Pentathlón Menor

LA NIÑEZ MEXICANA: VALUARTE DE MEXICO

Por: Raúl Zamora Echeverría

          Sin duda todos nos hemos dado cuenta del estado tan denigrante en que se encuentra nuestra sociedad. Cada día se vuelve más salvaje, más hedonista, más vulgar y más carente de principios.

          En tiempos de nuestros abuelos, cuando nuestros padres eran jóvenes y fueron testigos de la turbulenta sacudida que la sociedad sufrió en las décadas de los 60’s y 70’s,  seguramente pensaron que aquello era el limite de la barbarie y la decadencia. Pero aquella época de rock, drogas, sexo, pacifismo y revolución, tan solo era el inicio de una conjura contra la juventud que siempre esta abierta a las novedades.

          Si comparamos aquellos tiempos con los actuales, hoy estamos peor que antes y parece que la sociedad continua su avance vertiginoso hacia su propia destrucción.


Al INICIO DEL DESFILE CONMEMORATIVO DEL 20 DE NOVIEMBRE EN GUADALAJARA: TRAS EL GUION DEL PDMU, AGUARDA EL GUION DEL GRUPO MENOR EN MANOS DE LEOCADIO CONTRERAS, EL RELEVO ESTÁ PRESENTE

La causa principal del caos que vivimos, se encuentra en la perdida de valores morales y trascendentes que la sociedad ha dejado de practicar. Y cómo no perderlos cuando se ha tergiversado la verdad ofreciendo al hombre solo comodidades y placeres. El avance tecnológico que el hombre ha logrado, le ha permitido grandes beneficios, pero también perjuicios cuando éstos son mal empleados. La televisión por ejemplo, bien utilizada debería promover los valores morales, artísticos y hasta educativos, pero solo dedica muy pocos espacios, o ninguno, a ésta labor. En cambio enfoca todos sus medios y capacidades para explotar en el hombre  sus instintos más bajos y vulgares. Ahí están los tan famosos “talk shows” que despiertan el morbo de cuanta persona cae en su trampa y los hace copartícipes de la vulgaridad. La pornografía elevada a industria está presente en todos los rincones. Por doquier se ataca a la familia porque ésta es el seno donde se aprenden y practican los valores más importantes del hombre. Por eso se promueve la infidelidad, la desintegración, la irresponsabilidad y otros muchos vicios que la destruyen.

          En éste medio viven actualmente millones de niños mexicanos que desgraciadamente heredarán una sociedad aún más peor si en el presente los jóvenes y adultos no hacemos algo por evitarlo.

          Hoy como pentathletas nos corresponde proporcionar los medios adecuados para que esos millones de niños, entre los que se encuentran nuestros hijos, nuestros sobrinos, nuestros hermanos, obtengan una formación integral que le permita hacer frente a los embates perversos  que en la sociedad hoy se viven. Sin importar que nos llamen "mochos" o "intolerantes".

          Otras muchas veces hemos ya repetido que la mejor disciplina del mundo es la militar, porque solo en ella se aprenden y practican los más puros valores que el hombre puede tener. Porque en ella se aprende a vivir y a morir, a esforzarse y a darse a los demás con un alto espíritu de servicio, a entregarse a una causa noble anteponiéndose a intereses mezquinos, a entregar todo lo mejor de sí por el bien colectivo.

          Por esa razón, el Pentathlón dedica especial atención a los niños de nuestras filas, porque ellos son la esperanza de México, los hombres del mañana que habrán de ser protagonistas en un momento histórico en la conducción de nuestra patria. No hay mejor edad que la niñez y la juventud para inculcar y aprender valores trascendentes y recibir las bases de una educación integral. Nuestros niños del Penta Menor serán el día de mañana hombres y mujeres que sabrán conducirse con rectitud y contribuirán al engrandecimiento de México.

         

          Desde ésta tribuna, quiero mandar una caluroso saludo a todos los camaradas del Penta Menor que día con día se esfuerzan y trabajan, ofreciéndoles mi especial reconocimiento a su empeño y dedicación. También me dirijo a los diferentes comandantes del Penta Menor de todos los rincones de la República Mexicana, los felicito y los exhorto a que continúen cumpliendo con su importante misión formativa de la niñez mexicana. Que no hagan mucho caso de los cantos de sirena de una minoría que  propone  hacer un Penta Menor desabrido, desmilitarizado, social, tipo Scout, agrupación que nos merece respeto pero que es diferente, tiene sus características y filosofía propia, hay que recordar que el Grupo Menor del Penta tiene ya media centuria de tradición y que ha proporcionado, oficiales idealistas y capacitados para el resto de la institución, que tiene su personalidad propias, que ha dado sobrados resultados.

          Hoy por hoy, México requiere de hombres y mujeres comprometidos con la verdad y el bien común. Hagamos lo que nos corresponde hacer a los adultos con nuestra niñez: transmitámosles nuestros conocimientos, buenos ejemplos, buena educación, cariño y apoyo, pero sobre todo, enseñémosles la disciplina, la razonable disciplina castrense, que habrá de formarlos para el resto de sus vidas.

Ya lo dice nuestro Pentálogo en su segundo punto y que no es letra muerta: "Sabré honrar al Pentathlón, con EL VALOR DEL BUEN EJEMPLO y la sabiduría de la constancia".

 

¡ PENTATHLON: PATRIA, HONOR Y FUERZA!