El paro entre los profesores ha sido de alrededor de un 60% y entre los estudiantes de más del 80%. Eugenio Nasarre, portavoz del MEC, tuvo que reconocer un 50% de paro entre los estudiantes. En Madrid alrededor de 8.000 estudiantes, padres y profesores nos manifestamos frente al MEC, exigiendo el incremento del presupuesto educativo y la retirada de las últimas medidas (decreto de admisión de alumnos, proyecto de reducción de los mínimos establecidos por la LOGSE para el funcionamiento de los centros, ...)
Consignas como "más educación y menos represión", "esto nos pasa por un Gobierno facha" o "si somos el futuro por qué nos dan por culo" se escuchaban a lo largo del recorrido. Repartimos una hoja entre los manifestantes y conseguimos 48.000 pesetas de apoyo, además de teléfonos de estudiantes interesados en afiliarse al SE.
En otras zonas, como en Oviedo la manifestación contó con unas 500 personas, conseguimos más de 20.000 pesetas para el SE. En Santander y Guadalajara también participamos en las manifestaciones, de 400 asistentes (mayoritariamente estudiantes) y 300 respectivamente.
En Sevilla el paro en secundaria contra la limitación del acceso a la universidad se extendió también a varias facultades y al final de la mañana hubo una manifestación con más de 300 estudiantes.
Por otra parte la ministra aconsejada por sus más de 40 asesores, una semana antes, salía a los medios de comunicación explicando el plan de inversión de 30.000 millones de pesetas que tienen preparado para la educación pública y denunciando esta movilización como "política" y sin motivos reales. Sin embargo, la ministra no dice que esos 30.000 millones de pesetas no significan ni siquiera un tercio de las necesidades reales de inversión. Tampoco explica que los planes para el curso que viene son recortar en más de 300 la plantilla de profesores de secundaria y FP en la Comunidad de Madrid, o que el presupuesto de los institutos disminuirá drásticamente: por ejemplo el IES Miguel Delibes de Madrid reducirá de 20 a 14 millones su presupuesto anual, a cambio se rumorea el cobro de matrícula.
Está claro que el motivo de estas declaraciones es el de intentar torpedear la movilización y de desprestigiar la lucha de miles de estudiantes, padres y profesores. Con ese objetivo, también se ha lanzado una campaña presentando a los jóvenes que participan en movilizaciones como. Quieren presentarnos como delincuentes por el mero hecho de reivindicar una educación de calidad para los hijos de los trabajadores. Lo único que demuestra esto es la enorme debilidad de este gobierno y que sus únicos argumentos son la mentira y la represión, como de nuevo pudimos comprobar por la carga policial al final de la manifestación del 24 en Madrid y los cuatro estudiantes detenidos.
Sin embargo, el día 24 de abril, a pesar de las deficiencias que ha tenido (ya que los dirigentes sindicales han esperado al último momento para movilizar, no han convocado a nivel estatal, y muchos profesores se quejaban de la falta de información, propaganda y asambleas en sus centros, que en algunos casos hemos tenido que proporcionar desde el SE), ha demostrado que este Gobierno no lo va a tener fácil.
El SE ha explicado que estamos en una lucha dura, no basta con un día de movilización, de hecho el 24 de abril no ha sido ni el inicio ni puede ser el final. El 17 de mayo está convocada la Marcha Estatal sobre Madrid en defensa de la enseñanza pública, convocada por CEAPA, CCOO, UGT Y SE. Esta fecha tiene que ser una nueva demostración de fuerza y el preludio de una Huelga General de toda la Comunidad Educativa a principios del curso que viene. La única forma de echar atrás sus planes es la movilización.
No confiamos en las buenas palabras de la ministra, la negociación sin lucha en la calle no sirve más que para fortalecer y lavar la cara de este Gobierno. El problema no es que Esperanza Aguirre sea poco dialogante, sino que ella representa los intereses de la patronal de la enseñanza privada y de la Iglesia, por eso es un grave error crear esperanzas en un "pacto por la educación" al estilo del acuerdo de la reforma laboral, como lamentablemente los dirigentes sindicales están planteando.