Lugares de interés para visitar


Municipio y alrededores

Iglesia Parroquial de San Justo y Pastor

Esta venerable Iglesia, la única en que se desarrolla el culto en la actualidad, se alza en el centro occidental del pueblo.
La Iglesia consta de tres naves, divididas entre sí por dos pilastras y seis columnas jónicas. La nave central es de mayores dimensiones que las laterales.
Su techumbre está formada por un magnífico artesonado de madera, de estilo mudéjar, con tracería arabesca de lazo de diez, que es más rica en la parte que cubre el ábside, donde está cubierta de matices y dorados y tachonada de estrellas, flores y estalactitas.
El retablo mayor de la nave principal es manierista, realizado por Pedro Bolduque y dorado en 1621. Consta de dos cuerpos: en el primero se hallan las imágenes de los mártires Justo y Pastor, cuyo nombre lleva la Iglesia. En el lado del Evangelio está San Gregorio Magno, y en el de la Epístola San Agustín, vestido de obispo. En el segundo cuerpo ocupan el centro los santos titulares de la parroquia, la derecha de estos San Ambrosio, y la Izquierda San Jerónimo. En la parte inferior de cada uno de los cuerpos, están representados en relieve los cuatro evangelistas, con el ángel, el león, el toro y el águila que los distinguen. Y el remate está formado por un crucifijo con la Virgen y San Juan a los lados.
La torre es cuadrada, recientemente reconstruida, con un campanario de un cuerpo y arcos de medio punto. La tradición dice que una de las campanas de esta iglesia se hacía sonar en días de tormenta, coincidiendo con las oraciones en la capilla de Santa Bárbara del Conjuradero, con el fin de alejar las nubes.

Ermita de San Bernardino

A menos de un kilómetro del pueblo, se encuentra sobre una pequeña altura la ermita del patrono del pueblo, San Bernardino de Siena (aunque por allí le llamen San Bernardino de Sena). Sobre ella destaca una sencilla espadaña, cuya campana original fue colocada en 1785. A la entrada, tiene un amplio soportal. Está rodeada por una pradera con un pozo de agua potable, junto al que se encuentran dos pilas de piedra, utilizadas secularmente como lavadero público. Este lavadero era especialmente apreciado, porque la pradera servía de tendedero y proporcionaba mayor blancura a la ropa. Antigüamente, se levantaba cerca de la puerta de la ermita un robusto olmo, al que la grafiosis ha dejado reducido a un tronco seco.

La Plaza Mayor y la Soledad

Muy urbanizada a partir de la llegada de la democracia al ayuntamiento, estuvo trazada, según palabras de Jesús Torbado, "con mano tortuosa", es decir como dejó la naturaleza a esta cuenca natural. Por ella circulaba un arroyo, hasta allí llegaban las aguas de "El Caño", que abastecían a la población y al "alberque" donde abrevaban los animales. Estuvo toda ella porticada con columnas de madera sobre bases de piedra, de las cuales se conservan en toda su integridad los portales de La Soledad.
La función principal de estos soportales era servir para exponer los productos de ferias y mercados. En Cuenca de Campos, el producto que más se exponía era realmente el trabajo: los jornaleros acampaban aquí cada mañana, esperando que llegase alguna contratación. Cuando se acercaba la recolección, hasta este lugar llegaban cientos de segadores venidos de Galicia o del páramo leonés, constituyendo una tradición que se remonta al menos al siglo XVII, de la cual podemos ver ahora mismo una muestra en la exposición que referimos más adelante.
El rincón de La Soledad, que alberga una imagen de esta advocación, es un espacio donde habitualmente se reúne la población. Por las mañanas, predominan los hombres que han pasado de la edad de trabajar; por las tardes y noches lo ocupan niños y jóvenes.

Iglesia de Santa María del Castillo

Se denomina Santa María del Castillo por haber sido construida dentro del antiguo recinto del castillo. Cabe destacar el ábside y el arco de herradura de la puerta principal, ambos de arquitectura gótico-mudéjar.
En la década de 1970, la iglesia dejó de ser utilizada para el culto por amenazar ruina. Vendida por el arzobispado, tuvimos la suerte de que fuese a parar a buenas manos, gracias a lo cual podemos gozar actualmente de una restauración hermosa y realizada con medios populares y autodidactas. En ella los actuales propietarios están colocando un interesante museo antropológico, y allí se ubica también la exposición titulada "Gallegos a Castilla".

El Conjuradero

En la parte más alta del pueblo, sobre un cerro que sirvió de asiento a la primitiva fortaleza de la villa, se halla el Conjuradero, donde existía una capilla construida en ladrillo sobre torre de base cuadrada, donde los sacerdotes del pueblo acudían a conjurar las tormentas.
En este lugar se ha emplazado recientemente el depósito de aguas que abastece a la población, realizado a imitación de la antigua torre de Santa Bárbara.
Aquí se puede disfrutar de una de las vistas más hermosas y espectaculares de la Tierra de Campos, destacando especialmente la línea de castillos que fortifican el páramo de Torozos y que constituyeron en otros tiempos la frontera entre los reinos de Castilla y León. No menos hermosa es la vista del borde meridional de la cordillera cantábrica, donde se pueden reconocer perfectamente no sólo las grandes cimas del Espigüete y el Curavacas, sino también otras menores, aunque no menos llamativas, como Peña Corada o Peña Redonda.

El Pino

Cuenca de Campos es una de las poblaciones de esta comarca donde más árboles se han plantado desde 1979, pero hasta esa fecha eran tan escasos que tenían nombre propio. El mejor ejemplo es El Pino, único árbol de esta especie existente en el pueblo, pero con una copa espléndida y habitualmente cargada de frutos. Está situado al oeste a un kilómetro de distancia de la población.

Galeria de imagenes

Imagen de la Iglesia de Santa Maria del Castillo

Imagen de la Iglesia de San Justo

Palomares


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