búsqueda
preguntaba yo, ¿hasta cuando? y
sin embargo seguía buscando algo que no podía encontrar.
Me preguntaba una y otra vez como
hacer y solo encontraba el silencio de mi propia voz.
He intentado por muchos medios
encontrar el camino, pero siempre me resulta imposible.
¿Que hacer? Vuelvo y me pregunto y
continuo errante sin rumbo fijo, sin siquiera una
pregunta fija y mucho menos una respuesta coherente, pero
seguía buscando.
Ha pasado el tiempo; ni siquiera sé
cuanto ha pasado pero ya no tiene sentido saberlo.
Continuo en mi búsqueda incierta
sin rumbo cierto.
Continuo en este andar sin huellas,
en este mar sin olas, en este parque sin arboles,
continuo en este silencio ruidoso que me aleja mas de la
verdad, pero continuo.
Andar no es andar si no hay
senderos que seguir, o fuerzas para hacerlos.
Me sigo preguntando y continuo
buscando sin verdaderamente saber lo que hago ni como lo
hago,
Hay quienes dicen que el sentido de
todo esta precisamente allí, pero donde?
Mi alma peregrina no desmaya aun
cuando gira en torno a un infinito.
Le decía yo ¿porque te ocultas? Y
no sabia a quien se lo decía, pero seguía hablando y
hablando sin cesar.
Un buen día escuche que alguien
decía mi nombre, voltee y no encontré a nadie. ¿Será?
Me preguntaba una y otra vez.
Ha pasado el tiempo y cuando ya
pretendía olvidar lo que no sabia que buscaba, cuando ya
el silencio se colmo de risas, de calma, de brisa. Cuando
en el desierto de mi vida sentía el frío de la lluvia
primaveral, cuando a cada paso que daba encontraba una
nueva huella, cuando ya no buscaba el algo inalcanzable,
la cima inexpugnable, la fortaleza inviolable; entonces
sentí su presencia en mi vida y me percate de que
siempre estuvo allí y que nunca lo supe escuchar y que
nunca lo supe ver.
Caminaba sin rumbo cuando el rumbo
era él y entonces vi a Jesús que me aguardaba en todas
partes, que me seguía a todas partes aun cuando le daba
la espalda, que me llamaba y yo no le respondía, que vivía
en mi pero era yo quien no vivía, que me buscaba a cada
segundo y que yo en mi necedad inmensa no lograba sentir,
porque el corazón lo tenia apagado y aguzaba los
sentidos y el alma no podía actuar. Un día grito mi
nombre voltee y no lo vi porque lo busque con los ojos y
no con el corazón.
Jesús es hoy mi guía, es mi luz
es mi todo, hoy Jesús no camina lejos de mí porque
realmente nunca lo hizo, hoy Jesús es mi amigo, mi
hermano, hoy Jesús, el hijo de Dios, cuida mi vida y guía
mis pasos.
Bendito sea Jesús por siempre.
AUTOR:
KARLOZ56 01/05/2000
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