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Editorial
Nuestra
incomodidad continental comienza con la imposición de un cristianismo que
llegó en la cubierta de caravelas, luego fuimos presa del Iluminismo
francés que cobra forma en la gestación de las naciones republicanas
para luego convertirnos en otro escenario de las rivalidades de los dos
bloques mundiales Este/Oeste reflejo de la luchas entre liberalismo y
socialismo. Hoy asistimos al desmoramiento de estas importadas propuestas
sociales y sus utopías que han demostrado su incapacidad para interpretar
la realidad de nuestro Continente y mucho menos impulsar su desarrollo,
como respuesta a esta crisis, hace unos 30 años surge el discurso
indianista con raíces en nuestra propia realidad recogiendo la sabiduría
de las milenarias culturas conservadas por las comunidades indígenas.
Pero
la contaminación no solo ha sido de ideologías, nos han dejado de paso
un medioambiente deteriorado que amenaza la continuidad de la vida en el
planeta. Esto ha hecho reaccionar a grupos sensibles que se han convertido
en ecologistas defensores del medio ambiente, que en sus legítimas
demandas han percibido que es necesario dar un vuelco más profundo: la
Humanidad debe recuperar el vínculo con la naturaleza y aprender de ella
para recuperar la armonía entre los seres humanos, es en este contexto
que se revalorizan las antiguas culturas y modos de vida, lo que estaba
previsto en nuestra visión histórica y las profecías del Nuevo Ciclo (Pachakuti)
que comienza al terminar el que correspondió a los 500 años de la invasión
europea. Por ello este discurso indianista no surge solamente para buscar
una salida desde nuestra propia realidad a los dolorosos conflictos de
nuestro Continente sino tambien como un aporte para el desarrollo de toda
la Humanidad.
Comité editorial
LA
TAWANTINSUYUNIDAD ES UNA DOCTRINA,
UNA FILOSOFÍA Y UNA OPCIÓN.
La
Tawantinsuyunidad(Indianidad)actual, continuadora del Incaismo Tawantinsuyano,
comporta una doctrina, o ideología, una concepción filosófica y
una opción existencial o de vida. Esto significa que para ser
considerado Tawantinsuyano auténtico es preciso, o haber nacido y
haberse educado en una comunidad oriunda/India/, a consecuencia de
lo que se tiene todo un conjunto de ideas coherentes, además de
ciertos modos definidos de comportamiento, o en su defecto, al no
haber nacido o no haberse educado en un medio de una comunidad
oriunda, cualquier persona puede llegar a serlo si luego de estudiar
y meditar, asume todas las ideas y comportamientos definidos que
identifican al tawantinsuyano. Esto último expresa que por la vía
del pensamiento sistemático y del perfeccionamiento personal, se
puede llegar a las alturas de la indianidad, se puede tener el
privilegio de ser tawantinsuyano.
En una primera aproximación, el conjunto de ideas y las formas o
modos de comportamiento que definen lo indio, son brevemente lo que
pasamos a revisar:
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VISIÓN
INTEGRADA Y UNITARIA DEL UNIVERSO
Uno
de los ángulos que caracterizan el pensamiento filosófico indio es
su visión integrada y unitaria del universo. El pueblo
Tawantinsuyano nunca tuvo lo que en occidente se denominan
alternativamente, sea la perspectiva geocéntrica (la tierra
es el centro del universo), sea la perspectiva etnocéntrica
(un cierto pueblo es el centro del universo), sea la perspectiva homocéntrica
(la persona humana es el centro del universo), sea la perspectiva
individualista (el individualismo es el centro del universo),
repetimos que el pensamiento occidental se ha movido siempre en
alguna de estas perspectivas, muy lejos, por supuesto, del
pensamiento Tawantinsuyano, que ve al universo como una infinita y
deslumbrante unidad.
Para nuestros Inkas, Pachamama (que es todo el universo),
unifica el espacio con el tiempo. Todo lo que existe es parte de
ella o procede de ella. El pasado ha generado el presente (y por
tanto, también es presente) del mismo modo que el presente va
formando el futuro, (y por tanto, también es futuro); de esta
manera Pachamama unifica el pasado con el presente y futuro,
asimismo, los muertos, que en su momento fueron gestados por
Pachamama, vuelven a ella y en su seno retornan a la vida (y por
tanto no mueren); pero Pachamama contiene el germen de todos los
seres que nacerán en el futuro, así como cuida amorosamente a los
seres existentes. de esta forma, Pachamama, contiene en su seno los
seres del pasado y los seres del futuro, al mismo tiempo que protege
y cuida a los vivos. Pero como todo en el universo contiene el sello
vital de Pachamama, en ella se concentra todo el espacio, todos los
seres y todos los tiempos.
