Precios por unidad
de medida:
!qué ganga!!!!
El precio por unidad de medida es la forma más
rápida y
sencilla de saber con exactitud qué tanto está
Ud. obteniendo por su dinero. El precio unitario, que por Ley de Protección
al Consumidor debe llevar marcado cada objeto que está en venta,
no es suficiente. Es necesario también saber cuánto cuesta
el producto por unidad de medida (cuánto cuesta este lavaplatos
por litro, o cuánto me cuesta por kilo esa Perrarina que estoy llevando).
Esa información es necesaria para poder comparar los precios con
objetividad y para que los consumidores tomemos de la forma más
acertada las decisiones que mejor se ajusten a nuestro presupuesto.
Contar con información suficiente es esencial para
que los consumidores tomemos decisiones correctas.
Sin embargo, buscar información puede hacer el proceso de compra
más largo y más fastidioso si la información no es
facilmente obtenible. No es lo mismo ponerse a sacar cuentas con una calculadora
de bolsillo ante cada producto, para calcular su precio por unidad de medida
y así poder comparar, que simplemente leer los precios por unidad
de medida que vienen ya impresos en las etiquetas. En tal sentido, los
comercios pueden ayudar muchísimo al consumidor en su toma de decisiones
cotidianas a través de una adecuada comunicación. Las etiquetas
y un adecuado marcaje de los productos son estrategias fundamentales para
un comerciante que quiera mantener satisfechos a sus clientes.
La legislación, en diversos países del mundo
desarrollado, está comenzando a hacer obligatorio
para los comerciantes el marcaje de los precios por unidad de medida.
En Venezuela aún no hay nada legal estipulado, pero recientemente
grandes automercados como Makro han comenzado a añadir el precio
por unidad de medida es algunas de sus etiquetas. No es suficiente
con que sólo lo haga un comercio, ni tampoco que sea sólo
con algunos de sus productos. Pero es un buen comienzo... Ojalá
que la Asociación Nacional de Automercados, o algunos comerciantes
visionarios, comiencen voluntariamente a incorporar esta necesidad en sus
automercados. Los consumidores los sabríamos recompensar...
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Consumiendo
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Frutas y Verduras: En su mercado cotidiano, trate de orientar
al máximo sus compras en función de las frutas y verduras
de estación, o aquellas que son más baratas de acuerdo a
la temporada del año en que se producen con mayor abundancia. Por
ejemplo, pronto vendrá la época de los mangos. Ud. puede
aprovechar la temporada de precios bajos para comprar en abundancia y congelar.
O bien para preparar jalea, que bien conservada, podrá ser consumida
durante el resto del año.
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Carros usados: Si va a comprar un carro usado hay ciertas
recomendaciones importantes. Trate de eludir a los revendedores y cómprele
el carro a su dueño. Verifique en la PTJ previo a ningún
pago, que el carro no esté denunciado como robado. Es preferible
comprar un carro que hay tenido '"un único dueño".
Chequee el kilometraje y el año de
salida al mercado: lo usual son 20.000 kilometros por
año de rodaje, más de eso se considera excesivo.
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Tips
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IGNACIO DE LEON fue recientemente nombrado Superintendente
de Pro-Competencia. Ignacio cuenta con la convicción y la preparación
necesarias para enfrentar el reto de lograr que
Venezuela tenga una economía más sana,
en la que la competencia genere una mejor situación para todos los
consumidores. Nacho es abogado egresado de la UCAB, PhD del London School
of Economics, y venía desempeñándose como
investigador del IESA. !Felicitaciones y muchos éxitos
en la defensa del consumidor venezolano!!
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Diálogo
Luis Alberto Medina escribe desde la Universidad de Nuevo
México, con una estupenda reflexión respecto al INDECU y
sus mecanismos de de denuncia. Con respecto a la Ley de Protección
al Consumidor, y el papel del Indecu, Luis Alberto comenta: "Al tratarse
de cumplimiento de la ley uno siempre se tropieza con un problema económico
que muchas veces los legisladores venezolanos dejan a un lado. Esto es
porque hacer cumplir la ley cuesta dinero y los recursos son
limitados. Ya que es imposible vigilar totalmente los
establecimientos comerciales, una forma de minimizar
este
costo es la denuncia. Sin embargo, enel caso del Indecu,
el costo parece ser bastante alto para el denunciante porque la denuncia
se tiene que hacer en persona. El costo del traslado del denunciante es
alto en una ciudad como Caracas.
Este costo se compone del tiempo para hacer la denuncia
(pedir permiso en el trabajo, etc, etc.) y el costo material
del traslado. Adicionalmente, existen otros costos como
tiempo para hacer la carta, disponer del medio para hacerla
(maquina de escribir, computadora, etc), costos de papel y fotocopias.
El costo total es un costo al consumidor que, generalmente, éste
prefiere evitar y es por ello que la consecuencia es fácilmente
predecible: BAJO VOLUMEN DE DENUNCIAS".
"Este bajo volumen de denuncias no es indicador de que
los comerciantes esten cumpliendo la ley, sino puede ser reflejo más
bien de la incomodidad de denunciar. Un consumidor racional pondera los
costos y los beneficios de la denuncia, si los costos son mayores que los
beneficios, el consumidor no se traladará a hacer la denuncia. Si,
por el contrario, los beneficios son mayores que los costos, la denuncia
se hará. Pareciera que el legislador o quien diseñara las
normas y procedimientos del INDECU parte del principio de mala fe de parte
del denunciante. Si se parte del principio de buena fe, una carta con nombre,
dirección y teléfono es suficiente para legitimizar una denuncia
¿Cuál es la necesidad de presentarse en esas oficinas?"
"La solución a este problema puede estar en permitir
que las denuncias sean enviadas por correo, por e-mail, o por
mensajeros u otro tipo de servicio de encomienda. De
esta forma el costo de la denuncia será menor y permitirá
que los consumidores puedan generar más denuncias".
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