*********************** ----------------------------- *********************
- Tu camino oh Dios, está en el santuario. En el santuario encontramos el camino para llegar al mismo trono de Dios. Y en este seminario vamos a estudiar el trono de Dios, representado en ese santuario.
El santuario tenía tres divisiones básicas.

- Lo que se conoce como el atrio o la corte, es el patio exterior
. Allí se encontraban el altar del sacrificio

El lavacro, la fuente de agua.

Luego venía la parte llamada el Lugar Santo

- donde se encontraba la mesa de los panes de la proposición, el candelabro todo de oro y el altar del incienso.
Finalmente, el Lugar Santísimo.

donde había solamente un mueble, el arca del pacto.

Cuando comparamos esto con el plan de salvación, nos damos cuenta que esas tres divisiones del santuario, las tres partes de las cuales estaba compuesto, nos hablan de la obra de Cristo en tres fases para nuestra salvación.
- La corte, el patio o el atrio del templo, donde estaban el altar y el lavacro, representan la obra de Cristo en esta Tierra. En Isa. 66:1 dice:" el Cielo es mi trono y la Tierra el estrado de Mis pies".
- La parte exterior al tabernáculo propiamente dicho, representa la obra de Cristo en esta Tierra. Lo que Él haría aquí para nuestra redención.
- El altar de bronce bruñido.
- El bronce representa sacrificio.Al pie del cual se derramaba la sangre, representa la muerte del Señor Jesús, para el perdón de nuestros pecados. Representa la justificación.
- El lavacro representa la limpieza del pecado. Es la obra que Cristo hace en el alma, en el corazón creyente. No solamente nos perdona el pecado, sino también nos limpia de toda maldad. Esto representa la muerte de Cristo, y el lavacro representa Su resurrección. El bautismo está simbolizado también por el lavacro, ya que en el bautismo somos sepultados con Cristo para muerte y resucitamos a una nueva vida en Cristo Jesús.
- Luego viene la parte llamada el Lugar Santo, y ese es el próximo paso en la vida cristiana.
- Hay muchos que se quedan al pie de la cruz toda su vida. Hay muchos que no progresan ni pasan más allá del altar. Todo el tiempo necesitan estar confesando sus mismos pecados. Ni siquiera se lavan en la fuente. Solo piden perdón por sus pecados, pero no creen en el poder de Cristo de transformarlos y resucitarlos a una nueva vida.
- Pero después de esta obra, que está representada en la conversión, el altar y el lavacro representan el arrepentimiento al pie de la cruz, la conversión y la transformación, el nuevo nacimiento a través del agua. El que no naciere del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de los cielos. Pero después del nuevo nacimiento, después de la conversión, entonces viene la santificación.
- La santificación representada en el Lugar Santo. Y tenemos allí los tres elementos que Dios nos da para nuestra santificación.
- Los panes de la proposición, que representan la Palabra de Dios. Santificados por la Palabra.

Luego el altar del incienso que representa la oración. La intercesión de Cristo en nuestro favor. Ese altar, que tenía 4 cuernos, representando el poder sin límite de Cristo, para llenarnos con la fuerza de vivir una vida santa para Él. Y ese poder se obtiene en el altar de la oración. Es justamente en el altar del incienso donde recibimos el poder para vivir una vida santificada.
Y el tercer elemento de nuestra santificación es el candelabro, que representa el Espíritu Santo.
- Son los tres elementos usados para nuestra santificación.
- La Palabra de Dios,
- la intercesión de Cristo
- y la obra del Espíritu Santo.
Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Los tres trabajan para nuestra redención. El Espíritu Santo nos da luz del entendimiento y nos ayuda a brillar por Cristo. Esto representa también el servicio cristiano. Porque el Espíritu Santo es dado para testificar. Y recibiréis poder cuando venga sobre vosotros el Espíritu Santo y seréis testigos.
La testificación está representada en el candelabro. Vosotros sois la luz del mundo. Tenemos que brillar en nuestro servicio para Cristo Jesús. Y estos tres elementos nos llevan a la santificación. A través de esos tres canales, Dios va santificando nuestra vida y haciéndola a la imagen de Su amado Hijo.
- La Palabra de Dios,
- la oración
- y el servicio.
Son los tres elementos tangibles, visibles en nuestra vida, que nos llevan a la santificación.
