CAMPANA DE LARGADA
Apadrinados por Charly García, con buenas críticas y mucha promoción, TURF lanzó su primer disco

 


Hacen rock, critican tanto a La Renga como a los Kuryaki y aman a Isidoro Cañones y sus derivados: carreras, whisky y chicas. Clarín los entrevistó en el Hipódromo para saber a qué apuesta Turf.

MALDITO SEAS PALERMO. "Nos gustan más los burros que el fútbol", dicen los Turf, que debutaron con "Una pila de vida". Leé los datitos. Ese viene tapado y puede sorprender. Paga bien." En una ventanilla del Hipódromo de Palermo uno de los integrantes del grupo Turf acaba de ponerle el total de su bolsillo (un billete de cinco pesos) a un matungo. No tiene una fija: le sobra fe. El matungo gana. Un burrero crónico los ve y le comenta a su amigo: "Hay que apostar por esos pibes".

¿Se puede predecir el éxito?

La pregunta del millón vale para el Turf, el deporte, como para Turf, el grupo de rock que, con apenas medio centenar de recitales, aparece como el favorito de la industria musical a la hora de arriesgar un pronóstico. Una fija, que le dicen. En tiempo récord y sin haber convocado a más de 300 personas a sus shows, consiguieron: productor bien dispuesto, sello discográfico ávido, sponsor (Levis los adoptó como parte de su campaña) y numerosas reseñas periodísticas. Telonearon a los Ratones Paranoicos ante más de 50 mil personas y el tecladista de Los Fabulosos Cadillacs, Mario Siperman, es el productor artístico de su álbum debut, el reciente Una pila de vida. Y más. Joaquín Levinton, líder y sex symbol de la banda, es el último rocker incorporado a la sección vidriera de las revistas por su relación con la modelo Sol Acuña. Influidos por el espíritu play boy de Isidoro Cañones, copiaron su modo de diversión: bohemia nocturna en barra, jet set, whisky y chicas. Y entre los deportes ingleses adoptados por el uso criollo, prefirieron el turf al fútbol: tiene más estilo, dicen, y es más barato que la cancha. Por eso, quizá, le dedicaron un tema a Crónica TV y no a la MTV. Sobre la predicción del éxito, nada menos que Charly García supo tenerlos como lugartenientes en sus sesiones de trasnoche, puso su voz más ronca en el tema Despiole generacional y dio una respuesta sin par: "Me caen muy bien y se les nota en la cara que tienen futuro". Y si bien es cierto que hoy aparecen encerrados entre los modelos consagratorios del funk virtuoso y exportable de Illya Kuryaki y la identidad de arrabal de La Renga, su tercera posición los pone en cierta pole position del pop rock.

No responden al modelo de rockero comprometido, atormentado, desaliñado...

Todo ese asunto de la credibilidad nos hincha mucho las pelotas. No nos importa nada lo que piensen de nosotros los del supuesto frente combativo de La Renga. Son mucho más hipócritas los que le hacen creer a la gente que no transaron. Además, su música está esclavizada por una actitud. Y podrán decir que somos unos pelotudos pero nuestra música es original. Nosotros no queremos ser creíbles, queremos ser increíbles.

Volvemos a principios de los ochenta, ¿"comprometidos" contra "optimistas"?

El nuestro no es un optimismo idiota. El rock es entretenimiento y diversión. Y el aburrimiento es una de las peores cosas que te pueden pasar. Eso no es una cuestión de dinero: nosotros preferimos la creatividad. Creo que nuestras letras no son para nada ingenuas. ¿Qué quiere decir "Abarajame la bañera"? No lo entiendo. Eso es papafritada. No quiero hablar mal de los Kuryaki. Pero no se les entiende nada y eso genera confusión.

Tienen vocación de mayorías, tienen sponsor, hablan de pop, ¿qué diferencias habría entonces entre Turf y Spice Girls?

Ellas ganan una fortuna y nosotros todavía no vimos un peso. Y están en un mercado serio y más honesto. Nosotros queremos manejarnos en esos niveles profesionales donde no hay conflicto, ni dejás de ser rockero por tener sponsor o compañía. Todos saben quién nos banca. Y eso sí que es honesto. Y en lo artístico no transamos: hacemos lo que queremos.

De todos modos, en el disco la influencia de Charly, los Rolling Stones o The Who es casi una copia. ¿Dónde está la originalidad?

Si las críticas del disco son ésas, perfecto. Ganamos. Se entendió el mensaje: queremos que nos exijan buena música. Este disco quisimos que sea evidente, que muestre claramente de dónde venimos.

¿No hay mucha estrategia detrás de eso?

En la vida siempre tenés que ser estratégico. Para llegar donde nosotros queremos es necesario hacerlo de una manera accesible. Entonces, este es el mejor primer disco que podemos hacer. Los Beatles no empezaron por Revólver...

No se atreverán a compararse con ellos...

No, pero queremos ser un grupo popular. Hacer buena música pero que llegue al flaco que trabaja en la oficina y le muestre algo distinto. Que no se conforme con trabajar 18 horas y un horno en cuotas.

¿El rock está perdiendo convocatoria?

Mientras discutimos, Luis Miguel toca en River y los shoppings están llenos.


Ernesto Martelli


VOLVER A NOTAS / MENU PRINCIPAL