De donde se tiene que Pachamama es todo el universo, es todo el
espacio infinito (con todo lo que en el existe), del mismo modo que
también contiene todo el pasado, el presente y el futuro. En esto
consiste la visión integrada y unitaria del universo, propia de la
visión andinoamazónica, que hoy conservamos los Tawantinsuyanos.
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LA
ARMONÍA UNIVERSAL
Como
una derivación de lo anterior, la actitud existencial india no
es de lucha contra la naturaleza, sino de armonía con ella.
Esto
pone de manifiesto otra de las grandes diferencias que tiene el
pensamiento y la actitud existencial Tawantinsuyana, respecto de occidente,
que de una manera absurda y pedantesca considera que la humanidad se
encuentra en lucha constante contra la naturaleza, a la que sin ningún
fundamento cree hostil.
Para el occidente, la humanidad se enfrenta a la naturaleza para
arrebatarle sus riquezas, con el objeto de disfrutar de ellas.
Por ese camino se ha conducido al mundo a la contaminación
ambiental, que hace a la tierra cada vez más inhabitable. Para
nosotros los tawantinsuyanos, esta forma de plantearse las cosas es
totalmente erróneo y absurdo.
Los tawantinsuyanos consideran que la naturaleza que nos protege,
nos permite también desarrollarnos, cuida de nosotros y se alegra
en sus campos floridos cuando estamos en armonía con ella; pero
también sabe entristecerse cuando quebramos sus reglas, entonces,
puede enviarnos los rayos, granizo y nevadas, o puede hacer que
enfermemos. La enfermedad procede de una quiebra de ordenamiento
natural, por eso es que la salud vuelve cuando se corrige esa
quiebra y se retorna a la obediencia de las leyes naturales.
Pero como las gentes nacen de Pachamama, es lógico y comprensible
que la naturaleza tenga sentimientos y necesite de amor y cariño,
por eso es que además de buscar la armonía con el orden natural,
es preciso también amar a las plantas, a los animales, a las montañas,
al amarlos, debemos expresar nuestros sentimientos dándoles de
nuestra bebida y nuestra comida, y debemos cantarle sentidamente y
recitarles versos de amor y alabanza, al tiempo que le pedimos que
nos sigan siendo propicios y nos sigan protegiendo y nos den salud y
vida.
De allí que mientras en occidente se destruye la naturaleza,
nosotros los indios que somos herederos y descendientes de los incas,
siempre hemos buscado embellecerla. El occidente trae la destrucción
de todo lo bello y fantástico que tiene la naturaleza; los Tawantinsuyanos la amamos, la embellecemos y le damos cariño.
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IDENTIDAD
CON LAS COSAS O SERES NATURALES
Si
las gentes al morir vuelven al seno de Pachamama, la vida también
retorna a ella, por tanto, la naturaleza toda está plena de vida en
las pampas, en las grutas, en los manantiales, en los cerros, en las
piedras. Así pensamos los Tawantinsuyanos y en esto también nos
diferenciamos del occidente, en donde se piensa que la vida no
vuelve a la naturaleza, para el occidental los muertos se van a
mundos desconocidos.
Nuestros incas pensaban que en todo lo natural hay una fuerza vital; que
la vida mora en los pájaros, en las plantas, en los animales, en
las grandes elevaciones, en las rocas, por eso tallaron las piedras
con piedras, para no herirlas, por eso hicieron muros de piedras
perfectamente labradas para que engarzaran las unas con las otras,
para que se apoyaran mutuamente; y en ello pusieron amor, porque a
las piedras hay que amarlas como se ama a los padres, a los hermanos,
a la comunidad, a las gentes.
El occidental ha perdido desde hace muchos siglos ese amor. Por eso
nunca llegará a entender la grandeza de machupichu, de Saqsaywaman,
de Pisaq, de Ollantaytampu, ni nada de lo que salió de manos incas.
Al occidental, las inigualables obras de nuestros mayores solo le
pueden causar un asombro enorme, inconmensurable, pero nunca podrá
entenderlas, porque ellos no tienen amor para las piedras como lo
tenemos nosotros los tawantinsuyanos.
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LA
HERMANDAD NACIDA DE LA NATURALEZA
Y LA TIERRA
Puesto
que todos nacemos de la naturaleza, la humanidad debe ser en nuestro
concepto, una inmensa hermandad, que toma formas concretas en los
ayllus. En esto igualmente, nos diferenciamos de los occidentales,
para quienes el mundo no viene a ser sino un inmenso campo de luchas
entre las gentes; en estas luchas se encuentran enzarzados aún los
parientes mas cercanos.
