Poesía de combate

 

 

DECISION TOMADA

 

 


Pídeme

que de noche - cuando todos imaginan-

deje el descanso y te siga

adonde digas,

pídemelo, yo lo hago.

 

Pídeme que hunda hasta la cruz

la hoja afilada

acanalada

en el cuerpo enemigo.

verás que lo hago, sin decir nada.

 

 

Pídeme que suba la divisa

- nuestra divisa

aquella por la que todo se permite-

alta sobre la Ciudad

arriba de la Vida

- para que allá en el cielo el viento la     levante-,

yo la subo.

 

Pídeme que me arriesgue

y yo me arriesgo.

 

Pídeme lo más difícil

y es para mí un orgullo.

 

Pídeme que de esta masa amorfa

sin grandeza

democrática

saque yo guerreros,

y los saco.

 

Pídeme infortunios

              insomnios

              privaciones

 Pídeme santidades

               sudores

               soledades

           y fatigas.

 

Pídeme sobre el Error, Castigo

y escarmiento.

Sobre la Fe, Constancia

y entusiasmo.

Sobre el Cansancio, Pasos

- ni una palabra-

me pongo en movimiento.

 

Pídeme lo más querido

que aún conserve

yo te lo doy para que lo ajusticies,

si es cierto ha traicionado,

como dices.

 

Pero no me pidas

a esta altura de mi vida

que ahora me detenga.

 

Que me detenga, no.

Ya no.

Por nada.

 

Ya nada ni nadie me detiene.

 

Nadie para mi anhelo.

 

Que me detenga, no.

 

Menos ahora, que he levantado vuelo.

 

GRL.