Rima XCIII


    Si copia tu frente
    del río cercano la pura corriente
    y miras tu rostro del amor encendido,
    soy yo, que me escondo
    del agua en el fondo
    y, loco de amores, a amar te convido;
    soy yo, que, en tu pecho buscada morada
    ,
    envío a tus ojos mi ardiente mirada,
    mi blanca divina...
    y el fuego que siento la faz te ilumina.

    Si en medio del valle
    en tardo se trueca tu amor animado,
    vacila tu planta, se pliega tu talle...
    soy yo, dueño amado,
    que, en no vistos lazos
    de amor anhelante, te estrecho en mis brazos;
    soy yo quien te teje la alfombra florida
    que vuelve a tu cuerpo la fuerza de la vida;
    soy yo, que te sigo
    en alas del viento soñando contigo.

    Si estando en tu lecho
    escuchas acaso celeste armonía
    que llena de goces tu cándido pecho,
    soy yo, vida mía...;
    soy yo, que levanto
    al cielo tranquilo mi férvido canto;
    soy yo, que, los aires cruzando ligero
    por un ignorado, movible sendero,
    ansioso de calma,
    sediento de amores, penetro en tu alma.



    Indice De Rimas