MANIFIESTO DE
LOS PROHIBIDOS
Aquí estamos detrás de nuestras narices: bohemios,
renegados, sin destino.
Disidentes, como equívocos, errores; locos, transgresores,
malparidos.
Con los puños apretados, con la cara endurecida y ete amargo
en la saliva.
Aquí vamos bajo esta nube gris, con tanta necedad
y echando chispas,
exiliados en el descaro de vivir como un tumor maligno en sus sonrisas.
Verán que no estamos solos, que somos muchos los proscritos,
los bastardos los malditos.
Y estamos aquí, ocultos en el rincón de lo
prohibido,
pensando en ustedes, tratando de ser otros pero los mismos:
insurrectos, perseguidos, ilegales y fugitivos.
Tenemos un sueño clandestino para ustedes.
¿Y qué esperan de nosotros, si ya nada más
nos queda este camino?
siempre huyendo en el silencio con esta soledad y estas canciones,
de este mundo pies de plomo, aburrido y fanfarrón, perfumado
y socarrón...
¡Somos un chingo y seremos más!
¡Hasta la victoria siempre!
¡Para todos todo, para los Prohibidos nada!
¡Los prohibidos unidos, jamás serán vencidos!
¡Venimos de lejos e iremos más lejos!
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