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Revista Mensual. Año 4  num. 31. Enero de 2007. Ciudad de México
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Cambiar: corazón de los propósitos del año.
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UN PENSAMIENTO QUE ME ENVIARON Y QUE TE COMPARTO
Empezar como si fuera cualquier cosa, es una enorme torpeza. Un año de vida Es un regalo demasiado grande para echarlo a perder.
¿Alguna vez has sentido en lo mas hondo de tu ser ese deseo profundo y enorme de mejorar o de cambiar?
Si es así, no dejes que el deseo se escape, porque no todos los días lo sentirás.
Si hoy sientes esa llamada a querer ser otro, a ser distinto, atrápala con fuerza y hazla realidad.
El inicio de un nuevo año es el momento para reunir las fuerzas y toda la ilusión para comenzar el mejor año de la vida, porque el que se proponga convertir éste en su mejor año, lo puede lograr.
En los ratos más negros y amargos, piensas: ¿Por qué no acabar con todo? Pero en esos mismos momentos se puede pensar otra cosa: ¿Por qué no comenzar de nuevo?.
Un año recién salido de las manos del autor de la vida, es un año que aún no estrenas. ¿Qué vas a hacer con él?, ¿El año pasado no te gustó?, ¿No diste la medida?, ¿Con éste qué vas a hacer?
Un nuevo año recién iniciado: Todo comienza si tú quieres, todo vuelve a empezar...
Yo me uno a los grandes insatisfechos, a los que aún concientes de sus debilidades confían y luchan por una vida mejor. Todos desean a los demás y a si mismos un buen año, pero pocos luchan por obtenerlo. Prefiero ser de los segundos
Comienza con el nuevo año un mundo de oportunidades ante nosotros. El momento es propicio para reflexionar internamente sobre experiencias pasadas, situaciones presentes y  porvenir. Para aprender del pasado, disfrutar el presente y construir un futuro mejor.
Si nos detenemos por un momento y hacemos una pausa para mirar hacia atrás, podremos darnos cuenta que nos encontramos exactamente donde nos han traído nuestras acciones pasadas. El ser humano construye su futuro día a día mediante sus pensamientos, palabras y acciones, y estas a su vez van moldeando el presente.
Algunos pueblos que han tomado conciencia de la importancia de los actos de cada uno de sus habitantes para la consecución de un fin común, han incorporado a sus culturas la tradición de los propósitos a alcanzar en el año nuevo.
Esta tradición es muy sencilla. En ella cada persona se traza metas que hasta ahora no ha podido alcanzar, o no se había planteado, y se hace el firme propósito de lograrlas durante el año que recién comienza. Puesto que, según la tradición, esto ocurre generalmente en alguna reunión social relativa al nuevo año, es costumbre comunicarse entre los concurrentes sus propósitos para intercambiar opiniones sobre la mejor manera de lograrlos y obtener el apoyo necesario de quien este dispuesto a brindarlo para concretarlos, y si ocurre que se encuentran personas con propósitos comunes, unir esfuerzos para facilitar su consecución.
Esta tradición no esta limitada exclusivamente a propósitos individuales, pueden plantearse también propósitos familiares, de grupo, sociales y hasta mundiales, y de esta manera poner un granito de arena para construir un mundo mejor, el mundo que todos en el fondo deseamos.
Con el pasar del tiempo nuestra voluntad se fortalece y nos sentimos cada vez más capaces de lograr lo que nos propusimos; y no solo eso, sino que también sentimos la necesidad de hacer algo por aquellos que hasta ahora no se han propuesto metas a si mismos, y comienza entonces un proceso de crecimiento en el cual nos volvemos concientes de que somos dueños de nuestros destinos y capaces de utilizar nuestra voluntad en formas cada vez más creativas y constructivas.
A partir de ese momento vemos los obstáculos solo como situaciones a superar y de las cuales aprender, abriéndonos paso entre los lamentos; nuestra alegría vence a la tristeza; y la esperanza, la seguridad y la confianza reinan donde antes se encontraba el temor.
Siempre podemos escoger entre vivir el mundo como lo conocemos o cambiarlo como deseamos; la decisión, al final, es de cada uno.
Que este nuevo año nos brinde paz, amor, salud, armonía, unión, felicidad y prosperidad.
brujula_metropolitana@hotmail.com