Pentathlón Menor, semillas de la Patria futura


La Generación '71 Godinez Tenorio


Por: Lic. Pablo A. Carranza R. *


Ahora que veo a muchos jóvenes con pantalones caídos, aretes, cabellos pintados y a la “punk”, grafiteros sin ningún sentido, como animales, vacíos del espíritu y podridos de la mente, me reconforta saber que exista un grupo militar como el Pentathlón Menor.

A principios de los 70's los hipies eran algo muy parecido. Decadencia y mediocridad.

Pero entonces ocurrió algo extraordinario:

Eran las 4:30 de la tarde del sábado 2 de Octubre de 1971; más de 100 niños entre 10 y 15 años, de todos los rumbos de Guadalajara llegamos por primera vez a esa calle junto a la Normal de Jalisco. Tal vez apenas comenzábamos a percibir el mundo pero no nos gustaba. Nos revelamos inconformes. Tal vez habría otro estilo de vida de aquel lado del río. Y así fue.

A partir de entonces nos formamos hombro con hombro junto a esos otros 400 adolescentes que ya estaban ahí y que nos recibieron como hermanos.

Sin duda que antes y después de esa fecha el Pentathlón Menor ha tenido elementos muy brillantes; pero esa fue una verdadera legión de gladiadores. Tanto, que el comandante Arturo Ortega no dudó en otorgarnos el honor de nombrarnos la Generación Cabo de Transmisiones Ignacio Godínez Tenorio.

Eso nos comprometió. De este puñado de cadetes surgieron las inolvidables Tropas de Asalto que, cantando cara al sol con sus camisas negras, soñábamos con el amanecer de la Patria.


Juventud sana, diferente, cantando a la Patria, eso es el Pentathlón

La disciplina era dura. Muchos de nosotros estuvimos varias veces a punto de desertar: paso veloz hasta Zapopan, pecho a tierra en baldíos llenos de espinas y alimañas, saltos del tigre en el pavimento, batallas campales. Enterregados, aporreados, exhaustos. Aprendíamos a perderle miedo a la muerte.

En cierta ocasión, en el cuartel de la calle Humbold, el mayor Jaime Abundio, Jefe del Estado Mayor de la Zona Jalisco, nos proyectaba un documental sobre la guerra de Vietnam. Saigón estaba cerca de ser liberado pero, extrañamente, las tropas americanas recibían órdenes de replegarse, abandonar posiciones y permitir el avance de los comunistas. Abundio hablaba con indignación y vehemencia. Por culpa de los traidores, el heroísmo de muchos combatientes americanos y el sufrimiento del pueblo vietnamita por salvarse del infierno rojo, eran en vano.


Foto del Recuerdo: Sub-Oficial de Cadetes de Infanteria Luis Rodriguez Lomelí, ingreso al Pentathlón Jalisco en 1947. Por sus méritos, contancia y cumplimiento fué incorporado al H. Estado Mayor en 1952

Cuando terminó y prendimos la luz, muchos de nosotros teníamos los ojos rasados y un nudo en la garganta. Tristeza y coraje. Alguien le pregunto al mayor qué podíamos hacer nosotros ante eso y él contestó: cada uno debe cavar su propia trinchera y desde ese lugar, donde quiera que sea, luchar por sus ideales, por su pueblo. Si les entusiasma morir como héroes, recuerden que la Patria, más que muertes, necesita vidas victoriosas, como dice nuestro Ideario.

En la Generación Godínez Tenorio del 71 del Pentathlón Menor militarizado, se forjó un centenar de vidas victoriosas. Cavamos trincheras en muchas partes y desde ahí seguimos luchando pon nuestros ideales.

Godínez Tenorio estará satisfecho. Su ejemplo nos dio honor y fuerza.


* 2do. Oficial egresado.

Fundador de la Zona Colima.