Historia de la bandurria

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La popularidad de la bandurria (al igual que los instrumentos de púa) ha destacado siempre en España por su utilización en las rondallas y en las tunas. Sin embargo, no se conoce la bandurria de concierto (hablando en términos prácticos), la bandurria como instrumento capaz de interpretar la mayoría de obras tanto clásicas como contemporáneas. También es cierto que hoy en día existen muchas agrupaciones u orquestas de pulso y púa (que es como se le llama a las agrupaciones formadas por este tipo de instrumentos y dedicadas a interpretar no sólo obras populares, sino todo tipo de obras) que están haciendo un esfuerzo considerable por elevar la categoría social de este instrumento. Hoy en día, y gracias al esfuerzo de un grupo de personas que yo aprecio sinceramente, se puede estudiar algunos tipos de instumentos de púa (como la bandurria, la mandolina, el laúd, etc.) en diversos conservatorios de España, como Madrid, Murcia, Plasencia, Barcelona, etc. aunque se espera que el número crezca.

Pedro Chamorro Martínez, en el prólogo de su libro "15 temas españoles" dice así:

"«15 TEMAS DE ESPAÑA», pretenden aportar al programa oficial de instrumentos, de púa un trabajo pedagógico hasta ahora inexistente. Pero mi empeño por «popularizar» estos instrumentos, no es algo nuevo en el ámbito musical, sino que es una labor que ya se plantearon y realizaron en otros países, donde el patrimonio musical es siempre más respetado y valorado que en España.

Refiriéndonos al uso o costumbre, tan antiguo, de percutir la cuerda con una púa, o plectro, fue evolucionando hasta encontrarse con la necesidad expresiva de mantener las duraciones métricas largas tal como la voz humana, los instrumentos de cuerda frotada, los de viento, etc. de ahí que se comenzara a <<batir>> la cuerda, que, como ya se sabe, es la articulación más característica, de estos instrumentos.

Generalmente, el instrumento de púa ha sido ingrediente imprescindible en la música popular y folklórica de occidente, no solamente en España, sino también en Italia, Grecia, Rusia, Hun-gría... Instrumentos como la bandurria y el laúd español, la mandolina italiana, el buzuky griego, la cítara húngara, las donras y balalaicas rusas, componen fundamentalmente el cuadro de instrumentos de púa, o plectro occidentales. Además, el agradecido timbre de estos instrumentos nos hace añorar y retornar a nuestras raíces musicales más tradicionales, bellas y cautivadoras.

Las posibilidades tímbricas, expresivas y musicales que estos instrumentos poseen, han empujado a los grandes maestros de la música a componer obras con un tratamiento de construcción tan rico y valioso como lo realizaran para otros instrumentos. Aunque el número de obras no desborde nuestro apetito literario, lo cierto es que estas obras han dado prestigio y demuestran, no totalmente, las posibilidades musicales que se manifiestan al batir las cuerdas con una púa, o plectro. Así, por ejemplo, compositores como Vivaldi, Mozart, Hummel, Beethoven..., hicieron obras para instrumentos de púa, concretamente para mandolina (u obras donde se incluye). Otros, Turina, Nin, Villalobos, Falla, Stravinski..., también hicieron originales y versiones de obras propias, ya escritas (adaptaciones) para bandurria y laúd español. En definitiva, obras pensadas para instrumento ejecutado con púa, o plectro.

Aunque cada uno de estos instrumentos tenga forma y volumen diferentes, variada afinación y distinto origen geográfico..., todos nacieron para el mismo tipo de música, tienen la misma funcionalidad, con timbres similares, y sobre todo, lo que les hermana más poderosamente es el objeto mediante por el cual se produce en ellos el sonido: la púa

(...)"

 

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