ðHwww.oocities.org/ar/Apuntad_Alto/Editoriales/hay_mora_que_es_fruta.htmwww.oocities.org/ar/Apuntad_Alto/Editoriales/hay_mora_que_es_fruta.htmdelayedxXÕJÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÈ ‹ODOKtext/htmlàâÂÅKODÿÿÿÿb‰.HFri, 05 Mar 2004 03:43:14 GMT` Mozilla/4.5 (compatible; HTTrack 3.0x; Windows 98)en, *XÕJOD Hay mora que es fruta

Hay mora que es fruta, hay mora que es Amaya, y hay mora en Scouts de Argentina

Alejandro Mologni

Tortuga Tranquila

ADRA Zona 7 Dto 3

 

Había una vez un Asistente de Administración y Finanzas de un Distrito del Sur del Gran Buenos Aires que sin ser Contador Público se puso a pensar cuando le cayó en las manos el Balance Anual de Scouts de Argentina. 

Entonces con sus conocimientos contables empezó a leerlo con profundidad y se encontró por un lado que la asociación tenía un montón de morosos en el pago de las cuotas afiliatorias.  Eso le resultaba entendible, tener que desembolsar toda la guita junta en un solo pago para más de un padre de familia de un Grupo le resultaba caro, ya que el Turco Innombrable había dejado en la calle a más de uno de ellos, haciendo que esa deuda recayera como un crédito incobrable sobre la institución. 

Desde luego, desde su cargo podía ver como los Grupos de su Distrito pedían planes de pago para poder pagar su registro anual, salvo algún descolgado que podía hacerlo en una sola cuota (“Santas Finanzas, Batman” diría el joven paladín de la justicia) pero no era la regla.  La fija era lo primero e incluso a ver si era posible becar a alguien (“los hermanitos XX” eran tres y no se podía juntar toda la plata). 

Eso lo veía desde las cuentas distritales, los balances de los Grupos y alguna que otra vez cuando se tenía que hacer alguna actividad de Programa o se tenía que participar de algún Curso de Formación. 

Pero por otro lado, observaba que todas las actividades que organizaba el Nivel Nacional daban pérdidas (sólo algún evento dio por ahí alguna vez un superávit, pero era como encontrar a Lita de Lazzari gritando “Hambre” frente a una olla popular en medio de Ciudad Oculta) generando un déficit creciente para nuestra vida asociativa. 

Todo iba entendiéndose, mas en un momento la atención se fijó en un Anexo donde se detallaban los inmuebles que SA tiene y dijo: “¡Ohhh! ¡Cuanta solvencia!” (es decir, tenemos algo para hacernos cargo en caso que se venga la sombra de la disolución.  Tan nuevita y con problemas grandes.  Ni pensarlo y sí los problemas existen como existen los hombres que generan los problemas. 

Dentro de ese ítem había algo que le llamó poderosamente la atención: figuraba como inmueble de la asociación la sede de un Grupo Scout del Distrito vecino al suyo que un legendario y patriarcal intendente de la zona le había entregado a una de las instituciones precedentes para que sea usado solamente para ese fin y que si dejaba de funcionar, este debía devolvérsele al municipio. 

“¡Gran dilema gran!” reflexionaba en su silencio.  Él conocía la historia porque en su momento había sido Director de Distrito con jurisdicción sobre ese Grupo y había podido leer la escritura de transferencia que quedó en custodia de Casa Scout.  “Entonces quiere decir ¿que la Comisión Revisora de Cuentas de hacerse cargo de levantar los muertos –como liquidadora institucional– va a tener bienes que no va a poder vender?  ¿Cómo es eso?”, mientras que en una mano sostenía el Estatuto que, tras terminar su lectura, se le caía de la mano cual camarero ante la Parca. 

La duda le fue carcomiendo día a día y máxime cuando se acercaba la Asamblea Nacional Ordinaria. 

El trabaja en un banco, (que debe velar por preservar el valor de la moneda, así como por el buen funcionamiento de otros bancos, donde tiene muchos compañeros –muchos de ellos que los considera amigos–) donde tiene compañeros que, a diferencia de él, son contadores y abogados, a quienes les rompía la paciencia que para su entender ese inmueble y quizás otros más no debían estar incluidos en el balance. 

Los primeros decían que según normas profesionales actuales no debían registrarse, antiguamente esto se hacía en lo que se llamaban “Cuentas de Orden” para reflejar la eventualidad de su existencia pero que no afectaba el patrimonio.  Los segundos por su lado se amparaban en decir: “Es un legado con cargo”, en criollo: “Yo te lo dono, pero si dejás de hacer paro lo cual te lo dí, me lo devolvés”.  “¿Cómo se puede contar como respaldo del patrimonio bienes así?”  Tan fácil de responder como preguntarle a un cura “¿Quién concibió a Dios Padre?” con todo respeto de la fe cristiana en todas sus denominaciones válidas. 

Fue así que empezó su plan, que lamentablemente nunca pudo terminar porque siempre lo bicicletearon aquellos inútiles que no saben nada de estas lides y sólo quieren dibujar cifras para que los números cierren de alguna manera, procurando demostrar que somos fuertes económicamente. 

