La República
(Perú) Miércoles 21 de junio del 2000
Desde Londres lo acusa de reconocer elecciones que Stein puso
en duda
Vargas Llosa: Gaviria se delata como
cómplice de la dictadura
Por Elena Miranda
Desde Londres, en una entrevista exclusiva para La República, el escritor Mario Vargas Llosa respondió ayer a la carta abierta que le dirigió el último fin de semana el secretario general de la Organización de Estados Americanos, OEA, César Gaviria, quien criticó duramente sus opiniones sobre el proceso electoral peruano y el rol de este organismo internacional en un artículo publicado en el diario El País, de España. |
¿Qué opina de la carta de César Gaviria en la que
concluye que su capacidad de análisis político es
proporcionalmente inversa a sus logros literarios?
Lo más grave de esta carta es que el señor Gaviria se delata
como un cómplice de la dictadura peruana. Él reconoce la
legitimidad de los comicios que su propia comisión, presidida
por el ex canciller Eduardo Stein, ha puesto en duda. Trata de
atenuar las conclusiones de esa comisión que clarísimamente
descalificó una elección, puesto que se retiró y se negó a
avalarla. Por otra parte, la carta es extremadamente pobre desde
el punto de vista intelectual. Termina pidiendo que yo no opine
sobre política con su frase zapatero a tus zapatos. Parece que
solamente los militares y los burócratas pudieran opinar sobre
política y que los ciudadanos comunes y corrientes estuvieran
impedidos de hacerlo. Creo que esta respuesta muestra la
extraordinaria ambigüedad del personaje que en lugar de asumir,
por lo menos, una neutralidad frente a lo que está ocurriendo en
el Perú, que es lo que están haciendo todos los gobiernos
democráticos responsables, muy claramente da indicios de su
parcialidad a favor de la dictadura, con laque tiene por
desgracia una vieja relación de complicidad.
Gaviria también lo acusa de ser intolerante y no
respetar las opiniones ajenas...
Eso no es verdad. Respeto las opiniones ajenas y he dado varias
veces muestras de tolerancia. Mis críticas al gobierno peruano
sólo arrancan del golpe de Estado de 1992. Hasta entonces, ni
siquiera di una opinión sobre lo que ocurría políticamente en
el Perú porque me pareció que, justamente por haber participado
en la elección del 90, la elegancia indicaba que era preferible
no intervenir. A partir del golpe de Estado, he tenido que
criticar lo que ocurría en el Perú porque yo critico a todas
las dictaduras. Durante un tiempo, éramos pocos los peruanos que
criticábamos a la dictadura. Ahora, lo que tenemos en el Perú
no solamente es una dictadura sino una dictadura muy afianzada
con la fuerza militar, con los medios de comunicación
intervenidos, con grandes instrumentos de coerción, desde la
Sunat y el SIN, que prácticamente se ha convertido en una suerte
de Gestapo nacional, y además con todo el dinero del Estado al
servicio del régimen, lo que le permite no solamente fraguar
elecciones sino comprar parlamentarios. Lo que ocurre en el Perú
es un escándalo cotidiano que desprestigia terriblemente la
imagen de nuestro país.
¿Cree que es un error el que muchos peruanos confíen en
que la misión de la OEA va a solucionar estos problemas?
Creo que es una ilusión. En la misión de la OEA viene el
canciller canadiense, Lloyd Axworthy, que es una persona
extraordinariamente digna y que ha dado una batalla admirable que
los peruanos siempre tendremos que agradecer. Los peruanos
siempre tendremos que recordar la actuación de ese canciller,
del secretario de Estado norteamericano, de los cancilleres de
Costa Rica y Argentina, que dieron una verdadera lección de
civismo y honestidad a sus colegas, pero también tenemos que
recordar la conducta de algunos gobiernos que, a pesar de ser
democráticos, nos han dado una verdadera puñalada por la
espalda.
Entonces, ¿no es suficiente la buena intención del
canciller canadiense y de otros miembros de la OEA?
El canciller canadiense tiene muy buena intención, pero
desgraciadamente las cosas que está haciendo el señor Gaviria
son verdaderamente bochornosas: ha prohibido que venga en la
misión, de acuerdo con el gobierno peruano, alguien que hubiera
participado de la misión que presidió el canciller Stein. Gente
del interior de la OEA me ha informado que Gaviria ha prohibido
que las personas que conocen el problema puedan venir al Perú
porque se lo ha pedido el gobierno peruano. La gente que está
llegando en esa misión, por una parte, está muy desinformada,
llega como a un territorio completamente virgen. En tanto que las
personas que sí tienen un conocimiento han sido prohibidas de
venir. ¿No es esa una declaración de complicidad abierta con la
dictadura?
¿Si no se puede tener esperanza en la misión de la OEA,
qué les queda a los peruanos?
Les queda movilizarse y amparar la defensa democrática en su
movilización y en la actitud de gobiernos y de instituciones que
están apoyando la salida democrática. Afortunadamente, hay
muchos en el mundo, la Unión Europea se ha pronunciado de manera
tan categórica en contra del fraude electoral, como todas las
grandes democracias occidentales. La presión internacional y la
movilización interna van a ser los instrumentos principales. La
OEA es un organismo que por desgracia está muy desprestigiado,
aunque hay algunas ramas como la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos que ha tenido una trayectoria muy respetable. La
organización como tal es ineficiente y realmente no ha puesto un
granito de arena en la democratización de América Latina. Lo
que se ha conseguido ha sido al margen de la OEA o a través de
la movilización de las propias sociedades latinoamericanas o de
la intervención de las Naciones Unidas y de las grandes
potencias occidentales. La OEA ha estado en manos de gente muy
mediocre y desgraciadamente el resultado es ése que vemos. Pero
Fujimori parece haber recibido el respaldo de los países
andinos, con la reciente presencia en el Perú de sus
gobernantes, y también de otros países.
Ha recibido el respaldo de democracias que ya no lo son o que
nunca lo fueron. México es una dictadura que tiene setenta y
tantos años. Este país tiene elecciones el 2 de julio y no se
puede descartar que haya una vez más fraude del PRI. No es
extraño que (el PRI) defienda la pureza de las elecciones
peruanas porque entre mafiosos existe una solidaridad de base. Lo
mismo en Venezuela. Un señor como el comandante Hugo Chávez,
que es un imitador de Fujimori, cómo no va a respaldar una
dictadura si lo que él quiere instalar en su país y ha
comenzado a hacerlo ya es una dictadura. Ecuador vive una especie
descomposición política. Ya no se puede hablar de una
dictadura, en realidad es la fuerza militar la que ha impuesto
esa fórmula que hoy día está gobernando este país. No
extraña nada que Ecuador haya respaldado a la dictadura peruana
puesto que está en esa dirección. No deben sorprendernos esos
gobiernos que son semidictatoriales, candidatos a dictadura. Han
actuado de una manera que es perfectamente previsible. Lo
sorprendente es el caso de países que son democracias como
Chile, Uruguay, el caso de Brasil, el más vergonzoso de todos.
Siempre habrá que preguntarse qué tipo d enjuagues secretos hay
entre el señor Fujimori y el gobierno brasileño, qué está
dándole a Brasil para que actúe de esa manera tan indigna y tan
poco democrática.
Sobre los tránsfugas Volviendo
al Perú, ¿qué opina de los congresistas tránsfugas
que están abandonando las filas de la oposición para
pasarse al oficialismo, con lo cual el gobierno de
Fujimori tendría mayoría parlamentaria? |