LXII ANIVERSARIO EN JALISCO
Texto íntegro del discurso pronunciado por el 2do. oficial de infantería Francisco Valle Carmona, jefe de la sección de organización y propaganda del EMZ, y comandante del batallón Héroes de Chapultepec, durante la ceremonia de clausura de los eventos de LXII Aniversario del Pentathlón en Jalisco y re abanderamiento de la misma efectuada el 19 de agosto de 2001 en la Plaza Fundadores de Guadalajara, en presencia del comandante general del PDMU Roberto Hernández Jones, el comandante de Jalisco Martin de la Rosa Limón, autoridades civiles y militares, ex comandantes, egresados activos y público en general.
Celebrar el sesenta y dos aniversario de la fundación del Pentathlón y presenciar con emoción la reposición de la Bandera Nacional, símbolo de nuestra patria, es motivo de orgullo. Toda vez que la modernidad y el globalismo impuesto tienden a negar el amor y el respeto a la patria.
Hablar de seis décadas ininterrumpidas de labores es hablar de muchas horas de esfuerzo y sacrificio para ser mejores, pero también es hablar de la mayoría de edad de una organización.
Un aniversario, aparte del entusiasmo que despierta, es motivo de reflexión.
Del necesario examen de conciencia.
De lo que se ha hecho y de lo que se ha dejado de hacer.
Un aniversario es ocasión para pasar revista a los aciertos pero también a los errores.
Un aniversario nos mueve a hablar de los vivos y recordar a los muertos.
Pero también de expresar un sentimiento de gratitud para quienes han tenido la distinción de ser comandantes de esta organización patriótica.
El balance hasta hoy es positivo, aunque no suficiente.
Cientos de miles de jóvenes han desfilado por las filas del Pentathlón desde 1938, quienes en su pecho han sembrado la semilla del amor desinteresado a la Patria. Muchos han descubierto sus potencialidades y su vocación.
Otros se han encontrado con diversas alternativas para dar curso a su ocio sano.
Para otros el Pentathlón ha significado la respuesta a muchos cuestionamientos y dudas que asaltan a la juventud.
Desde su fundación esta organización juvenil militarizada ha ofrecido soluciones prácticas para la forja del carácter del joven. Le ha inculcado valores para servir mejor a la familia, a la sociedad, al país.
El Pentathlón ha enseñado a la juventud a que se conduzca con inteligencia y con carácter, que debe respetar las reglas de la vida y de la sociedad. Y le ha dotado de lecciones prácticas para que transite por la difícil senda de la vida.
El Pentathlón ha enseñado a sus juventudes a pensar para mandar, pero también a pensar para obedecer. A ser condicionado entre el bien y el mal, para que sepa escoger entre el bien y evitar el mal. Nuestra institución militarizada enseña que no se debe faltar a la palabra dada, a mentir o traicionar.
En el Pentathlón le asignamos un valor extraordinario al buen ejemplo. Desde niños los humanos tenemos una tendencia innata a la imitación.
El niño se apropia de modos de pensar y de obrar de las personas que conoce, de las personas que oye hablar. Se modela sobre los amigos, parientes y maestros..
Pero cuando el niño imita a personajes de la televisión, reales o imaginarios, pervertidos, sin virtudes, biodegradables o transformables se producen males infinitos. Esto ha provocado que existan niños débiles, incapaces de aceptar retos y desafíos, afeminados, irritables y que de todo se sienten agredidos.
Pero también se maleducan los niños cuando en el seno familiar se es demasiado ingenuo, nervioso, débil o demasiado severo. O cuando la familia se acostumbra al espectáculo de la grosería, de las disputas, del egoísmo, de la embriaguez.
La actitud de los instructores del Pentathlón, que son la columna vertebral de la misma, es la de cuidar del valor del buen ejemplo y a través del mismo guiar a la juventud hacia cimas positivas marchando al frente de sus columnas.
Que grave responsabilidad es ser instructor del Pentathlón y estar obligado al buen ejemplo.
Nuestros inspiradores y fundadores apostaron a las disciplinas militar y deportiva como medio para formar a los jóvenes para el servicio desinteresado a la Patria. Lo militar no ha pasado de moda aunque los modernos se empeñen en negarlo. La historia demuestra que pueblos disciplinados triunfan y se superan. Ahí tenemos el ejemplo palpable de Alemania y del heroico Japon..
Como pentathletas, militantes, alegres y orgullosos pero también convencidos de sus ideales, apostamos por una Patria ordenada pero generosa. Por una juventud sana, alejada de las adicciones y del mal comportamiento y respetuosa de la autoridad.
Por esa razón como cada año y desde los más diversos puntos de la ciudad y del estado de Jalisco, acudimos otra vez puntuales a nuestra cita con la sociedad, para rendir cuentas.
Ahí están el batallón Von Retteg, allá el Iturbide, más allá el San Blas, no ha faltado el batallón Héroes de Chapultepec ni el San Patricio..., mucho menos las sub zonas foráneas, así como la presencia entrañable de ex Comandantes y egresados distinguidos, para que a una voz recordemos nuestro compromiso de Patria, Honor y Fuerza.
Muchas Gracias.
Atentamente
Lic. Francisco Valle Carmona
2° oficial de infantería
Jefe de la sección de organización y propaganda, EMZ.
Comandante del batallón Héroes de Chapultepec.
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Imagénes del Recuerdo
21 de enero de 1940. Reconocimiento oficial de la zona Jalisco por
parte del Cuartel General de México D.F. La zona Jalisco
habia sido fundada el 17 de agosto de 1939 por el grupo encabezado
por Antonio Leaño, Roberto Franco, Fernando Valencia,
Benjamín Ron y otros. En ésta gráfica aparecen:
Urbano Blanchet Briseño, Rafael Izquierdo Ibarra, Roberto
Franco Ruiz, Ignacio Garibay Gutiérrez, Aurelio Cortés
Díaz, Javier Fernández Garibay, Miguel y Roberto y el
general Genovevo Rivas.