h señor de la mas brillante antigüedad, que la
media luna corone por siempre tu noble cabeza de
Ibis, y que la pluma de avestruz de la diosa Ma
anuncie por siempre tu grandeza!
A tu sabiduría sin limites debe el género humano
la escritura alfabética, la gramática, la astronomía,
las matemáticas, la división del tiempo en periodos,
la música y la geografía, la lira de tres cuerdas, la
moneda y el comercio.
Tu eres el autor de los Treinta y Seis libros
Sagrados de Egipto, donde se halla respuesta a
todas las preguntas de los hombres. En verdad,
nunca terminariamos de agradecer los dones de tu
generosidad.
Postrados humildemente ante ti, ¡oh Thot impe-
recedero!, te suplicamos nos hagas conocer las
palabras exactas para que nuestra naturaleza hu-
mana se transforme y podamos -como tú- sentir
en carne propia la hermandad con los animales.
Invocación al dios Thot