Anoche, cuando llegó del trabajo y se estaba lavando los pies con aguasal, Papá estaba contándole a Mamá que se había encontrado con un amigo al que hacía tiempos no veía .
-- Está viejísimo --comentó mientras se restregaba entre los dedos .
-- Y ¿ qué hace por aquí ? --preguntó entonces Mamá con una entonación que no era propiamente de pregunta .
-- Yo no sé .
Papá miraba distraídamente al rincón en donde Pepe se ocupaba de vaciar el costal del mercado: A un lado la panela, a otro el arroz, el maíz trillado...
Entonces terminó la frase:
-- No le pregunté ...
-- Estará detrás de la misma vieja que andaba persiguien-do todos los días -- apuntó Mamá mientras se inclinaba a recoger el tenedor que acababa de caérsele .
"La misma vieja". Papá no dijo nada. Parecía que estaba recordando .
-- Esta piedrita pómez si hay que botarla ya --dijo--. Yo soy el que la está restregando a ella ...
No quería ya hablar de ello. Sacó un pie del agua y se puso a secarlo en el aire mientras parecía querer pensar en otra cosa .
Entonces me descubrió mirando :
-- A usted fue que no le pusieron tareas en la escuela ?
Mamá interrumpió, para mi descanso: "La comida" dijo simplemente mientras ponía un plato en el extremo de la tarima y regresaba para servir los otros .
Papá sacó el otro pie del agua y se puso a secarlo con-cienzudamente con la toalla. "Ella dizque murió el año pasado", dijo .
-- Como para ponerme a llorar .
Yo levanté el platón y salí para botar el agua en el la-vadero. Papá dijo no sé qué y Mamá respondió con algo que no pude escuchar claramente .
Cuando regresé, él estaba haciendo el nudo de los zapa-tos que se había vuelto a poner sin los calcetines .
-- Esos fueron puros chismes --dijo .
Mamá recibió el platón y me señaló el plato con la comi-da:
-- Si quiere más, no se coma primero la carne .
Cuando terminamos de comer, Papá fue a buscar la herra-mienta para ponerse a componer la llave del lavaplatos, a la que Mamá tenía tapada con un trapo para que no tirara chorritos. Pepo y yo nos fuimos a ver "El Hombre Increíble" en la televisión y Mamá se quedó lavando los platos en el lavadero .
Pero anoche no pude dormir. Me la pasé escuchando a través de la pared el rumor de la conversación que los dos estaban sosteniendo .
A veces escuchaba que ella hablaba como quejándose de algo mientras él respondía bajito, con monosílabos .
Un rato después, cuando ya se habían callado, escuchaba de vez en cuando aquel sonido extraño de sollozo. En-tonces Pepe, a quien yo creía dormido, dijo:
-- Está llorando .
Y yo me metí debajo de la cobija con ganas de llorar .
Esta mañana lo ví cuando salía para el trabajo. Estaba viejísimo ...
© José Hliéselder1997
Colombia
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