Nuestros Inkas visualizaban el mundo como poblado por gentes
emparentadas por su origen común en Pachamama. Pero como Pachamama
lo es todo, y no podemos estar en contacto con todo el universo,
entonces, nuestra fraternidad cósmica se expresa concretamente en
los ayllus, vinculados a un localidad y protegidos por una
prominencia tutelar, sea este un nevado, un cerro o una roca. En
torno de su prominencia tutelar se agrupa cada ayllu, en que todos
los niños son cuidados por todos los mayores; que los educan en la
práctica de la minka y el ayni, y en el criterio de que una parte
importante de los trabajos de cada quien debe estar orientado al
bienestar general. Para los incas, los pueblos los pueblos agrupados
en ayllus son iguales. En el seno del Tawantinsuyu hubieron pueblos
de distintos colores de piel que iban desde el blanco hasta el
cobrizo mas intenso; este carácter multiracial del incario lo
constataron los propios cronistas españoles que se encontraron con
que aquí habían pueblos con la piel mas blanca que los españoles;
pero aquí también habían pueblos con la piel mas oscura.
Este es el fundamento de que el indianismo excluya categóricamente
el racismo; nunca jamás, ni nuestros antepasados ni nosotros los
indios somos ni seremos racistas. En cambio, la historia prueba
concluyentemente, que el racismo moderno nació en occidente, como
una expresión del robo, la expoliación y el sojuzgamiento a que
sometieron a otros pueblos.
Lo dicho es el fundamento de otro hecho histórico inconmovible,
consiste en que los pueblos que se integraban al Tawantinsuyu se hacían
beneficiarios de la civilización y de la inmensa cultura de
nuestros Inkas. En contraposición a este hecho inconmovible, los
imperios occidentales nunca fueron portadores del progreso ni de la
cultura sino de la opresión, la violencia y la sujeción. Esta
diferencia de comportamientos ha hecho que la encallecida mentalidad
de occidente no llegue a concebir que el incario haya sido la única
nación que efectivamente llevó el beneficio a los pueblos que se
fueron incorporando a su maravillosa constelación. Es claro que
esta incapacidad la comprendemos y nos tiene sin cuidado, así como
entendemos plenamente la generosidad de los Incas con los pueblos
que se le iban plegando; y lo entendemos, porque para nosotros los
Tawantinsuyanos, la vida haya su justificación en los servicios que
somos capaces de prestar a nuestra comunidad, y a través de ella, a
otras comunidades y pueblos.
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El
TAWANTINSUYUNISMO ES COMUNITARISMO
MIENTRAS EL OCCIDENTE ES EGOÍSMO.
De
la concepción tawantinsuyana referente a la hermandad humana nace su sentido
comunitarista, del mismo modo que de la concepción individualista
del occidente nace el egoísmo. He aquí otra diferencia entre
nosotros y ellos; los Tawantinsuyanos nos debemos a la tierra
y a nuestra comunidad, y por eso es que somos humanistas absolutos,
mientras que los occidentales viven para si mismos, en una clara
actitud antihumanista, (y para tranquilizar su conciencia, muchos teóricos
occidentales elaboran formularios humanistas)
Para los incas, la medida del valor de las personas estaba dada por
su aporte en beneficio de la comunidad, del pueblos y del país. En
tiempos del Tawantinsuyu se exaltaba al que por sus virtudes había
llevado el progreso y el bienestar a sus hermanos. En esta forma de
encarar la existencia, el aprecio social recaía sobre quienes
mostraban adhesión e identidad con su ayllu y su nación, y no
sobre quienes hacían ostentación personal de sus riquezas
individuales; todos habían sido formados en este criterio, que
constituía su sicología de base: A nadie se le habría ocurrido en
el Tawantinsuyu acumular riquezas, en desmedro de su ayllu. Muy
distinto es en occidente, en que la mentalidad se orienta y se
orientó siempre hacia el logro y beneficio personal, nacido del
pensamiento y la práctica individualistas. Para un occidental; el
lucro y el amor a si propio, son la piedra de toque del valor de las
personas.O sea que la diferencia fluye muy clara: mientras que para
os incas el amor supremo de las personas era hacia el pueblo, y por
tanto, el aprecio hacia si mismo solo venía a través del amor a
los demás; para los occidentales, el amor narcisista por uno mismo
es el punto más alto del amor y el afecto. (y solo como excepción,
y secundariamente, se halla el amor a los demás).
