¡Hay
que detener las agresiones contra Irak!
Manifiesto de la campaña por el levantamiento
del embargo a Irak firmado por Izquierda Revolucionaria,
JRE, CC.OO. (Unión Provincial de Sevilla), Izquierda Unida (Consejo
Provincial de Sevilla), El Militante, Sindicato de Estudiantes, PRT, POSI,
Asociación de Amistad Hispano-Cubana "Bartolomé de las Casas",
JCA (Ene/99)
Los pasados días 17- 20 de
diciembre, EE.UU. y Gran Bretaña lanzaron un ataque salvaje contra
Irak. En sólo cuatro días, ¡cayeron más bombas
sobre Irak que en toda la guerra del Golfo de 1991!.
La masividad del ataque se justificó por la necesidad de eliminar
las “armas de destrucción masiva”, que convertian a Irak en un “peligro
para sus vecinos”. Las bombas cayeron sobre instalaciones militares pero
también sobre hospitales, depuradoras de agua, pozos petrolíferos,
etc. Aunque EE.UU. afirma que sus armas son tan precisas que apenas hay
víctimas, parece ser que varios miles de civiles han muerto.
La mentira de las “armas de destrucción masiva”
Para vigilar que Irak no produzca armas de destrucción masiva
tras la guerra del Golfo, la ONU, por iniciativa de EE.UU., formó
la UNSCOM, una comisión de inspectores. Pero, ¿tiene EE.UU.,
que posee armas capaces de destruir varias veces a toda la población
de la Tierra, autoridad moral para prohibirle fabricarlas a otros países?
Por ejemplo, Israel es el único país de Oriente Medio que
posee armas nucleares, también es el país que más
resoluciones de la ONU ha contravenido -69 sin contar otras 29 en las que
el veto de los EE.UU. les salvó de la condena. Sin embargo, no hay
comisión para Israel.
La UNSCOM no es más que un juguete en manos del gobierno estadounidense,
como lo han demostrado el testimonio de Scott Rilter, juzgado en EE.UU.
por espionaje a favor de Israel e informaciones que se hallaban en poder
de la prensa norteamericana que demuestran que varios miembros de esta
comisión eran agentes de la CIA que se dedicaban a colocar micrófonos.
Así se entiende por qué Butler, el presidente de UNSCOM,
entregó directamente a Clinton, sin pasar previamente por Kofi Annan,
su informe, a fin de justificar el ataque.
Las verdaderas razones del ataque
El desencadenamiento del ataque coincidió con el inicio del proceso
de “Impeachment” (destitución por el Congreso) de Clinton. Sin duda,
el bombardeo desvió en cierta medida la atención de la opinión
pública de este asunto tan escabroso. Sin embargo, sería
totalmente superficial quedarse en esto. Las verdaderas razones del ataque
no están en el intento de hacer olvidar el affaire Lewinsky, como
no lo están en eliminar las supuestas armas de destrucción
masiva.
Los verdaderos motivos del embargo a Irak desde 1991 y del mantenimiento
de estas sanciones por tanto tiempo, así como del propio ataque
asesino, son los intereses del imperialismo norteamericano que trata de
controlar el petróleo, apoyando a los gobiernos que le son leales,
mientras socava y bombardea a los que, por una razón u otra, se
hacen difíciles de controlar de manera tan directa. Asimismo, las
grandes multinacionales norteamericanas del petróleo están
empeñadas en detener la bajada del precio -ha llegado a menos de
10 dólares el barril en el mercado internacional-, que presionan
por una caída en la oferta de crudo en el mercado para mantener
sus beneficios.
La entrada del crudo de Irak en el mercado internacional empeoraría
la situación, bajando los precios aún más. Antes de
la guerra del Golfo, Irak era el segundo exportador mundial de petróleo
con 3,5 millones de barriles diarios. Las sanciones impuestas después
de la guerra sólo le permiten exportar cantidades muy reducidas
destinadas a alimentos y medicamentos.
Además, mantener a Irak fuera del negocio del petróleo
significa apoyar a las monarquías títeres de la zona (Arabia
Saudí, Kuwait, etc) que se han quedado con la cuota de producción
perteneciente a Irak, lo que les ha reportado ingresos de miles de millones
de dólares extras, gran parte de los cuales se han destinado a adquirir
armamamento a EE.UU. y Gran Bretaña.
