Fidel Castro y la libertad.


Miguel Ezquerra Lomelí (*)

Se cumplen cuarenta años de que Fidel Castro con apoyo de Estados Unidos y México, tomara por asalto el poder y estableciera el terror comunista en la otrora alegre Isla del Caribe.

Las cárceles cubanas están atestadas de disidentes ante el silencio cómplice del mundo, especialmente de Amnistía Internacional y las múltiples organizaciones no gubernamentales, que se hacen de la vista gorda ante los abusos y crímenes de Castro y su pandilla. Los mismos que se rasgan hipócritamente las vestiduras cuando tienen noticia de que en Estados Unidos se aplicó la pena de muerte a delincuentes, miran cobardemente hacia otro lado cuando el que dicta la sentencia es Fidel Castro.

Los cubanos viven sumidos en el terror, bajo la vigilancia de los mismos ciudadanos. Cada manzana, barrio, población están bajo control de un comisario político que vigila a todos los vecinos y en su caso los delata ante el gobierno. Lo cotidiano en Cuba son las detenciones, los interrogatorios, las amenazas, los despidos, los desalojos...

Por si lo anterior no bastara para atemorizar a los cubanos, está la tortura y el pelotón de fusilamiento.

Los que piden justicia para las víctimas del Gral. Pinochet, no tienen nunca una palabra para los cubanos que viven en el infierno comunista.

Cuando en México como plañideras lloran y gritan por las víctimas “estudiantiles” del Movimiento del 68, , guardan un silencio vergonzante cuando salen a relucir los asesinatos cometidos por el régimen castrista.

En Cuba no se respetan los más elementales derechos tan arrogantemente proclamados por las constituciones liberales convertidas en bandera desgastadísima sobre todo de las izquierdas.

China -país comunista- flota sobre el mar de sangre provocado por el odio comunista. Pero, ¿a quien importa? El silencio de Carlos Monsiváis, Vicente Fox, los Jesuitas, Jorge Gutman Castañeda....se convierte en cómplice.

El experimento comunista en la URSS y sus satélites, desde Hungría al Muro de Berlín, de Yugoslavia a Camboya, de los Frentes de Liberación a la ETA, de Nicaragua a Cuba, del movimiento Tupac Amaru a la Liga comunista 23 de septiembre..han costado a la humanidad cien millones de víctimas inocentes, tan solo para dar la razón al israelita Carlos Marx.


¡La sangre derramada de millones de víctimas inocentes reclama Justicia!.


Elián


El drama que padece el pueblo cubano bajo la tiranía comunista de Fidel y su pandilla se vio confirmado con el último episodio protagonizado por un niño. Elián que escapó junto a su madre de la opresión marxista de la dictadura castrista (para caer, paradójicamente, en la opresión capitalista del imperialismo yanqui), se encuentra ya desde hace meses (no sabemos si felizmente) junto a su padre, a la sazón funcionario de la nomenclatura comunista cubana.

Independientemente del acierto o no de la sentencia judicial que entregó al niño en brazos de su padre, no podemos evitar la tentación de pronunciarnos sobre la cínica campaña política de manipulación llevada a cabo por el aparato propagandístico castrista. Está bien claro que la suerte del niño balsero no debe importar mucho a quien acostumbra a bombardear a los propios compatriotas cubanos cuando se atreven a cometer el pecado de huir de un país asolado por la miseria y la desesperación. Que no se engañe nadie. Ni Elián, ni su madre (que murió en el intento de recuperar la libertad para su hijo), importaban mucho a los máximos mandatarios castristas. Lo único que estaba en juego era la popularidad de la tiranía que lleva maniatando a Cuba desde hace décadas.

Pero hay otro punto que nos llama particularmente la atención. Para exigir el regreso de Elián a Cuba junto a su padre se ha esgrimido, entre partidarios y detractores del régimen castrista, el derecho superior de la patria potestad que pertenece naturalmente a los padres en relación a sus hijos.

Números:

40 años lleva en el poder Fidel Castro.

2000 cubanos inocentes fueron asesinados por ordenes de Ernesto “che” Guevara.

1 año de prisión se aplica a un cubano por un dólar encontrado en sus bolsillos.

6 de cada 10 embarazos en Cuba terminan en abortos.

39 años tenían los cubanos sin festejar la Navidad por órdenes del Castro.

Y en verdad que es un derecho propio de nuestra civilización occidental y cristiana, que refuerza la institución natural de la familia y su libertad frente a construcciones arbitrarias o artificiales. Pero la noción, la justificación misma de la patria potestad, no existe en la filosofía marxista, que niega, en su soberbia y rebelión ante el orden natural, la existencia misma de la familia. Por eso no ha existido un Derecho de Familia de garantías en cualquier Estado comunista, para quien la educación y formación de los niños pertenece exclusivamente al Estado. Y nada distinto sucede actualmente en Cuba.

Por eso es, sencillamente, un insulto a la inteligencia, la pretensión de un Estado marxista de exigir el regreso de un niño a su país, amparándose en el derecho superior de un padre a la patria potestad de su hijo. Este es el cinismo del marxismo. Un cinismo capaz de servirse de la verdad en beneficio de la mentira.

(*)oficial egresado del Pentathlón.

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