JUVENTUDES CASTELLANAS REVOLUCIONARIAS
: Historia y lucha
Las Juventudes Castellanas Revolucionarias son una organización castellanista, revolucionaria y juvenil, que lucha por defender los derechos de la juventud y del pueblo castellano. El colectivo nace en los alrededores del año 1992 en la ciudad de Burgos, gracias a la iniciativa de un grupo de jóvenes que simpatizaban o militaban en la Unidad Popular Castellana. Surge a raíz del vacío que había en la lucha juvenil, en la defensa de sus derechos, y en la solución de sus problemas: paro, insumisión, falta de viviendas y espacios sociales, drogodependencia,... Somos, una rama más del Movimiento Popular Castellano, y no las juventudes de la UPC o la Izquierda Castellana. Por todo esto surgieron las Juventudes Castellanas Revolucionarias. Desde Burgos se extendieron posteriormente a Valladolid y a otros pueblos y ciudades castellanas. En los últimos tres años se han formado asambleas locales de las J.C.R. en ciudades tan importantes como Madrid y Salamanca. Poco a poco, las Juventudes Castellanas Revolucionarias hemos llegado a convertirnos en el principal referente de la juventud castellana y antifascista. Durante estos últimos años, las J.C.R. han mantenido importantísimas luchas y campañas:
La forma de trabajo temporal fue fomentada y consagrada aún más con la legalización (hace pocos años) de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT’s), que reducen al obrero al papel de esclavo, y trafican impunemente con su mano de obra. Además, los trabajadores ven reducidos drásticamente sus derechos, y también su sueldo: la ETT roba aproximadamente un 40% de su sueldo del trabajador, únicamente a cambio de hacer de intermediario entre el obrero y la empresa "usuaria". Las Juventudes Castellanas Revolucionarias fomentaron hace algunos años la lucha por todos los medios contra las ETT’s. Se han producido en todo este tiempo numerosas acciones contra las ETT’s en Castilla: manifestaciones, concentraciones, okupaciones y encierros, pintadas, encarteladas, encadenamientos,... y numerosos sabotajes (incendios, pedradas, rotura de cristales, sellados, tapiados,...).
En el año de 1998, 17 jóvenes castellanistas de Valladolid fueron juzgados bajo la acusación de "desórdenes públicos" y "destrozos" a una ETT.
Se han realizado también actos de solidaridad con representantes de otros pueblos: Perú (MRTA), Argentina (Madres de Plaza de Mayo), Cuba, México, ...
Cuando ocurrió, por ejemplo, la masacre contra los guerrilleros del MRTA en la embajada japonesa de Lima, se organizó una fuerte protesta en la ciudad de Burgos, en la que participaron varios centenares de personas.
Los jóvenes, además, reclamamos el derecho a la construcción de espacios sociales para poder realizar allí actividades: musicales, culturales, sociales, políticas,... El Estado persigue sin cesar estos espacios sociales: ¡le da miedo que los jóvenes nos reunamos y organicemos!. Defendemos la okupación y rehabilitación de cualquier casa o inmueble abandonado. ¡¡CONTRA LA ESPECULACIÓN, OKUPACIÓN!!.
Aunque son muchos, podríamos reclamar nuestros postulados ideológicos en reclamar la INDEPENDENCIA y el SOCIALISMO para nuestro pueblo, Castilla.
A pesar de ser uno de los países más antiguos de Europa, el Estado español, nos sigue negando nuestro evidente carácter de nacionalidad histórica. Somos un pueblo desindustrializado y con una grave deficiencia a nivel de infraestructuras, en comparación con otros territorios europeos. Varias provincias castellanas ostentan los índices de paro más elevados del Estado español (en Salamanca, un 40% de paro). Debido a esta pobreza, a la falta de oportunidades y de trabajo, Castilla ha sufrido durante las últimas décadas una gigantesca corriente migratoria, que ha obligado a numerosos jóvenes castellanos a buscarse la vida en nacionalidades más prósperas del Estado español, o fuera de él. Este hecho, unido al bajísimo índice de natalidad, ha producido en Castilla un envejecimiento poblacional y una despoblación total. Sufrimos la densidad de población más baja de toda Europa: algunas provincias, como Soria, tienen una densidad de población semejante a la del Polo Norte. El Estado Español, aprovecha y fomenta estos graves problemas para poder convertir así a Castilla en una especie de colonia interior en un inmenso basurero, donde poder colocar toda su mierda: centrales y cementerios nucleares(Garoña, Zorita,...), campos de tiro del ejército (Teleno, Cabezón, Cabañeros,...), macrocárceles,... Jugamos, pues, un papel de tercera categoría en el Estado español y en Europa. Con el Estado monárquico español, no vamos a ninguna parte, sino a nuestra propia extinción y desaparición como pueblo. El único camino que nos queda, por tanto, es la Independencia. Independencia no significa separatismo, aislamiento,... sino integración. Independencia es la libertad que como pueblo debemos tener para elegir nuestro propio destino, nuestro sistema social o político, y nuestra relación con otros pueblos del Estado español o del mundo. Independencia significa recuperar también nuestra propia cultura, nuestra identidad como pueblo.
Castilla es un amplio y extenso país, con sus bien matizadas identidades regionales y comarcales. La existencia de regiones y comarcas bien diferenciadas en Castilla es un hecho que nunca hemos negado, y por ello, de igual manera que luchamos por una Castilla Unida, queremos preservar y fomentar las diferentes regiones, así como crear una
El pueblo castellano, es un pueblo eminentemente rural, donde más del 60% de la población vive en los pueblos. Estos pueblos, como hemos visto sufren una decadencia total por todos los problemas expuestos anteriormente. La comarcalización es la salida para revitalizar nuestro decadente medio rural. Debemos superar la caduca división provincial y las caciquiles Diputaciones Provinciales, y dotar a las comarcas de medios, hacerlas el centro de la futura organización social y política de Castilla, a través de consejos comarcales.