- Y con eso entonces llegamos detrás del velo. En el Lugar Santísimo. Hoy en día le llamamos a la tierra de Palestina, la tierra santa. Pero si Palestina era santa, era porque era la tierra en la cual estaba la ciudad santa. La ciudad de David, la ciudad del Rey de reyes, la ciudad de Sión. Jerusalén se le llama en la Biblia la ciudad santa. Sin Jerusalén Palestina no sería santa. Pero entrando un poco más adentro todavía, Israel es tierra santa porque en ella estaba Jerusalén, que es la ciudad santa de Dios. Pero en Jerusalén, Jerusalén no sería ciudad santa, de no estar en ella el monte santo. El monte santo es lo que hacía santa la ciudad de Jerusalén. El monte de Sión. El monte de Dios. Así se le llama en la Biblia. El monte santo. Pero, ¿por qué era santo el monte santo? Porque sobre ese monte estaba construido el templo de Dios, el santuario de Dios en esta Tierra. Así que Israel era santa porque estaba en ella Jerusalén, la ciudad santa. Jerusalén era santa porque estaba en ella el monte santo. Y el monte era santo porque en este monte estaba el templo de Dios, que es santo, su santuario.
¿Y por qué era santo el santuario? Porque tenía el Lugar Santísimo en él.
¿Y por qué era santísimo el Lugar Santísimo? Porque el arca del testimonio estaba en el Lugar Santísimo. La parte más sagrada de todo el servicio del santuario, se encuentra en el Lugar Santísimo. El arca del pacto y del testimonio.
¿Y por qué era santa el arca del pacto? ¿Por qué era algo tan sagrado? Porque dentro del arca del pacto se encontraba la santa ley de Dios. Imagínense. Todo es santo por la ley de Dios que es santa.
- ¿Y por qué es santa la ley de Dios? Porque representa el carácter santo de Dios. Lo más sagrado en el tabernáculo es la ley de Dios. Y esa ley estaba dentro de un arca, el arca del pacto. Y Dios dio instrucciones de como debía construirse esa arca, en forma específica.
Vamos a leerlo en el libro de Exo. 25, allí están las instrucciones de como debía construirse el arca del pacto. Versículo 10-22, dice allí:
- "harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, su anchura de codo y medio y su altura de codo y medio. Y la cubrirás de oro puro por dentro y por fuera. Y harás sobre ella una corniza de oro alrededor. Fundirás para ella cuatro anillos de oro que pondrás en sus cuatro esquinas. Dos anillos a un lado de ella y dos anillos al otro lado. Harás unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro. Y meterás las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. Las varas quedarán en los anillos del arca y no se quitarán de ella. Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré. Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio y su anchura de codo y medio. Harás también dos querubines de oro labrados a martillo. Los harás en los dos extremos del propiciatorio. Harás pues un querubín en un extremo y un querubín en el otro extremo. De una sola pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio. Sus rostros volteados el uno frente al otro, mirando hacia el propiciatorio los rostros de los querubines. Y pondrás el propiciatorio, o sea la tapa del arca, encima del arca. Y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. Y de allí, de en medio de los querubines, hablaré contigo sobre el propiciatorio. De entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel."

Las instrucciones dadas para construir el arca eran muy específicas. El arca debía ser hecha de madera de acacia. Y debía ser recubierta por fuera y por dentro de oro fino.
- La palabra arca quiere decir un lugar de refugio.
- En la Biblia se mencionan solamente dos arcas.
- Una es el arca de Noé. Que sirvió de refugio para Noé y su familia y los animales en medio del diluvio.
- Y la otra arca es el arca del testimonio o el arca del pacto, que sirvió de refugio para recibir en su seno las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.
- El arca es el lugar de seguridad. El lugar de seguridad para la ley de Jehová. Esta ley fue puesta dentro del arca y cubierta con el propiciatorio, que es un símbolo del trono de Dios, el rey del universo.
- El propiciatorio, la tapa del arca, representa el trono de Dios. Porque Él se manifestaba en medio de los dos querubines de oro.
- El propiciatorio, la tapa, y entonces el artista ha cortado simulando una abertura para poder ver las dos tablas de piedra que estaban dentro del arca.