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EL
TAWANTINSUYUNISMO PRESUPONE LAS MAS ALTAS
VIRTUDES SOCIALES
El
amor supremo a su pueblo, como fundamento del comportamiento de las
gentes, explica las virtudes Tawantinsuyanas y su elevada moral,
puesta de manifiesto en la generosidad y desprendimiento, en la
adhesión a su comunidad y su tierra, en la honestidad que excluye
la mentira y el engaño, y en el trabajo que excluye el parasitismo
y la ociosidad, Nuestra diferencia con el occidente en este plano es,
igualmente nítida, puesto que para el individualismo occidental
existe una implícita justificación a todos los actos que conduzcan
al beneficio personal, tales como la carencia de adhesión
comunitaria, el egoísmo la mentira y el engaño (para obtener
ventajas y privilegios individuales) y el parasitismo y la ociosidad
(porque esta es la vía para el enriquecimiento personal, y es la
base de la ostentación y prestigio sociales).
Así sucedió que nuestros Incas vieron en los metales preciosos no un
medio de acumulación de riquezas sino simples objetos que permitían
expresar la belleza. El oro y la plata eran para los Tawantinsuyanos
metales propios para la plástica, que Pachamama les ofrecía de sus
entrañas para que exaltaran todas las manifestaciones de lo bello,
que había en la armonía universal. Con esos metales, nuestros Incas
rendían culto a Pachamama y a sus antepasados. Para los
occidentales, que habían establecido en sus países una economía
de cambio, el oro y la plata tenían condiciones excepcionales para
concentrar valor y para acumular riquezas y poder; por eso es que
cuando las hordas bárbaras españolas se precipitaron sobre los
jardines Tawantinsuyanos, con una incontenible avidez por los
metales preciosos, no podían sino causar asombro en los indios que
los veían presa de locura homicida por apoderarse de los metales
aquellos; su asombro se explica además, porque a los incas les placía
obsequiar mas los primorosos tejidos obra de la mano humana.
El hecho es que para nuestros Incas el oro y la plata eran obsequios
de Pachamama, lo que pone de relieve su grandeza humanística en
frente de la rapiñezca pequeñez occidental, creadora del
capitalismo; todo esto hace indiscutible la inmensa superioridad
moral Tawantinsuyana, sobre la pobreza moral y abismal iniquidad de
occidente.
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LA
TIERRA NOS COBIJA Y NOS PROTEGE, ELLA NO NOS PERTENECE, SINO AL REVÉS,
NOSOTROS LE PERTENECEMOS.
Consecuentes
con nuestra visión integradora y cósmica, los tawantinsuyanos, que nos
sabemos nacidos de la naturaleza, de Pachamama, y conscientes de que
nos ligamos a ella a través de nuestro terruño y de nuestras
prominencias tutelares, estimamos que somos nosotros los que
pertenecemos a la tierra, que es la propia Pachamama, y no puede ser
al revés; las gentes no pueden ser propietarias de la tierra, de
Pachamama, que nos d la vida y nos permite la existencia. diferenciándose
de nosotros, los occidentales que ven esto de manera muy distinta;
ellos se han sentido y se sienten oponentes y no hijos de la
naturaleza, a la que han sometido a la depredación y el saqueo,
para cuyo efecto se han hecho ver por si y ante si de partes mas o
menos extensas de la tierra.
Nuestros Inkas, que obraban con el máximo de racionalidad humanística,
sabiendo que Pachamama protege a la gente sin excepción alguna,
consideraban que toda persona, por el solo hecho de nacer, tenía
derecho a usufructuar una parcela de tierra. Ese usufructo de la
tierra no implicaba su propiedad, porque nadie puede ser
propietarios de Pachamama, que en su infinito poder nos ha dado vida
y medios de subsistencia, ese principio, que para nosotros es tan
claro, nunca será entendido por el occidente rapaz y depredador, de
la misma manera que un delincuente pertinaz no entiende la conducta
de una persona honrada. El ordenamiento Tawantinsuyano para hacer
cumplir sus leyes, imponía también castigos de muy diversa especie,
pero entre esos castigos jamás estuvo incluido el despojo de una
parcela, indispensable para asegurar la subsistencia de todas y cada
una de las personas. Algunas veces se hacía necesario trasladar a
algunas gentes de una zona a otra, pero eso no comportaba nunca el
despojo de su parcela indispensable, porque en cambio de una se le
daba otra. Nuestros Incas, ni siquiera a sus mas encarnizados
enemigos les dejaron sin tierras, porque ello era contrario a la
visión de Pachamama, consistente en ofrecer sustento a todos. La
obediencia al principio de cuidar y facilitar la función maternal y
protectora de Pachamama, hizo que en las campañas emprendidas por
nuestros Incas, los tawantinsuyanos estuvieran absolutamente
prohibidos de dañar las sementeras en las que Pachamama gestaba y
desarrollaba la vida vegetal, para asegurar el mantenimiento de sus
cultivadores.
