Hay poesías
que, por cualquier motivo, desean ser anónimas, a veces por
timidez, a veces por recuerdos a los que no quieres que te
asocien, y otras veces... pues quien sabe, y qué más da, pues
las palabras están más allá de quien las diga, y en este caso,
los poemas, son para quien los siente...
Vivo en el país de la niebla
donde el sol solo fue un sueño
donde yace el amor muerto.
Me alimento de recuerdos
Aquí en el país de la niebla
sólo el dolor es eterno
pues tu ausencia mató al tiempo
y así nació el invierno
Y hasta el país de la niebla
tu mirada nunca llega,
y así mi esencia se extingue
y mi sangre se congela.
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