Colegio del Aire

 

Por Francisco Soltero Limón.

El 15 de noviembre de 1915 nació la Escuela Nacional de Aviación que luego cambiaría su nombre en 1917 al de Escuela Militar de Aviación. 27 fueron los primeros alumnos.

Hacia 1920 dicha escuela ya contaba con nueve aeronaves y poco a poco se fue adquiriendo equipo adecuado, moderno y aumentando la capacitación de los pilotos de la Fuerza Aérea Mexicana.

En 1923  se construyó un plantel en la ciudad de México, luego en 1938 la Escuela  fue trasladada a Monterrey, N.L. donde fue abanderada por el General de División Francisco L. Urquizo, (veterano revolucionario y escritor), Subsecretario de Guerra y Marina, en representación del Presidente Manuel Ávila Camacho el 24 de febrero de 1942. En ese mismo año la Escuela Militar de Aviación se instala en la ex Hacienda del Espíritu Santo en Guadalajara, Jalisco, precisamente en las calles Av. Hidalgo, Chapultepec y Marsella donde se puede observar un bello monumento que recuerda ese periodo y a los integrantes del Escuadrón 201 fuerza expedicionaria que participó en la II Guerra Mundial.

En el año 1941 fue construida en Zapopan, Jalisco la Base Aérea Militar No. 5 y ahí se instaló la Escuela Militar de Aviación  donde permanece hasta nuestros días.

En dicha escuela se forma a jóvenes como pilotos aviadores, aerologistas, despachadores de vuelo, metereólogos así como especialistas en mantenimiento de aeronaves, motores, etc. Los oficiales egresados de la Fuerza Aérea Mexicana pueden además integrarse a los cursos de Mando y Estado Mayor Aéreo que imparte la Escuela Superior de Guerra y así continuar su formación militar.

El Colegio del Aire ha formado a miles de oficiales, jefes y generales que sirven generosamente a la Patria. Su lema Honor Valor Lealtad forma parte de la vida de los tapatíos, y los alumnos y autoridades del Colegio del Aire lo hacen realidad con hechos tangibles. Son queridos, admirados y respetados por la sociedad que ha entendido que tras un avión en vuelo se encuentra un ser humano arriesgando su vida por nosotros y una maquinaria que opera perfectamente para mantener a punto a las fuerzas del aire, bulle en ellos un espíritu de superación, sacrificio, y abnegación inigualables.

Por ésa razón el pasado 31 de mayo cuando visitamos sus instalaciones acompañando a la unidad Héroes de Chapultepec del Penta Zona Jalisco, nuestros corazones  se cimbraron al observar las evoluciones del orden cerrado de los cadetes en formación arma al hombro, impecablemente uniformados, acordes la banda de música y de guerra, la escolta de la Bandera nacional, los Guiones de las diferentes escuelas, los certeros cetreros, y las diferentes aeronaves en acrobacia cuyo sonido se entremezclaba con los compases de los himnos "Soy cadete de la Fuerza Aérea..." y "Vibre el clarín de la guerra..."

Fue sin duda una tarde inolvidable sobre todo para nuestros pequeños pentathletas que pudieron ver de cerca y tocar naves aéreas de verdad y a pilotos de carne y hueso. En el Colegio del Aire todo está en su lugar, orden, pulcritud, se respira a Patria.  

El Colegio del Aire, alumnos y autoridades nos brindaron durante la larga visita y ceremonia una gran hospitalidad que jamás olvidaremos y que retribuiremos con nuestro recuerdo y respeto.