En
oposición a esta forma tan profundamente humana de comportamiento,
los occidentales actuaron siempre con el pensamiento fijo en lo que
significativamente llaman "lucha por la vida" de cada
quien; lucha en la que no les importa sacrificar la existencia de
los demás con tal de preservar la propia; pero el olvido del
respeto a los demás ha llevado al occidente a la degeneración
inhumana de considerar al que se opone a sus ímpetus rapiñezcos,
digno no solo de ser despojado de todo (incluso de sus tierras) sino
también muerto; aún mas, parece que las matanzas y genocidios les
produjesen un placer sádico; en las guerras matan a los adultos
tanto como a los niños, a los ancianos y a las mujeres indefensas,
al mismo tiempo que arrasan los campos y aplastan los poblados. Así
han procedido siempre y así procedieron en estas tierras, cuando
pusieron aquí sus sucios pies; durante las décadas que siguieron a
la invasión conquistadora, los españoles dieron muerte a mas de
las cuatro quintas partes de la población tawantinsuyana.
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EL
TRABAJO ES FUENTE DE ALEGRÍA, PORQUE NOS APROXIMA A LA PACHAMAMA
En
nuestra perspectiva tawantinsuyana, la naturaleza nos ofrece sus frutos en
abundancia, cuando la ayudamos a hacer germinar las plantas y cuando
cosechamos aquello que nos servirá para sobrevivir; de esta forma,
el trabajo nos identifica con la naturaleza, al par que nos hace
vivir a plenitud; o sea que al mismo tiempo, el trabajo nos eleva a
las alturas de los poderes infinitos y nos permite satisfacer
nuestras necesidades; en suma, el trabajo es la mas elevada manera
de realización humana, y por eso mismo, debe ser motivo de alegría
y no de dolor o sacrificio. De ello fluye que trabajar para el tawantinsuyano
es parte indisoluble de la naturaleza humana, (y por tanto, todos
estamos en obligación de trabajar) y su ejecución debe ser siempre
motivo de alegría y jolgorio. En este aspecto tampoco concordamos
con los occidentales, que menosprecian el trabajo y exaltan las
formas mas descaradas de parasitismo y la explotación: para ellos,
el trabajo produce pena y aún dolor, por lo que uno de los anhelos
es liberarse de hacerlo recargándoselo sobre los demás; por eso es
que la mentalidad occidental ha conducido al capitalismo y a la
explotación humana (el occidental es el lobo de sus prójimos).
Nuestros Inkas tenían por indiscutible la identidad del trabajo con la
alegría y la vida; para ellos trabajar no era sino vivir
alegremente, aprendían por el trabajo, se vinculaban ente ellos, y
con Pachamama, se mantenían saludables por el trabajo, se
realizaban por el trabajo y sus mejores fiestas las llevaban a cabo
trabajando; por eso es que la casi totalidad de sus canciones, de
sus danzas y de sus expresiones de alegría se relacionan con el
trabajo. No hay pueblo que supere a los tawantinsuyanos en la
glorificación del trabajo, al que rodearon de dulzura y de ambiente
festivo: los propios gobernantes mayores como el Inca, el Willaq Uma
y todos los miembros del Consejo de estado trabajaban la tierra con
satisfacción rebosante. El gran andén de Qolqanpata en el Qosqo (Cusco)
era cultivado era personalmente cultivado por nuestro Inca, quién
ofrendaba sus frutos al padre solar. Esto es sencillamente
impensable para el occidente, en que los poderosos estimaron siempre
que el trabajo es propio de las clases bajas; entre ellos, la
holgazanería y ociosidad desvergonzada son atributos de los señores
mas distinguidos; su marginación convirtió al trabajo en una
fuente de dolor, sufriendo esfuerzo, agobio, opresión, vasallaje,
esclavitud y humillación.
Pero si para nosotros los indios el trabajo es una condición
indesligable de la vida, la posibilidad de la desocupación debe
estar excluida. Es esto precisamente, lo que sucedió en el
Tawantinsuyu, en que los incas gobernaron con tal sabiduría que
nunca hubo el mas leve asomo de desocupación; es el único caso de
la humanidad civilizada en que no existió ni subocupación, ni
desocupación absoluta.
