Nuestra identidad en riesgo.


Dr. Javier Pinto Castro

ex comandante de la zona Jalisco.



13 de septiembre de 1973. Una sección armada de la unidad Héroes de Chapultepec durante la ceremonia en memoria de los Niños Héroes.

Cuando por fortuna ingresamos al Pentathlón y vamos conociendo el ideal pentathlónico paulatinamente reafirmamos nuestra identidad.

Gracias al Pentathlón entendemos mucho mejor que antes, el significado de los símbolos patrios. Le damos más valor a las bellas tradiciones y folclore mexicanos. Entendemos mejor su historia, el significado del concepto de Patria y llegamos al punto en el que nos hermanamos con el destino de nuestra nación.

El ideario pentathlónico nos lleva -entre otros aspectos- a establecer un vínculo invisible, misterioso, con la Patria amada. De ahí que todos nuestros actos a partir de una plena identificación con el Penta conduzcan al servicio en bien de México:


¡Tendré amor acrisolado a mi Patria

respetándola y engrandeciéndola con todos los actos de mi vida!.

Pentálogo, 1.


Ahí estriba la grandeza del Penta, al iniciarnos en el respeto a lo sublime, trascendente, a ocuparnos de las cosas que realmente importan, y también al estar comprometido en la ardua labor de la formación integral del joven mexicano.

Como a muchos, me preocupa el futuro de México. Una nación que ha vivido hasta hoy en permanente crisis por culpa de gobiernos irresponsables, corruptos e ineptos.

Las naciones llamadas desarrolladas ven en México no una Patria sino un botín buscan inescrupulosamente la ruina de la nación.

Me preocupa, como ya en las páginas de insignia lo he hecho saber, nuestro destino en el proclamado nuevo orden mundial, NOM.

Los estragos de ese sistema impuesto por los poderosos ya se sienten sobre todo en el terreno de la moral. Padecemos una asfixiante invasión de modas estúpidas, pornografía al alcance de niños a toda hora y esquina, adicciones en crecimiento, aborto, eutanasia, homosexualidad, culto a la personalidad, brutal control de la natalidad, paulatina desintegración familiar...etcétera.

Y solo llevamos unos años en la modernidad y en el experimento del NOM, luego del estrepitoso derrumbe y fracaso de la Unión Soviética y del comunismo asesino.

Todo ello nos lleva a reflexionar acerca de nuestro paso por la vida y la responsabilidad de nuestros actos y decisiones y como el Pentathlón influye en nuestras vidas

Nuestro tránsito por el mundo y por la vida es efímero.

Habremos de morir irremediablemente. ¿cumplimos con nuestro deber para con la Patria y para con nuestros hermanos de raza?

¿Se nos recordará como patriotas o como pusilánimes y timoratos? No lo sabemos.

Pero de lo que si estamos seguros es que el PDMU con sus enseñanzas y sus prácticas tiende puentes para engrandecer a la Patria y nos proporciona formulas para lograrlo. El Pentathlón y sus agremiados, buscamos una restauración del nacionalismo que preservará la identidad.

Es por eso que como pentathletas debemos dar a las futuras generaciones nuestra identidad, nuestro lenguaje, nuestra cultura, nuestras tradiciones.

Tras el aparente confort que ofrece el mundo moderno se encierran grandes peligros sobre todo para los países Hispanoamericanos.

Los mexicanos, indiscutibles hermanos mayores de los pueblos de América, estamos obligados a cumplir con nuestra misión histórica. Hemos de ser el ejemplo de hidalguía y responsabilidad.

Atrevámonos a formar una verdadera Patria, preservando nuestra identidad para nuestros hijos y las posteriores generaciones.

De ahí que, activos, egresados y mandos actuales de nuestro entrañable Penta estamos obligados a trabajar, a estudiar ejemplarmente y si es preciso a luchar por el engrandecimiento en todos los ordenes de nuestra amada y sufrida Patria.

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