Editorial
¡Unidad a toda costa!
Como
pentathletas debemos conservar el sitio en la sociedad que a lo
largo de seis décadas se haconquistado.
Las primeras Zonas de la república así lo han demostrado, existe el Penta gracias al celo de sus integrantes por conservarlo, cuidarlo, pero sobre todo por haber mantenido la unidad por encima de todas las vicisitudes.
Es probable que en todas las latitudes y en diferentes épocas los pentathletas nos hemos enfrentado a problemas similares que gracias a la unidad y vigilia constante se han superado.
Ataques abiertos o encubiertos de los enemigos ideológicos de la institución, indiferencia oficial, incomprensión, campañas de difamación de ciertos medios de comunicación, las modas imperantes, la paulatina pérdida de valores, etc. obstáculos que gracias a la unidad y a la experiencia de Fundadores y Comandantes el PDMU ha sabido sortear.
Sin embargo las situaciones más peligrosas, letales, son aquellas que se gestan y ocurren en el mismo seno de nuestra querida institución, hechos producto de mentes enfermas de ambición, egoístas, frustrados y exhibicionistas cuyo protagonismo y envidia son incontrolables.
Nuestra institución ha perdido más terreno por los conflictos internos producto de malos elementos, que por acciones del exterior como las indicadas en el párrafo anterior, los conflictos internos socavan los cimientos de nuestros grupos.
No por nada los visionarios fundadores del PDMU, conocedores profundos de la condición humana aceptaron como divisa el cuarto punto del Pentálogo que debemos recordar y que a la letra dice: "No murmuraré jamás ni permitiré que alguien lo haga en detrimento de mi grupo" . De ahí que quien viole ésta norma básica o no esté de acuerdo con su contenido no merece estar entre nosotros, debe ser separado ipso facto y no acarrear la ruina de nuestra institución con su negativa actitud. El Pentathlón es más grande que nuestras pasiones, egoísmos y ambiciones. Estas actitudes dañan la unidad del Penta, casi ninguna Zona escapa a este cáncer...pero nuestra institución nos proporciona el remedio: la formación y búsqueda de el hombre Integral, Sólido, con Carácter, con Honor, sano de Espíritu... tal y como lo imaginaron los fundadores de nuestra organización.
Desterremos de una vez y para siempre el divisionismo, la murmuración y todo aquello que ponga en riesgo la unidad del Pentathlón.
Insignia.