en desventaja. Tenía que esforzarme mucho, pero el éxito iba en aumento, Dios bendecía mi vida, pero yo seguía enojada con él. Me decía, no entiendo a Dios. Sé que existe pero es muy complicado. Veía a Dios a veces, como si por alguna razón la hubiese tomado contra mí. Yo no expresaba verbalmente éstas cosas porque le temía.


Mi negocio absorvía mi vida, era practicamente mi dios. Había logrado ganarme el respeto y admiración de los demás y mi enfermedad no era el centro de atención. Mis descuidos iban haciendo que mi enfermedad fuera tomando control. Yo la ignoraba al igual que el tratamiento: ”no tengo tiempo para eso”, decía. De hecho, con la vida tan agitada que llevaba, intentando alcanzar más éxitos esta frase de “no tengo tiempo” se había convertido en mi favorita. Mi familia pasó a un segundo plano. “No tengo tiempo”, era lo que les decía.

MI ENCUENTRO CON CRISTO

Cosa increíble, siempre les recomendaba a Dios a todos, a mis pacientes y amigos. Sabía que sin él, nadie podía lograr una vida plena. Pero, pensaba que Dios estaba enojado conmigo. Un día en mi oficina una paciente llamada Lydia Reyes, me comentó que un grupo de cristianos se reunía cada martes en la marquesina de una casa y que habían estado orando por mí. Me incomodé, pero le dí las gracias. Aprovechó para decirme: “Usted me habla muy bonito sobre Dios y de como él puede ser mi fuerza para superar mi problema de salud, pero el espíritu me dice que usted en verdad no le conoce.” Sonreí un poco incrédula y le dije: “Pues desde niña le he conocido y aunque hace unos años no acudo a la iglesia, el está siempre presente en mi mente.” Me invitó a acudir a esas reuniones. Me dijo que era gente de mi pueblo y que me conocían, que no me sentiría incómoda. ¿Y a qué no saben lo que le contesté? ¡NO TENGO TIEMPO!

La mujer en cada visita seguía insistiendo en la invitación, hasta que logró su propósito. A regañadientes y para quitármela de encima acepté la invitación. Esa noche, llena de orgullo y como queriendo convencer a todos de que yo no tenía ninguna necesidad, me senté a escucharlos con incredulidad. Desde que aquello comenzó, iba de asombro, en asombro. Gente que reflejaba paz y gozo, agradecían a Dios por cosas tan sencillas como haber encontardo la llave que se les había perdido, por una nevera que se había reparado milagrosamente, y locuras así. ¡Mucho mas que eso hacía por mí Dios a diario y yo no había reconocido su bendición! Pensé: ¡Oh Dios yo sólo acudo a tí cuando estoy en dificultades, pero nunca acudo a darte las gracias por todo cuanto me das. No pude parar de llorar, durante todo el culto y cuando hicieron el llamado el orgullo o no sé si el temor, me invadió. Decía en mi interior, tal vez Dios no me acepte a mí. Pero cuando ya iban a hacer la oración final para terminar el culto. Algo me impulsó como un resorte y balbuceando dije:”Yo, este pues soy muy científica, todo lo razono y lo cuestiono pero quisieran que le oraran a Dios a ver si él quisiera hacer un rotito en mi corazón y entrar en él. “ La persona que dirigía la oración, que es la esposa de mi Pastor hoy día, me dijo: “Dios te ama y el quiere entrar a tu corazón, pero tu tienes que hacer el rotito, tu tienes que abrir la puerta pues Él es muy caballeroso. ¿Te atreves? Y yo le dije: Jesús, entra a mi corazón. Entonces, ríos de agua viva corrían en mi interior, como si algo tomara mi ser y lo llenara de un gozo indescriptible. Recuerdo que al finalizar la noche sentía que pesaba menos, me sentia ágil, más liviana. Dios tuvo que trabajar arduamente conmigo, porque todo yo lo cuestionaba, pero fue amable y paciente conmigo. Aun sigue siéndolo. En él he podido hallar todas las respuestas a mis interrogantes. El es un experto en contestar preguntas difíciles. Llevo ya más de 10 años perseverando en la Alianza Cristiana y Misionera del Cruce Dávila en Barceloneta.

