AUTODETERMINACIÓN

Últimamente esta palabra está muy de moda, no hay medio de comunicación en la que no salga, ni tampoco falta en la boca del politiquillo de turno, pero lo curioso es que todos la descalifican y la satanizan como si fuese la reencarnación de todos sus males. Y yo me pregunto qué será eso tan malvado que esconde este concepto que toda esta gentecilla lo repudia.

Hablemos un poquillo de ello, empecemos por saber qué es una nación. Una nación es una unidad territorial en la que sus habitantes comparten un idioma, una cultura, una historia y unas tradiciones comunes, por lo que un pueblo será el conjunto de personas que viven dentro del marco geográfico de esa nación.

La autodeterminación sin más es un derecho, el derecho de todo pueblo a decidir libremente y por sí mismo su destino colectivo, a acertar o a equivocarse a la hora de definir su futuro, pero eso sí, con entera libertad. Esto implica la facultad soberana para decidir el modelo, la organización y el estatus deseado, así como las formas de relación con otros pueblos. Defender la autodeterminación no es reivindicar el aislamiento, por mucho que algunos quieran confundir o ridiculizar los conceptos.

Autodeterminación significa la absoluta libertad de iniciativa frente a los problemas del pueblo castellano, sin estar subordinados a intereses foráneos. Esto es éso tan terrible que los "descerebrados" nacionalistas se atreven a esgrimir y a defender, el derecho a dejar que sea el pueblo, el que se exprese, el derecho a poder decidir sin ningún tipo de coacción ni presión. Y todo esto, si no recuerdo mal, es lo que se supone que es lo que debería ser la verdadera democracia.

Todos sabemos quienes son los que se autodenominan demócratas, a los que no se les cae nunca de la boca esta palabra, la cual ensucian, son los que en definitiva amordazan el sentir del pueblo.

En la situación de falta de determinación se encuentran pueblos como el nuestro, Castilla, dividida en 5 superficiales regiones y utilizada por los caciques como irreal nexo de la unidad de "España", Palestina oprimida por el imperialismo israelí, el Kurdistán, repartido entre Turquía, Irak, Irán y Siria, la República Árabe Saharaui Democrática ocupada por el régimen monárquico/feudal marroquí, la Bretaña, Galiza, Euskadi, Catalunya, Asturies, Andalucía, y tantas otras...

La opresión que sufre tanto nuestro pueblo, como los demás, viene traído de la mano del imperialismo capitalista. Este es el imperialismo que sólo reconoce el derecho a explotar, a oprimir, a acabar con la identidad de pueblos enteros, y en definitiva a obtener el máximo beneficio posible de su asquerosa rapiña.

Ante esta situación de negación de derechos fundamentales y de opresión pura y dura, sólo hay un camino posible que es el de la respuesta contundente. Por todo ello, por duro que parezca, cuando la razón no basta, hay que recurrir a otros medios que en otra situación serían repudiables...

¡¡CAÑA y más CAÑA!!