En primer lugar lo planteó en una Asamblea Distrital Ordinaria y le sirvió como mandato de delegado en la asamblea que lo llevaría a ser miembro por un simple año, de la Comisión Revisora de Cuentas que renovaría a la constituida inicialmente al nacer SA.  Lamentablemente por la salud de su padre no pudo continuar con su tarea a nivel nacional, pero eso es otra historia. 

Fue así que en conversaciones de la Comisión con otro miembro, un abogado duro miembro del actual Consejo Directivo con quien trabó una cierta amistad, logró que se incluyera en el Informe Complementario de dicho cuerpo que en los próximos ejercicios se diferenciaran con un asterisco los inmuebles que la asociación posee de aquellos que son legados con cargo.  El primer paso ya había sido dado, lamentablemente fue poco lo que se pudo avanzar. 

Esto le valió una de sus habituales groserías al apoderado de la institución que tuvo que mirar escritura por escritura para que en el ejercicio siguiente se empezara a mostrar esta situación, a lo que el Tesorero de ese momento llamó “de disponibilidad restringida” en ese Balance de 2001.  ¿Restringida de qué?  ¿Acaso están embargados?  NO es la respuesta en ambos casos.  El hecho es que muchos fueron incluidos para engrosar un patrimonio asociativo ficticio.  Ficciones que no son las de José Luis Borges, ficciones de un cuadro que no pintó Salvador Dalí. 

En ese año al tratarse el Balance Anual, ya no estaba como Asistente Distrital ni en la Comisión Revisora de Cuentas, estaba como Subjefe de un Grupo con muchísima historia de esto que le llamamos los “Scouts” ¿Se acuerdan de ese artículo que escribió y que salió publicado tanto en esta revista electrónica, así como editorializado en el Info-Scout que se llamaba “Era en Agosto…?  Pero ahora no es momento de hacer recuerdos de ello, el hecho es que ese Educador Scout con fuerte formación en eso que se le llama Dirección Institucional, de la cual también es Formador en su Zona, se trenzó en una discusión sana y con mucha altura con el Tesorero de la afamada institución. 

Contrariamente a lo que más de uno piensa, no siempre las discusiones son gritos vehementes o trompadas en más de una dirección, éstas pueden tener mucho respeto por el otro, como lo fue ésta, que luego de un tedioso intercambio de opiniones que él sustentaba en principios contables y legales, el buen encargado de las finanzas nacionales prefirió dejarlo ahí ya que no habría un principio de acuerdo, mientras que por otro lado un famoso profesional del derecho al que le gusta ver como crecen los olivos en los enlozados, callaba para consentir que nada sea hecho para proceder a esta reversión, mientras le gusta protestar por otras cosas. 

Habiendo dejado el Grupo y trabajando como Asistente Distrital de Recursos Adultos, la inquietud para este Educador Scout no quedó ahí y le bastó saber -hace un tiempo-, leyendo desde el inglés una Circular del Comité Scout Mundial, que la asociación Scout de su país, esa a quien tanto aprecia y se siente identificado ha entrado en mora con la Organización Mundial del Movimiento Scout. 

Nadie se acordó más de esos temas en las Asambleas siguientes, pero hoy cuando las papas queman sería útil saber cual es el verdadero patrimonio institucional para ver con cuanto tenemos para hacer frente a esta situación financiera, que lejos de la economía de nuestra Argentina, hay quienes se esforzaron en lograrlo, adosando este cadáver para las generaciones futuras. 

Él sabe muy bien que muchos que leerán estas líneas estarán contentos y festejando al empezar el Año Nuevo porque SA podrá dejar de ser la sede del Jamboree Panamericano 2005 o salir de la OMMS si no se pone al día, pero lamentablemente ve en esos –con todo el respeto– sobradas muestras de necedad, para decirlo en un tono cortés digno de la caballerosidad de la que habla BP en “Escultismo para Muchachos”. 

¿Pero valió de algo tener tanto “dibujo contable”?  ¿Era él un Quijote que estaba luchando contra molinos de viento? O simplemente ¿era un hombre que sabía algo que el ser Scout es simplemente también ser “transparente en la gestión”?  Un chiste tonto que él dice: “Yo siempre trabajo con valores.  Hay valores que me dan de comer y hay valores que me ayudan a vivir como persona y como Hijo de Dios”.  ¿Será acaso que alguno utiliza algunos valores para disfrutar de algo más que un Campamento Anual? 

Yo a ese Dirigente lo conozco desde el vientre de su madre, hemos compartido casi cuarenta años de vida juntos y casi veintinueve años de Escultismo en distintos Grupos Scouts y niveles asociativos.  Es tan así que no me he podido despegar de él (no piensen ninguna cosa rara en cuanto a mi persona) porque el día que me separe de él ambos estaremos disfrutando del Eterno Campamento nos habrá preparado la carpa del descanso y la felicidad para toda la eternidad. 

Él me pidió que escribiera estas líneas, estas largas líneas para que cuando en el 2004 leamos los Balances asociativos y pensemos en la mora que supimos conseguir como los laureles famosos recordemos cuanta razón tenía ese testudo (palabra difícil para hablar de un quelonio) que un día se puso a pensar sobre los inmuebles de SA y cómo éstos en algún momento podrían ayudar a no entrar en eso que nuestros amigos del Norte llaman “default” o -si la queremos en castellano- con todo el dolor “quiebra”.

 

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