Esta
característica sobresaliente debe ser atribuida tanto al sistema
como al gobierno Incásicos: en el Tawantinsuyu se gobernaba para el
bien general efectivo, derivado del trabajo hecho alegría-. esta es
la otra cara de la medalla de lo que el occidente aportó al mundo,
consistente en la desocupación y la miseria; y es que la explotación
y el parasitismo se basan en la desocupación y en la subocupación,
generados por el sistema occidental, porque habiendo desocupados
puede pagarse míseramente a los que trabajan, dado que hay siempre
quien los pueda reemplazar. así se explica también que mientras
ente nuestros Incas nunca se presentó la miseria absoluta, en el
occidente hubo siempre, al lado de la opulencia, una extensa y lúgubre
masa de personas que viven en la miseria mas espantosa.
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LA
ECONOMÍA FUE PUESTA POR NUESTROS INKAS AL SERVICIO DE LA SOCIEDAD.
Puesto
que para nosotros los Tawantinsuyanos, es tanto una obligación como una
posibilidad trabajar con alegría, en nuestro concepto, la economía
debe estar al servicio de la sociedad, de modo que la organización
económica sea un derivado de la organización social; o sea que la
estructura social debe encontrarse en la base de la formación económica,
con el resultado de que las diversas formaciones económicas
occidentales, por ser siempre globalmente ineficientes, dieron
origen a un permanente desequilibrio social, traducido en la
constante desocupación y miseria, al lado mismo de la opulencia y
la explotación.
Para nuestros Incas, los ayllus no solo eran unidades sociales de base,
sino también centro de producción económica, en que presentaban
conjuntamente la agricultura, la industria y los servicios. En esos
tiempos de prosperidad, los guías y dirigentes sociales eran al
mismo tiempo los que organizaban la producción y distribución de
los bienes y servicios, en obediencia de las características de su
medio físico y de las particularidades y habilidades de los
integrantes de la población; así sucedió que la economía devino
en servidora de la sociedad. En el occidente ocurrieron las cosas de
otra manera, allí, para que pudiera desenvolverse la economía
esclavista debió la sociedad condenar a los mas a la esclavitud y a
la vez encumbrar a los esclavistas; cuando a la economía esclavista
le sucedió la feudal, hicieron su aparición los señores feudales
y los siervos de la tierra; y cuando finalmente al feudalismo le
siguió la economía capitalista en la sociedad se encumbraron los
burgueses en la cúspide mientras los proletarios caían en los
abismos de la sociedad, en todos esos casos, la sociedad jugó el
papel de subsidiaria o servidora de la economía de la explotación.
De
lo anterior fluye también otra distinción. Ella consiste en que
mientras en el Tawantinsuyu los dirigentes mas apreciados y queridos
eran los mejores organizadores sociales, en el capitalismo, quien
asume el poder efectivo mayor es el gran empresario. en los tiempos
del Incario, a todos los niveles del gobierno les correspondían
consejos formados por las personalidades mas ilustres, que elegían
de su seno al primero entre iguales, el Inca, por ejemplo, era
elegido por el Consejo del Estado de entre los mas eminentes e
ilustres, sin que para ello fuera decisiva la opinión de su
antecesor o alguna ley fija de sucesión; y en el Consejo del Estado
se le tenía como primero entre iguales; de esta manera los
gobernantes eran los mejores y los mas devotos servidores de su
pueblo.
En el capitalismo, quienes tienen el poder efectivo y la decisión
son los que por todos los medios han acumulado riquezas para su gozo
y satisfacción personales; estos potentados son los que ejercen el
poder efectivo detrás de los gobernantes, que son algo así como
sus mandaderos; estas gentes no tienen ninguna vocación social, y
por tanto, su actuación nunca se orienta al servicio general sino
al acrecentamiento de la riqueza de los mas ricos.
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SOLO
HAY EQUIDAD Y EQUILIBRIO SOCIAL CUANDO NO SE OPRIME NI RELEGA A LA
MUJER.
En
la mentalidad nuestra, la medida del equilibrio social está dada
por la situación de las mujeres; cuando ellas pueden desenvolverse
en todas sus posibilidades existe un máximo de equilibrio y equidad;
y al contrario, cuando las mujeres no pueden desenvolverse a
plenitud hay un claro desequilibrio social. Para los occidentales,
las mujeres siempre constituyeron el sexo relegado, de segundo orden,
detrás de los hombres.
