Dichos grupos,
los cuales son solamente diez o doce,
constituyen un
verdadero cartel ambientalista que forma
parte de la élite política de
EEUU. Los funcionarios y ejecutivos de
estas organizaciones, lejos de
ser activistas de comunidad dispuestos a
luchar sin tregua contra los
grandes intereses que destruyen el medio
ambiente, son profesionales de
cuello blanco provenientes de familias
ricas y poderosas que viven de
dividendos generados por industrias
manufactureras y petroleras. Son
niños mimados del 'Eastern
Establishment', al cual pertenecen los
Carnegie, los Rockefeller y los Morgan, y
por lo tanto se desenvuelven
cómodamente en los círculos sociales de
las más altas esferas del
gobierno federal y la empresa privada.
Con este trasfondo social, no es
de sorprender que estos eco-burócratas
no sean dados a adoptar las
políticas de confrontación que a veces
son necesarias para ganar
batallas ambientales.
Veamos estos perfiles de cuatro grupos ambientales elitistas:
Environmental Defense Fund-
Presupuesto anual: $25.4 millones
Miembros: 300 mil
Salario anual del jefe: $262 mil
Este grupo, uno de los principales
exponentes del ambientalismo
corporativo y neoliberal, fue fundado a
fines de los años 60 por la
Fundación Ford con el propósito de
neutralizar las tendencias radicales
en el movimiento ambiental. En aras del
'realismo' y el 'pragmatismo',
EDF evita la confrontación y la
protesta, y en su lugar promueve la
compra y venta de permisos para
contaminar el aire (tradeable pollution
permits).
Esta organización tiene una tendencia
preocupante a ayudar a las
corporaciones que son objeto de campañas
de protesta. Cuando la
McDonald's estaba siendo piqueteada y
boycoteada por activistas debido a
su uso de styrofoam en lugar de papel,
esta compañía le pidió ayuda a
EDF. EDF acudió de inmediato con una
elaborada campaña de relaciones
publicas, e hizo un trato con McDonald's
que distaba de hacerle justicia
a los reclamos de los ecologistas. En su
literatura promocional, EDF
pinta este episodio como una gran
victoria para el ambientalismo.
Cuando los ecologistas empezaron a
exigir la fabricación de papel
mediante métodos que no requieran la
tala masiva de árboles o el uso de
químicos tóxicos, EDF formó un 'Paper
Use Task Force'. El informe de
este grupo de trabajo no hizo mención
alguna de las alternativas
ecológicas y sostenibles que los demás
ambientalistas habían propuesto.
La revista empresarial Inc.
recientemente elogió al presidente de
esta
organización, Fred Krupp, por saber
hablar el "lenguaje
capitalista".
National Audubon Society-
Presupuesto anual: $44.9 millones
Miembros: 550,000
Salario anual del jefe: sobre $180 mil
Uno de los grupos conservacionistas
más antiguos de Estados Unidos,
Audubon ha sido por décadas un refugio
para diletantes republicanos
allegados al círculo de influencias de
la familia Rockefeller. Esta
organización tiene una obsesión morbosa
y enfermiza con el alza
poblacional en el Tercer Mundo, y en
varias ocasiones ha propuesto
controlarla con medidas Malthusianas tan
extremas que Cornelius Rhoads
las elogiaría de estar vivo hoy.
Audubon recibe dinero de la Fundación
Ford, Rockefeller Brothers Fund,
Pew Charitable Trusts, fundación cuya
fortuna está derivada de las
ganancias de la corporación petrolera
Sun Oil, y el J.M. Kaplan Fund, el
cual fue una vez conducto para
transacciones financieras de la CIA.
Fondos también vienen de corporaciones,
como Chevron, Coca Cola, Dow
Chemical, DuPont, Exxon, Ford, General
Electric, IBM y Procter & Gamble.
Audubon recibe anualmente millones de
dólares en regalías de compañías
petroleras que extraen petróleo de
tierras en el estado de Louisiana que
son supuestamente refugios para la vida
silvestre.
National Wildlife Federation-
Presupuesto anual: $80 millones
Miembros: 5 millones
Salario anual del jefe: sobre $180 mil
NWF representa la vieja guardia y el
ala más políticamente conservadora
del 'establishment' conservacionista de
EEUU. Fue originalmente creado
por cazadores ricos de las grandes
ciudades y financiado por fabricantes
de municiones. Siempre ha estado asociado
con clubes de caza y tiro con
historiales de racismo y segregación.
Hasta hace un par de años, el jefe de
NWF era el aristocrático y pedante
Jay Hair, quien recibía $250 mil al año
por sus labores e insistía en
ser transportado en limosina a todas sus
gestiones. Hair, quien era
super-simpático con las grandes
empresas, dijo una vez que los
argumentos de los ecologistas "deben
ser traducidos a ganancias,
productividad e incentivos
económicos". El señor Hair ahora
trabaja como
publicista-relacionista público de la
compañía leñadora Plum Creek, una
de las peores deforestadoras en el oeste
de Estados Unidos.
Natural Resources Defense Council-
Presupuesto anual: $27.5 millones
Miembros: 350 mil
Salario del jefe: sobre $200 mil
Grupo formado a fines de los 60 por
abogados republicanos de Wall Street
auspiciados por la Fundación Ford y el
eco-filántropo Laurance
Rockefeller. NRDC es digno representante
del ambientalismo profesional y
tecnocrático que tanto le gusta a los
grandes intereses.
NRDC tuvo tremendo fiasco en Ecuador
hace varios años, cuando pretendió
mediatizar entre los indígenas huaorani
y la compañía petrolera Conoco,
la cual quería extraer petróleo en sus
tierras. Partiendo de la premisa
pragmática de que la entrada de las
petroleras era inevitable, NRDC
pretendió representar a los huaorani
ante la Conoco. Los indígenas
emitieron un comunicado en el cual
desautorizaron a los 'gringos
ecologistas' y negaron haberles dado
permiso para hablar en su nombre.
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Debemos descartar la idea de que ser
ecologista equivale a ser una
persona progresista. Las personas que
entran al ambientalismo traen
consigo una visión de mundo determinada
en gran parte por su origen de
clase y formación política. Por eso,
sólo un ambientalismo militante,
combativo y de corte progresista tiene la
posibilidad de atacar las
verdaderas causas de la crisis ambiental.
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