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LA PÍLDORA. Por: Gerardo Lazos. |
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Como si estuviéramos de regreso en los años 50, hoy tenemos una discusión absurda en México: Si la píldora anticonceptiva de emergencia es "moralmente" válida o no. Suena retrógrado, pero lo es. La que antaño fuera la "liga de la decencia" (donde el crimen contra opositores no suena tan indecente) o Provida se ha rasgado las vestiduras por el apoyo que ha dado la Secretaría de Salud a dicho medicamento. No llama la atención y hasta se esperaría de ese grupo radical e intolerante, "poseedor de la última verdad". Pero ahora también el clero católico se ha lanzado contra la Secretaría de Salud porque, gracias al PAN, ya tienen voz y voto (aunque ninguna de las obligaciones que habrían de tener como ciudadanos mexicanos -incluyendo el pago de impuestos-). Esto nos devuelve al cuestionamiento sobre las distintas clases de mexicanos que hay en este país (a la luz del gobierno en turno) y la desigualdad promovida, aun en abierta oposición a la propia Constitución. Y aunque es ridículo que el clero católico esté amagando a los funcionarios federales y a los consumidores con amenazas de "excomunión" por cometer una infracción al 5° mandamiento (en boca de obispos, cardenales y demás que viven en perenne comisión de uno de los 7 pecados capitales de la doctrina católica: la soberbia), el partido gobernante se ha prestado a ese jueguito que atenta contra el bienestar social del país. Hoy tenemos a radicales como Bravo Mena -líder del blanquiazul y miembro del hitleriano Yunque- declarando públicamente que "si se comprueba que la píldora es abortiva, el PAN se opondrá". Esto solamente tiene una traducción -según Bravo Mena-: Los órganos del gobierno federal son tan ineptos que no saben ni lo que promueven. Esto, por una parte; lo que más preocupa, sin embargo, es la intromisión violenta de la iglesia católica mexicana en asuntos que pertenecen únicamente al Estado láico. Por supuesto que al haber abierto el gobierno federal la cloaca por donde estos personajes han querido recuperar su poder político (cosa iniciada por Salinas de Gortari), hoy tenemos polémicas públicas tan caducas y absurdas como ésta, donde se condena la anticoncepción con base en preceptos que ni siquiera tienen qué ver con la religión per sé, sino con la capacidad del clero por controlar las expresiones sociales. Al gobierno federal le conviene escuchar adagios como aquél que reza: "El que con niños se acuesta..." Discusión iniciada el 28 de enero en este Foro y en la que aún puedes participar. |
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