Poesías de Sirvaini, todo un caballero de Camelot.

A Córdoba

“ Puedes no ser la más bella,
ni de España ni Andalucía,
pero en tesoros desbordas,
eso sí que es cosa fina.

El río Guadalquivir
surca tus dos riveras,
blancas y con mil flores
tan relucientes y bellas.

Yo no puedo ser tu esposo
pero te amo con pasión,
por que te llevo muy dentro,
dentro de mi corazón.

Son tus mujeres hermosas,
como Julio pintaría,
son tus mujeres preciosas,
moras de la morería.

Verde como la albahaca,
blanco como la cal,
colores de tu bandera,
los dos lucen por igual.

De ti me despido hasta pronto,
hasta que Dios me deje abrazarte,
pero siempre estarás conmigo,
porque te llevo en mi sangre.“




A LA BELLEZA EN PERSONA



“ Has encontrado un amigo que siempre estará a tu lado,
en lo alegre y en lo triste, en lo bueno y en lo malo.

Brota del aire una brisa, hay en el viento un aroma,
de claveles y jazmines, es de Laura que se asoma.

Las estrellas en la noche brillan en el firmamento,
como el brillo de tus ojos, la sonrisa de tu gesto,
iluminan tu hermosura suave y de terciopelo.

En ésta mañana oscura
tan gris como el azabache,
tan negra como el carbón,
surge brillante y altiva
tu sonrisa de algodón.

Siete maravillas hay de incalculable valor,
sólo yo conozco una octava, eres tú pequeña flor.

No sé que siente mi alma cuando mi boca te nombra,
pero vienes al pensamiento toda radiante y hermosa.

Dicen que lo más bonito es regalar amistad,
tú además tienes cariño, ternura y fidelidad,
que yo te entregué en su día y con toda mi verdad.

Se ve en tus palabras tristeza
y mucha desilusión,
y es lo que más me aflige,
ver triste tu corazón.

Racimo de mi viñedo,
Olivo de mi olivar,
Trigo verde de mis campos,
Rosa hermosa de mi rosal.

Quiero ser un velerito, un velerito en tu mar,
Surcar tus aguas azules, sintiéndote capitán,
No habrá olas ni tormentas, que nos puedan destrozar.

Aquí tienes Laura, preciosa,
Aunque hermosos versos no son,
Pero en éstos versos te juro
puse toda la ilusión”.



LA VERDAD EN TI


“ Sí no puedes ser águila altiva
en las altas cumbres,
sé pajarillo juguetón en el valle.
Si no puedes ser árbol,
sé caña sobria y ágil.
Si no puedes ser poderoso,
sé hombre simple y bueno
alimentado de las risas y llantos
de los que a tu alrededor viven.
La felicidad no te llegará
por la grandiosidad de lo que seas
si no por la verdad que encuentres
en lo que tú puedas ser

R. GROCH

A MARIBEL


A dedicarte unos versos voy,
como yo te prometí,
Y te juro que no hay dos,
stán hechos para ti.

Racimo de mi viñedo,
Olivo de mi olivar,
Amiga entre mis amigos,
Rosa hermosa de mi rosal.

Tú nos llenas con tu luz rebosante de alegría,
como si fuesen las notas de una hermosa melodía,
creada en tu corazón e interpretada con maestría.

Tienes en ti un gran tesoro, déjanoslo disfrutar,
sus joyas abundan poco y se valoran aún más.

Eres viento en nuestras velas,
calma en nuestro inmenso mar,
refugio de nuestras penas,
una amiga de verdad.

Cuando más se necesita,
y la vida nos cercena
surge enhiesta como El Cid
la figura de Verbena.

Tú tienes nombre de reina,
como la reina Isabel,
porque eres reina entre reinas
porque eres tú Maribel.

En los ratos que charlamos
me encanta sentir tu ilusión
y al ver que conmigo disfrutas
y sé que no es de borrón,
has conseguido que siempre
te entregue mi corazón.

Aquí termino mis versos,
los cuales te prometí,
versos te juro no hay dos,
están hechos para ti “.

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