El Anfiteatro
El edificio del Instituto es un proyecto inconcluso, un testimonio emblemático son sus "catacumbas" (como se le conoce al Anfiteatro), en ellas el Estado debería reconocer la deuda que tiene con el establecimiento. Las palabras de Juan Egaña siguen vigentes: "este colegio necesita de grandes fondos; deben sacrificárseles si pensamos ser hombres libres".