Nuestros incas, estimaban que la actuación mínima se integra de cuatro,
que no es sino la representación mental de una comunidad humana
reducida a su mas elemental expresión, en toda comunidad deben
existir dos parcialidades, la Hanan y la Hurin, y en cada una de
esas parcialidades lo menos que puede haber es una pareja humana,
nunca el individuo solo. Pero como la comunidad es una gran
hermandad familiar, su conducción debe estar en manos de hombres y
mujeres eminentes, de hecho, en el tiempo tawantinsuyano habían
grandes comunidades gobernadas por mujeres (las mas conocidas
llegaron a ser las capullanas); no sería aventurado pensar que
frecuentemente habían mas mujeres gobernantes que hombres
dirigentes, porque el mismo poder supremo universal., o Pachamama,
era la madre protectora de todos. Entre los incas la relación
hombre/mujer era de tanta igualdad, que los esposos se consideraban
entre si hermanos y se llamaban entre si hermanos (esto dio lugar a
que en su estupidez monumental, los invasores europeos creyeran que
los Incas se casaban entre hermanos consanguíneos, cuando
precisamente esta clase de uniones estaba rígidamente prohibida);
esta visión social la trasladaron los tawantinsuyanos al universo,
en que todos los seres viven en grandes comunidades, por parejas,,
nunca solos. Como una contrapartida de esta visión, para el
individualismo occidental, la mínima expresión humana es el hombre
(no es siquiera el hombre o la mujer, sino el hombre a secas), en
torno del cual erige toda su concepción social: el hombre busca su
mujer que le dará hijos (con filiación únicamente masculina (y
que le servirá como amante y sirviente hogareña, sin posibilidades
de desarrollo social pleno. de esta forma surge una importante
distinción en el trato a las mujeres, que es la que sigue: para nuestros Incas, la mínima unidad humana la constituyeron dos parejas entre
las que no hay ni preeminencias ni marginación, en cambio, para los
occidentales la mínima unidad humana es el hombre (siendo la mujer
un ser secundario), para el occidente siempre la mujer constituyó
el segundo sexo después del primero que no es otro que el masculino.
En el Incario, la gran comunidad familiar, que además era un gran
centro de actividades económicas, fue dirigida por el hombre y la
mujer (y en casos extremos el hombre o la mujer), para los Tawantinsuyanos el
poder debe compartirse equitativamente entre ambos sexos; hombres y
mujeres dirigen la comunidad, también dirigen la economía; es
decir, todo el proceso de la vida social. Este fue el caso de los
Incas.
En una sociedad individualista, quien manda en la empresa es el
hombre (porque la mujer se halla relegada a la estrecha vida del
hogar machista) y como la vida social no es la de una comunidad
familiar, es el hombre quien casi exclusivamente tiene los cargos de
mando y dirección: de donde se sigue que en el mundo capitalista
occidental, la mujer ocupa inexorablemente los segundos planos,
nunca los primeros. En su contexto, no hay posibilidad alguna de lo
que en llamarse la liberación femenina porque occidente nació bajo
el signo del machismo, la preeminencia masculina y la relegación y
sojuzgamiento de la mujer.
Como el destino del niño es el mismo que tiene su madre, en las
sociedades en que a las mujeres se les trata con equidad y sin
opresión, los niños son amados, educados y criados por todos. Es
el caso de nuestros Incas, en que todo niño, fuera hombre o mujer,
tenía asegurados los medios de subsistencia. Además de un trato
igualitario, puesto que todos eran hijos legítimos, por la simple
razón que todos eran hijos naturales, hijos de Pachamama; y si bien
los niños sabían de que padres individuales procedían, a todos
los de la generación paterna los trataban indistintamente de padres
o tíos, puesto que todos los coetáneos de sus padres individuales
los consideraban como a sus propios hijos. por eso es que el niño
incásico vivía y se desarrollaba rodeado de afecto y solidaridad,
de suerte que los lazos sentimentales que lo unían a su pueblo eran
tan grandes, que no podía vivir jamás fuera de ella, los triunfos
de cada quien eran el triunfo de todos, del mismo modo que las
desgracias de cada quien eran lloradas por todos. A ese niño,
cuando mayor nunca se le habría ocurrido plantearse las cosas en términos
de su persona individual, porque en su mente como en su vida práctica
sucedía la absoluta interrelación social.
En occidente, el niño nace en un medio de desigualdades, sea porque
su familia es de ricos o pobres, sea porque el mismo es considerado
hijo legítimo o hijo natural aprende desde el principio que la
sociedad es una selva en que cada quien es enemigo y competidor del
otro y en que el hombre está destinado a luchar contra la
naturaleza, en esta visión de oscura hostilidad, se le machaca por
todos los medios que para sobrevivir le está permitido aplastar a
los demás, y como de su propia experiencia desprende que todos los
individuos viven su propia vida, cuando crece no se siente ligado a
nada ni a nadie, salvo el propósito d lograr para si propio todos
los bienes materiales que le sean posibles. Puesto que en la selva
occidental, los unos son los lobos de los otros, el mas fuerte o el
mas macho es el que se impone. ante un macho la mujer es un simple
objeto. Así es el abominable occidente.