MI VIDA DESPUES DE CRISTO

Te diré que a consecuencia de esta enfermedad, hoy estoy en sillas de ruedas. El llegó a tiempo, pues nunca me he sentido “impedida”. Su gozo y paz ya llenaban mi vida, cuando llegó el tiempo de la prueba dura. Hace 3 años el Señor me hizo un llamado. Habló con voz dulce pero firme a mi vida. Era como si me hubiese tragado un radio. Hablaba dentro de mi pecho. Me dijo que era poco el tiempo que me quedaba en mi negocio y me hizo el llamado a trabajar en su obra. Recuerdo con claridad estas palabras:”No temas, te mostraré que yo estoy en éste asunto” Fué algo glorioso, Dios me habló, nadie me ministró. Él mismo en su gran misericordia y conociéndo que todo lo cuestiono, habló de manera especial y yo caí en una gran bendición. Dejé todo para servirle a él. Hoy tengo una vida plena y llena de paz.

MI MINISTERIO

Actualmente en mi silla de ruedas, visito y predico en las cárceles de Puerto Rico y iglesias y otros lugares donde me invitan. Me gradué del Instituto Biblico Defensores de la Fe. Colaboro en dos hermosos ministerios: Ministerio Evangelizando al Confinado de la ACM y Bandera de amor de los Evangelistas Junior y Gene Soto. No me arrepiento ni un sólo día de haber dejado todo para servirle. Es que para Dios no hay gente con impedimentos. Cuando el hombre dice: ¡imposible!, ahí es donde Dios se glorifica.

MOMENTOS: UN NUEVO PROYECTO

Ahora ha puesto en mis manos éste proyecto hermoso, llamado Momentos; mi primera producción musical. Mi llamado fué a predicar su Palabra. Nunca pensé en grabar, aunque escribía canciones y obras musicales para mi iglesia, no lo había contemplado. He cantado desde pequeña y tan pronto me convertí, cantaba en mi iglesia para mi Señor, pero aun así, no me visualizaba en éste ministerio. Hace un año Dios me abrió las puertas y puso alrededor de mí a muchísimas personas que con su ayuda hicieron este proyecto una realidad. Todo fluyó de una manera maravillosa y pude grabar algunas de las muchas canciones que el Espíritu Santo me ha inspirado. ¡A Dios sea toda la gloria! En fin, Dios me ha bendecido grandemente.

En medio de lo que para otros pudiera ser tragedia, pues quedé en silla de ruedas a los 38 años debido a la enfermedad, Dios ha sabido ser escudo alrededor de mí. Él es mi gloria, el que levanta mi cabeza ¡Aleluya! He pasado por momentos difíciles. Pero digo como Pablo: “con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, sino que vive Cristo en mí”. ¿Fácil? Claro que no, pero él pudo lograrlo porque su mirada estaba puesta en la meta, no en el camino que debería recoger para alcanzarla. Así, vivo yo. Mirando al blanco de la soberana vocación: Cristo Jesús, Redentor nuestro.

Mi vida ha dado un giro de 180 grados. Dios le dió sentido a mi vida. La paz, el gozo que ha puesto en mi corazón es incomparable. Hoy puedo decir a viva voz que Dios existe, que no es un mito, que es una gran realidad. Tal vez tu hayas tenido la experiencia y me entiendas. Si no la has tenido, permíteme hacerte una invitación….¡PRUEBA A CRISTO, EL ES FIEL Y VERDADERO! Sólo podemos saber cuán dulce o amarga es una china hasta que la probamos. Lo mismo pasa con Dios, pero te aseguro que es mas dulce que la miel.

MINISTERIO EVANGELIZANDO AL CONFINADO
CADENA DEL MILAGRO
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