- En medio de los dos querubines de oro, hechos de una sola piedra de oro junto con el propiciatorio, se manifestaba la presencia de Dios. Dice allí, yo hablaré a ti en medio de los dos querubines de oro, encima del propiciatorio y te diré todo lo que debes decir al pueblo de Israel. Entre los dos querubines había un claro de gloria indescriptible. Una luz potente, un brillo sobrenatural, que no salía del oro ni de ninguna luz dentro del santuario, sino que era la gloria de la presencia divina escondida en medio de la nube de gloria, estaba la presencia del Dios de Israel. Por así decirlo, sentado sobre Su trono de gloria, con dos querubines, uno a cada lado.
El arca entonces, con su propiciatorio, representa el trono de Dios. Estos dos querubines, que estaban a ambos lados mirando hacia el propiciatorio, con sus alas cubriendo el propiciatorio y con sus rostros mirando hacia el arca del pacto, mirando hacia el propiciatorio, representan los ángeles cubridores que están en la misma presencia de Dios junto a Su trono en el Cielo.
Solo que esos ángeles en el Cielo no son de oro, sino que son reales. Son ángeles verdaderos. Y que miran hacia el trono de Dios.
¿Sabían ustedes que uno de esos ángeles tuvo el privilegio de ser un ángel cubridor y protector de la ley de Dios, estaba junto al trono del Rey del universo en el Cielo, fue el mismo Lucifer? La Biblia dice que él era un querubín cubridor. Uno de los dos ángeles que tuvo el privilegio de estar en la misma presencia de Dios en el Lugar Santísimo en el santuario celestial. Por eso dice la Escritura, cómo caíste oh lucero hijo de la mañana; tu querubín protector, en medio de piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos hasta que se hayó en ti maldad.
Debajo del propiciatorio entonces estaba la ley. Eso representa que la ley de Dios es el fundamento de Su gobierno. Dios está sentado, por así decirlo, sobre Su ley. Lo que le da estabilidad al gobierno de Dios, porque el trono es símbolo del gobierno, el trono representa donde se sienta el rey que tiene autoridad de gobernar, porque es el Rey del universo. Y si el propiciatorio representa el trono de Dios, la ley entonces representa el fundamento del gobierno divino. La base misma que le da estabilidad a todo el gobierno de Dios.
Y esa ley es santa, es justa y es buena, así como Dios es santo, justo y bueno. Su gobierno es un gobierno santo. Su justicia se ve por doquier. Su bondad se deja ver en Su trono, porque Él es misericordioso. Un Dios amante, tardo para la ira y grande en misericordia.
Por eso, al propiciatorio se le llama el asiento de la misericordia. Literalmente la palabra hebrea que se traduce al español como propiciatorio, viene de nuestra palabra propiciar, justamente se propicio a mí pecador, es ten misericordia de mí. La palabra hebrea literalmente dice asiento de misericordia. En inglés no se le llama propiciatorio a la tapa del arca, sino que se le llama igual que en hebreo, the mercy seat, o sea el asiento de la misericordia divina.
Pero aquí, en el arca del pacto, se encuentran la justicia y la misericordia. Porque Dios es todo amor, todo misericordia, pero Él también es todo justicia. La justicia es justicia eterna. Y la justicia representa Su ley. Su ley es justa.
- En el Salmo 119:142 se nos dice, tu justicia es justicia eterna y tu ley es la verdad. Todos tus mandamientos son justicia.
- En el Salmo 111:7 se nos dice, las obras de Sus manos son verdad y juicio. Fieles son todos Sus mandamientos. Afirmados eternamente y para siempre hechos en verdad y en rectitud.
- Los mandamientos de Dios son verdad, y la verdad es verdad eterna. Su ley es tan eterna como Dios mismo. Los mandamientos están eternamente afirmados y para siempre. Y el trono de Dios es eterno. Porque Dios es eterno. Su ley también es eterna. Afirmada para siempre. Porque Su gobierno es un gobierno de justicia para siempre jamás. Esa ley representa el mismo carácter de Dios.
Ahora, hablando un poquito más acerca del arca. El arca del pacto también nos representa a Jesús. Él está representado por el propiciatorio. Él es el trono de Dios.
En el libro de hebreos 1:8 nos dice, mas del Hijo dice, tu trono oh Dios es por el siglo del siglo, cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que tus compañeros. Tu trono oh Dios es eternamente y para siempre.
¿Pero de quién se dice eso? ¿Qué dice allí? Del Hijo dice. Tu trono oh Dios es eternamente y para siempre.