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LA
ETERNA SUPERIORIDAD HUMANISTA TAWANTINSUYANA SOBRE EL OCCIDENTE
INDIVIDUALISTA, RAPIÑEZCO Y OPRESOR
Mucho
mas podemos agregar sobre la TAWANTINSUYUNIDAD y sobre las distinciones que
existen entre el ser tawantinsuyano y el ser occidental. distinciones y
diferencias que ponen de manifiesto la eterna superioridad tawantinsuyana,
heredera del Incario y de su gran creación el Tawantinsuyu.
De lo anterior surge pleno y vigoroso nuestro ancho orgullo
tawantinsuyanista, y con el movimiento Tawantinsuyano, que lanza la afirmación de
que el occidente capitalista, con todas sus lacras y porquerías
solo lo puede reemplazar superándolo, el socialismo de inspiración
incásica.
La experiencia nos muestra que el socialismo de inspiración
occidental no es ninguna solución adecuada, porque tiene taras
insalvables de nacimiento. En cambio, todo lo tawantinsuyano es
colectivista, y consecuentemente, socialista de la calidad mas pura,
tanta que mientras las lenguas occidentales no sirven para
transmitir todo el pensamiento tawantinsuyano, las lenguas tawantinsuyanas no
encajan con la mentalidad y comportamiento individualista, rapiñezco
y opresor de occidente; y así ocurre con todas las manifestaciones
de nuestra amada cultura tawantinsuyana.
De allí que conservar y acrecentar la cultura tawantinsuyana, hereditaria
del incario, es cultivar el humanismo, la superioridad y el porvenir.
Porque así como a la opresión le sigue la libertad, así también
al occidente inhumano le seguirá el socialismo de raíz incásica,
que nosotros los tawantinsuyanos proporcionamos.
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Virgilio
Roel Pineda
Este
articulo fue tomado de http://www.encuentroindigena.cl
, El MPLT considera que el termino "indio" es producto de un
error e ignorancia de Cristobal Colon, quien penso que habia llegado a la
India. Nosotros, no nos dejamos "poner ese chicle en el pelo",
por eso en nuestra literatura oficial no la utilizamos y si lo
hacemos, hacemos tambien las aclaraciones del caso. Somos Tawantinsuyanos,
pues reconocemos al Tawantinsuyu como nuestro unico y legitimo
Estado nacion, una "nacion de naciones".... al que los foraneos
y opresores alguna vez comenzaron a llamar "indios" y que hasta
hoy utilizan cuando quieren ofendernos, insultarnos y hacer sentir
inferiores o cuando armados de "compasion y paternalismo infinito"
dicen luchar por nosotros y nuestros derechos. El
Tawantinsuyu, fue una realidad tangible, fue Estado, ideologia, modo de vida, modelo a seguir, fue la parte mas clara y gloriosa de
nuestra historia, en la que tenian su casa qechwas, aymaras, muchikas,
ashaninkas, machigengos y tantas otras naciones amazonicas. Es que el
Tawantinsuyu debio de ser, segun el sueòo de nuestros justos y sabios
Inkas, "las cuatro partes del mundo".. o sea todas las llamadas
Amerikas ... todo el mundo... en el que los pueblos vivirian hermandos
basados en la " DOCTRINA TAWANTINSUYANA". En este articulo nos
hemos permitido hacer correciones en algunas partes, pero que en nada cambian el
contenido total del mensaje con el que estamos totalmente de acuerdo y al
cual nos adherimos en su totalidad y la hacemos nuestra, pues constituye para nosotros DOCTRINA DE VIDA.
: se decia incas y se
cambio a " nuestros Inkas", se decia indios y se cambio a "tawantinsuyanos",
se dicia comunidades indias y se cambio " comunidades oriundas".
: El termino TAWANTINSUYANO, tiene dos significaciones. En primer lugar Tawantinsuyano es todo aquel ciudadano del actual estado y territorio erroneamente llamado peru, o sea no somos peruanos, sino mas bien TAWANTINSUYANOS. En segundo lugar, significa una ideologia y un modo de vida inspirados en los pricipios de nuestros pueblos y comunidades tawantinsuyanas antes de la invasion europea. Esta idologia y forma de vida se preserva en los plueblos llamados "indigenas", "indios", "campesinos",etc., no solo en el actual peru, sino tambien el los vecinos ecuador, bolivia, chile, argentina y otros. Ser TAWANTINSUYANO entonces significa, reconocer al Tawantinsuyu como el unico y legitimo Estado nacion y hacer suyas y vivir de acuerdo a la moral, buenas costumbres y filosofia tawantinsuyana original o sea "el modo de vida tawantinsuyano"
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