Sin embargo, la industria petrolífera irakí se reconstruyó
gracias a un acuerdo con las compañías francesas y rusas,
con el plan de ir a una producción de 6 millones de barriles diarios
cuando se levante el embargo. Esta es la explicación de que Francia
y Rusia, junto a China, se opongan a los ataques militares contra Irak,
y defiendan el levantamiento negociado del embargo. Como estos países
tienen mayoría en el Consejo de Seguridad de la ONU, frente a EE.UU.
y Gran Bretaña, éstos decidieron atacar pasando por encima
de la ONU. Esto explica por qué las instalaciones petrolíferas
irakíes fueron tan bombardeadas el pasado diciembre.
Las consecuencias genocidas del embargo de la ONU
Algunos dicen que hay que oponerse al uso de la fuerza, por ser una
iniciativa unilateral de EE.UU., y que sea la ONU la que maneje la situación.
Aunque pueda parecer que la función de la ONU sea mediar en los
conflictos y velar por la justicia en el mundo, defendiendo los derechos
humanos y de los pueblos, la verdad es que es una institución cada
vez más utilizada por el imperialismo norteamericano para imponer
sus intereses, como se vio cuando la ONU dio cobertura a la monstruosa
agresión que representó la guerra del Golfo de 1991, en la
que murieron 200.000 irakíes. Y fue también la ONU la que
decretó posteriormente el embargo sobre Irak que ha costado la vida
a un millón y medio de personas. Entre cuatro y cinco mil niños
mueren por mes y cuatro millones de irakíes sufren malnutrición
debido a las consecuencias del embargo.
Es cierto que el actual Secretario General de la ONU, Kofi Annan paró
en el último momento una guerra que parecía inminente en
febrero de 1998 y que ha negociado un levantamiento parcial del embargo,
el acuerdo “petróleo por alimentos”, que permite a Irak vender una
cantidad muy limitada de petróleo para comprar comida y medicinas.
Pero, aún no hemos visto a Kofi Annan plantear sanciones contra
los EEUU por tomarse la justicia por su mano, atacando sin consultar a
la ONU, para que Irak cumpla las resoluciones de ésta, mientras
Israel las pisotea desde hace años.
¿Luchar por el levantamiento del embargo no
es ayudar a Sadam Hussein?
Pero los gobiernos imperialistas agresores usan aún otro argumento:
oponerse a la UNSCOM, oponerse a los ataques, es ayudar a Sadam Hussein,
un tirano que oprime a su pueblo.
Sin duda, el de Sadam Hussein es un gobierno brutal y corrupto. Pero
¿por qué clase de gobierno quiere sustituirlo EE.UU.? ¿Por
uno fundamentalista como el que restablecieron en Kuwait? Sadam masacra
al pueblo kurdo, pero ¿en qué se diferencia del gobierno
turco, miembro de la OTAN?.
En realidad, los “aliados” pudieron derrocar a Sadam Hussein tras la
guerra del Golfo, pero no lo hicieron, en medio de las sublevaciones shiítas,
porque les era más útil en el poder, como en 1980, cuando
lo armaron hasta los dientes para atacar a Irán, frente a la posibilidad
de desestabilizar la zona.
EE.UU. y Gran Bretaña tienen como objetivo asesinar a Sadam
y sustituirlo por un militar dócil a Occidente. Eso no liberaría
al pueblo. La liberación del pueblo irakí del tirano sólo
puede ser obra del propio pueblo irakí, que debe dotarse él
mismo de los medios para regir su destino, con la ayuda solidaria de los
trabajadores y sectores populares de todo el mundo. La política
de acoso al pueblo irakí que practica EE.UU. y la ONU no hace sino
fortalecer la posición de Sadam ante su propio pueblo.
El movimiento obrero debe hacer suya la lucha por el
levantamiento del embargo y el cese a toda agresión militar contra
Irak
El Estado español no participó directamente en los bombardeos,
pero el presidente Aznar los apoyó con los mismos argumentos que
Clinton. Parece claro que la base norteamericana de Morón fue usada
y el Gobierno español defiende en todos los foros internacionales
el mantenimiento del embargo a Irak.
Esta vergüenza no debe ser consentida. El movimiento obrero debe
tomar la iniciativa, recuperando su tradición de solidaridad internacional.
Es necesario movilizarse ante posibles nuevos ataques, así como
para exigir el fin de este genocidio lento que implica el embargo.
Emplazamos al movimiento obrero y juvenil, a las organizaciones sindicales,
populares y de izquierda a luchar por:
¡NO MÁS AGRESIONES AL PUEBLO IRAKÍ!
¡LEVANTAMIENTO INCONDICIONAL DE LAS SANCIONES CONTRA IRAK!
¡RETIRADA INMEDIATA DE LAS TROPAS YANQUIS Y BRITÁNICAS
DEL GOLFO!
¡FUERA YANQUIS DE ROTA Y MORÓN!
|