Jesús es Dios eterno y Él está representado en ese trono también. Él dice en Apocalipsis 3:21, al que venciere Yo le daré que se siente conmigo en Mi trono, así como Yo he vencido y me He sentado con Mi Padre en Su trono. Así que Cristo está representado también aquí por el trono de Dios. Él es el que está sentado en el trono de Su Padre.
Esa luz de la presencia divina era la presencia de Cristo en medio de Su pueblo. El Jehová, el ángel del pacto que los guiaba de día en la nube y de noche en la columna de fuego, era el mismo Señor Jesús.
Léanlo ustedes en Éxodo 23:20. Dice allí, he aquí yo envío mi ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te introduzca en el lugar que Yo he preparado. Guárdate delante de Él, si oyes Su voz no le seas rebelde, porque Él no perdonará vuestra rebelión. Porque Mi nombre está en Él. Porque mi ángel irá delante de ti.
El ángel que guiaba al pueblo de Israel en la nube, cuando el tabernáculo se asentaba, la nube se detenía en un lugar y esa era la indicación que el pueblo debía acampar en ese lugar. Y cuando la nube se detenía, era la orden de Dios a Moisés, que el tabernáculo debía levantarse directamente en el lugar debajo de la nube. Una vez que se levantaba el tabernáculo, entonces la gloria de Dios que estaba cubierta en la nube, entraba dentro del tabernáculo y se colocaba en medio de los querubines de oro. Y desde allí hablaba Dios a Su pueblo. Cuando el arca era cubierta, era porque la nube se había levantado. La señal que el pueblo de Israel debía levantar el campamento, era cuando la nube se elevaba. Pero la nube se elevaba cuando la gloria que estaba dentro del tabernáculo, salía y se escondía dentro de la nube. Normalmente lo que sucedía, era que la nube bajaba encima del tabernáculo y lo cubría con Su sombra. Y entonces, en medio de la nube, la gloria de Dios, que estaba dentro del tabernáculo en el Lugar Santísimo, salía y se introducía en la nube sin que los ojos humanos lo vieran, porque era la gloria de Dios. Y entonces la nube se elevaba. Eso era la señal de que ya el Sumo Sacerdote podía entrar dentro del Lugar Santísimo y colocar las barras de oro, de madera de acacia cubiertas de oro, en los anillos que tenía al costado, para poder entonces cargar el arca. Pero sin que ningún ojo mortal viese el arca, el único que la podía ver era el Sumo Sacerdote, él entraba con la cobertura que se ponía encima del arca, y esta era cubierta para moverla de un lugar a otro, para sacarla del santuario. Y manos santas, de hombres encargados de transportar los elementos del santuario, entraban solo después que el arca estuviese cubierta. Y entonces, tomaban de esas barras y las colocaban sobre sus hombros cargando así el arca. El arca era tan sagrada, que no podía ser vista por los ojos humanos.
En Éxodo 25, se nos dice que esas barras de madera, debían ser usadas para transportar el arca. En el versículo 12 dice así, fundirás cuatro anillos de oro y pondrás en sus cuatro esquinas dos anillos a un lado de ella y dos anillos al otro, y harás unas varas de madera de acacia las cuales cubrirás de oro y meterás las varas por los anillos al lado del arca, para llevar con ella el arca. Las varas quedarán en los anillos del arca, no se quitarán de ella. Las varas tenían que quedar puestas todo el tiempo. No podían quitarse. Y así era transportada el arca de un lugar a otro. Al moverla de un lugar a otro se cubría con un velo.
Eso está registrado en Núm. 4:5, dice allí, cuando haya de mudarse el campamento, vendrán Aarón y sus hijos y desarmarán el velo de la tienda y cubrirán con él el arca del testimonio. Y pondrán sobre ella la cubierta de pieles de tejones y extenderán encima un paño todo de azul, y le pondrán varas. ¿Notaron eso?
