Por: Borja

Esta fruta-poción tiene la apariencia de una sandía grisácea y arrugada. Cualquiera que trate de ingerirla o aplicarse deberá efectuar una tirada de salvación contra muerte a -4 o morir, si se saca la tirada, de todas formas, quedará deformado de forma horrible permanentemente (los efectos de esto los decidirá el DM). La forma de usar esta poción es arrojarla. Entonces estallará, formando una nube de vapores de 8x8 metros. Estos vapores son inofensivos para la mayoría de las criaturas, pero usada contra esqueletos o zombis, hace que los huesos de estos se separen de las articulaciones, y se vuelvan a juntar de froma aleatoria, formando una Bestia de Huesos. La Bestia de Huesos es una masa de huesos entremezclados en una configuración pesadillesca, con varios apéndices móviles para atacar. Una bestia de huesos tiene CA 5, las inmunidades estándar de los esqueletos, y tiene 2 DG por cada zombi o esqueleto usado para su composición. El tamaño varía según el número de muertos animados que hallan sido usados para su creación. Posee 1d6 apéndices utilizables en combate por cada 3 esqueletos o zombis de que esté compuesta, y cada ataque causa 1d10 puntos de daño. Hay que resaltar que la Bestia de Huesos seguirá las mismas órdenes que el grupo de muertos de que se forme, por lo que no conviene usar esta poción contra un grupo de esqueletos hostiles. Si la poción es empleada contra no muertos con diferentes propósitos, la Bestia atacará aleatoriamente a todo ser viviente que esté cerca, sea quien sea.

Valor PE: 1000

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