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bril Cañizares Fernández. Grupo 603. 22/mayo/2002. Filosofía. Estética. Ensayo 2.
¿Es posible hablar de la universalidad
de la experiencia estética.?
En el presente ensayo haré una reflexión acerca de la universalidad de la experiencia estética, refiriéndome a la idea de Kant de que un objeto es bello cuando su contemplación libre y desinteresada produce en la mente humana una armonía entre conocimiento y nuestra sensibilidad.
Debido a que todos estamos sujetos a vivir en sociedad, mantenemos iguales patrones racionales que se nos han inculcado desde pequeños, no solamente me refiero al ámbito escolar sino a todo contacto que el individuo tenga con la sociedad, desde la familia hasta un extraño.
Es debido a estos patrones similares que la sociedad puede funcionar como si fuera un conjunto en donde se puede dar el sentido de universalidad a los conceptos. Pero, ¿es posible hablar de la universalidad de la experiencia estética?
En primera instancia, por experiencia estética entendemos como dice Kant la contemplación libre y desinteresada de un objeto que consideramos bello. Es muy difícil hablar de la experiencia estética ya que los seres humanos somos enseñados a ambicionar, a desear poseer lo que nos gusta, cualquier objeto que nos provoque placer en su contemplación lo deseamos y añoramos su posesión, con lo que la idea de desinterés se desploma.
Es por igual difícil hablar de la universalidad de la experiencia estética por que cada persona va a reaccionar diferente al mismo estímulo, pudiendo placer a unos y desagradar a otros. Desde mi punto de vista no se pueden generalizar conceptos, sin embargo, la sociedad siempre ha logrado imponer tendencias, así por ejemplo las épocas estéticas, en las cuales la concepción de lo bello va a ir variando según época, y en algunas ocasiones lo bello para una época deja de serlo para otra, lo que rompería con el sentido de universalidad.
Hoy en día vivimos en una época en la que se explota la manipulación de masas mediante la publicidad subliminal, la cual pretende imponer una universalidad de la experiencia estética, mediante patrones, que a pesar de que para algunos parezcan ridículos para muchos son indispensables, pero que finalmente le arrebatan al ser humano su libertad de elección, convirtiéndolo en otro mas de los "ladrillos de la pared".
Desgraciadamente los resultados de este tipo de publicidad son desastrosos e incluso destructivos, por ejemplo el énfasis en la figura femenina provoca desórdenes alimenticios en jóvenes, haciendo dudosa la efectividad de la universalidad.
En mi punto de vista considero inapropiado aplicar la universalidad, sin embargo está aplicable y es posible comprobar sus efectos en los individuos, provocando no solamente máquinas de consumo sino seres atados a una especie de preconceptos que quizá para ellos no tengan valor alguno pero que a consecuencia de la carga moral que implicaría el no seguirlos, acaba uno por renunciar a su libertad, pero sobre todo a su desinterés, importante para la experiencia estética.