El velo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo era doblado de una manera muy solemne. Muy santa. Algo así como hoy en día se dobla la bandera aquí en los EEUU. Se considera la bandera un símbolo sacrosanto. No debe tocar el suelo. Si la bandera toca el suelo, tiene que ser quemada. Esa es la orden para la bandera del Ejército de los Estados Unidos. Si los soldados dejan caer o una punta de la bandera toca el suelo, esa bandera tiene que ser quemada. No puede ser más usada. De igual manera, el velo que representaba a Cristo, Su carne, ese velo tenía que ser doblado en forma muy cuidadosa y ese velo se colocaba encima del arca para cubrirla. Y luego, la capa exterior, noten que la capa interna que iba dentro era de los mismos cuatro colores, o de los mismos tres colores con lino, que se usaba en el velo de separación. Esa era la capa interna, la de más adentro. Pero la capa externa con la cual se cubría el arca por fuera, que era de pieles de tejones, era de color café, ¿recuerdan? Esa también se doblaba en forma cuidadosa y cubría el arca por encima, para moverla de un lugar a otro.
- Vean ustedes que hermoso simbolismo también. El arca representa el trono de Dios.
- La ley representa el carácter de Dios.
- Y ese carácter santo y puro de Dios era cubierto por el velo que representa a Cristo.
- Y luego, se usaba la capa externa, que representa la humanidad de Cristo, para cubrir la parte divina que estaba dentro.
- Para mover el arca, tenía que estar cubierta con el velo de los tejones de color café, que representa la humanidad de Cristo. La divinidad cubierta por la humanidad. Y así era transportada. Nadie podía verla.
Las varas nunca se sacaban. Eso representa los clavos que atravezaron a Cristo, en Su cuerpo. Para hacer recordar el sacrificio de Cristo. Por esa ley, se dejaban esas varas que tenían que entrar por los orificios. Y con eso era transportada de un lugar a otro. El arca era llevada en los hombros de los Levitas, que habían sido señalados especialmente con la responsabilidad de ese trabajo. La penalidad, la paga de la desobediencia sobre este punto, causaba la muerte.
Lean ustedes por ejemplo en 1 Crónicas 13, cuenta la historia cuando David decidió mover el arca y llevarla a Jerusalén. David intenta traer el arca. Y dice el versículo 5 en adelante, David reunió a todo Israel desde Silor de Egipto hasta la entrada de Amat, para que trajesen el arca de Dios, de Quiriat Jearim. Y subió David con todo Israel a Baalá de Quiriat Jeraim, que está en Judá, para pasar de allí el arca de Jehová Dios, que mora entre los querubines, sobre la cual Su nombre es invocado. Y llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo. Y Uza y Aio guiaban el carro.
Y David y todo el pueblo de Israel se regocijaban delante de Dios, con todas su fuerzas, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas. Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano al arca para sostenerla, porque los bueyes tropezaban, y el furor de Jehová se encendió contra Uza y lo hirió porque había extendido su mano al arca, y murió allí delante de Dios. Y David tuvo pesar, porque Jehová había quebrantado a Uza, por lo que llamó a aquel lugar Perez-Uza hasta el día de hoy. Y David temió a Dios aquel día, y dijo, ¿cómo he de traer a mi casa el arca de Dios?
Es algo muy tremendo cuando uno piensa, que el bien intencionado Uza trató de impedir que el arca se cayese. Era algo sagrado el arca. Y cuando él vio que los bueyes tropezaban, que el camino era escabroso, y que el arca se tambaleó, al ir los bueyes por el camino, y estuvo a punto de caerse, en ese carro nuevo que habían construido para transportar el arca, él se adelantó en buena intención, tratando de proteger el arca y estiró su mano para sostenerla, y en ese momento quedó fulminado por la gloria de la presencia de Dios.
Nosotros podemos pensar que ese es un castigo muy severo, para un hombre que tenía una buena intención. Uza deseaba evitar que el arca se cayera. Pero la instrucción de Dios era, no será vista ni tocada por nadie. Hombre alguno pondrá su mano pecadora sobre el arca de Jehová. Ni siquiera los Levitas que eran consagrados a Dios, que tenían que lavarse y ponerse sus vestiduras blancas para transportar el arca de Dios, podían tocarla. Lo que ellos podía tocar, era las varas. Pero el arca no la podían tocar. Por eso, las varas se colocaban y quedaban en su lugar. Nadie debía tocarla. Ni siquiera para ponerle las varas en su lugar.
Y uno dice, ¿Por qué tan severo? Esto nos enseña la santidad de la ley de Dios que iba en el arca del pacto. Y que debemos tratar esa ley con tremenda reverencia y solemnidad. Que nunca debemos tratar la ley de Dios con indiferencia, o dejar de lado ninguno de sus preceptos. Es una ley santa y debe ser tratada con santidad y solemnidad.