Por Hernán Toro
(c)2000
La reinterpretación de Mitos previos para hacerlos casar con textos y conceptos más recientes es la herencia de una costumbre Judía muy arraigada a lo largo de los siglos. Esta forma de violentar el contexto de los mitos y relatos previos es patente en la evolución del concepto de la serpiente del Génesis. Cuando se leen sin preconcepciones todos los relatos se llega rápidamente a la conclusión de que tal texto es sólo un mito de creación con animales que hablan... idea común en todas las religiones tribales del mundo.
Analicemos los siguientes textos:
1Empero la serpiente era astuta, más que todos los animales
del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo á
la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol
del huerto? 2Y la mujer respondió á la serpiente: Del fruto
de los árboles del huerto comemos; 3Mas del fruto del árbol
que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él,
ni le tocaréis, porque no muráis.
4Entonces la serpiente dijo á la mujer: No moriréis; 5Mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal. |
Todos estos relatos tienen el mismo esquema de los mitos en los cuales los animales hablan. Note que aquí no se hace referencia a una naturaleza sobrenatural o espiritual (demoníaca) de la serpiente. Es claro que al compararse la inteligencia de la serpiente con la de los demás animales, se estaría incurriendo en una absurda subvaloración si ésta fuera satanás. (Sería evidente que satanás es más inteligente que cualquier animal). Al poner en la misma categoría la inteligencia de la serpiente y la de los demás animales, se pone en evidencia que el autor del texto se refería a una serpiente y no a un demonio.
Éste no es el único texto que apoya esta postura:
14Y Jehová Dios dijo á la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida: 15Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. |
Como dirían en mi tierra: Más claro no canta un gallo.
"Maldita será entre todas las bestias y animales del campo": Aquí no se hace referencia a ningún espíritu rebelde.
"Andarás sobre tu pecho": Es claro que satanás no se arrastra sobre su pecho. ¿No es pues un espíritu? Este castigo divino sólo tiene sentido si se refiere a la serpiente considerándola como animal y no como espíritu demoníaco.
"Polvo comerás todos los días de tu vida": Es claro que si Satanás existiera no comería polvo. Es más, ni siquiera comería. Supuestamente es un espíritu. Además esta frase incluso delata la falta de conocimiento científico de la época. Cualquier persona sabe que las serpientes no comen polvo.
"tú le herirás en el calcañar": Es evidente que el diablo no muerde el talón de la gente. Esta acción de morder el tobillo de las personas es lo que siempre ha caracterizado a las serpientes venenosas desde tiempos inmemoriales.
El motivo "profundo" del mito queda explícito en la última
parte del relato:
15Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. |
Llegamos a la parte interesante del asunto. En esta frase explicativa yace la enseñanza "profunda" del mito. (Profunda para los aborígenes, absurda para nosotros)
El mito en su forma inicial tenía como finalidad explicar el pavor instintivo que generan los ofidios en los humanos y su curiosa forma de andar... ¿Qué mejor explicación para esto que una desobediencia de la serpiente al hacer caer en desgracia a la humanidad? Según el mito, la humanidad aborrecería a las serpientes porque una de éstas le hizo perder su estado "natural" al hombre; de otro lado, la serpiente se arrastra por el suelo como "castigo de dios" por haber hecho desobedecer a Adán.
En resumen, esta fábula del libro del Génesis es un mito de origen escueto y primitivo como el de cualquier cultura aborígen de cualquier parte del mundo.
¿Y qué tiene que ver satanás en todo este asunto? Un mito tan primitivo no podía resistir el paso de los tiempos sin una "remodelación"; nótese el instante histórico en que se identifica a esta serpiente con satanás:
Una pista para la "interpretación cristiana" surge en:
2 Corintios 11
3 Mas temo que como la serpiente engaño á Eva con su astucia, sean corrompidos así vuestros sentidos en alguna manera, de la simplicidad que es en Cristo. |
La identificación final llega ¡en Apocalipsis!
Apocalipsis 12
9 Y fué lanzado fuera aquel gran dragón, LA SERPIENTE ANTIGUA, QUE SE LLAMA DIABLO Y SATANÁS, el cual engaña á todo el mundo; fué arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. |
¡Solo cientos de años después de la redacción final del mito de Génesis 3, el redactor del Apocalipsis de Juan, decide identificar a Satán con la pobre serpiente de Génesis!
Es decir, para que el mito subsistiera, no podía quedarse explicando
de forma tan torpe, algo tan simple como la aversión humana ante
las serpientes y la forma de locomoción de éstas. Para salvarlo,
había que "interpretarlo a la luz del Espíritu"; se
hizo la identificación del pobre reptil (animal) con Satán
(espíritu); de la Mujer (término para designar a las mujeres)
con
"María" (la madre de Jesús - o con la iglesia, dependiendo
de la secta cristiana); del hijo de la Mujer (término para representar
a toda la humanidad) con Jesús... y así tal mito
tribal pudo subsistir en épocas más modernas.
No obstante, es claro que el sentido y el contexto mismo del relato de Génesis impide de forma contundente cualquier intento de identificar a la serpiente con "el diablo".
Es sólo otro ejemplo de cómo los mitos religiosos EVOLUCIONAN con el tiempo.