El valet y el Bufón Lic. Horacio Wild |
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El valet
y el Bufón... dos formas de relacionarse
con la verdad que se presentan en asociaciones como la nuestra, y que no
hay por qué dejar de tenerlas en cuenta y conocer cómo funcionan.
Eric Laurent definirá al Bufón
de la siguiente manera “es aquel que privándose de todo poder, excluyéndose
de la sociedad de los hombres libres, del juego de la corte, puede en ese
momento decir la verdad, sin que por ello sea inmediatamente asesinado”.
Esta figura se opondrá a la del Valet, el cortesano “que obedecen al príncipe
y a las reglas tales como las cortes italianas las habían establecido. El
corteggiano, el amo del semblante (simulante – simulación), debe saber
comportarse perfectamente y funcionar al servicio del amo”.
¿Qué tiene que ver esto con nosotros?. Jacques Lacan,
psicoanalista francés decía que algunos intelectuales de de izquierda
eran más bien bufones, puesto que
enunciaban sus cuatro verdades al amo capitalista, denunciando la manera
de hacer sufrir a la clase
obrera. No es necesario irse a la política partidaria para esto... en
nuestra institución hay muchos Bufones... hasta creo que algunos han
llegado al Consejo Directivo... Denuncias sobre lo que está mal, sobre la
supuesta falta de compromiso de los demás, sobre cada error ; minando
cada elemento de la estructura, colocando en lugar de “cortesanos” a
todo el resto que o no dice, o no le interesa lo que el Bufón dice... No se puede negar el valor de algunas de las
verdades que se enuncian, pero lo interesante es que los mismos Bufones cuando se encuentran en grupo u ocupan lugares de poder funcionan como cortesanos
imponiendo a “los compañeros de ruta” su forma de pensar y de hacer,
llegando a un autoritarismo peor que el del Amo que denuncian.
Los “cortesanos” suelen funcionar al revés, en grupo funcionan como Bufones en el que cada uno hace la suya hasta el punto de volverse totalmente ridículos,
se pelean entre ellos, cada uno quiere ser más “el único” que el
otro... espectáculo de divisiones y orgullo... en vez de plantearse una
estrategia grupal cada uno está metido en su individualidad bufonesca...seguramente habrá cortesanos en el CD ¿o estamos exentos que en nuestra
institución tengamos cortesanos y bufones?
Mas allá de este pequeño comentario quería señalar en ésta
editorial la contradicción implícita en algunos dirigentes que se
manifiestan en los distintos medios
de comunicación del movimiento, en los que podemos observar como se
enuncia y denuncia de una manera, para
en la práctica actuar de otra... un ejemplo de dicha contradicción es señalado por Marcelo Arroyo en el
artículo sobre el voto juvenil que editamos en éste número (un
excelente artículo) , en el que expresa lo contradictorio de la última
Asamblea Nacional en la que gran parte de los que defendían el voto
juvenil no dieron lugar a que se traten las recomendaciones del
Foro Nacional de Jóvenes.
Otra de las cuestiones, y la que a mí particularmente más me
molesta ya que desde mi punto de vista la considero una muy estrecha visión
de la asociación, es el contínuo ataque a los dirigentes scouts que
sostienen en el presente el movimiento scout, en especial en SdeA..
Podemos decir que encontramos en estas expresiones bufonescas la posición de un grupo que se ubica como un Amo más terrible del que
dicen denunciar. Entre otras cosas definen Ø
Al resto de las instituciones como
pseudoscouts Ø
Reducen el problema de SdeA a una
cuestión interna de los ·”católicos” Ø
Intentan imponer su idea de movimiento sin importarles que exista una diálogo institucional
entre los distintos sectores, ya que ellos "saben" sobre cómo debería ser la institución Ø
Hablan de participación, pero cuando
están en el poder no hacen nada para que ella sea posible, ya que una vez
que se está “arriba” hay que aprovechar para imponer su visión asociativa (Esto no se refiere sólo al CD, sino que incluye los Equipos Nacionales) Ø
Tienen el descaro de decir que los
dirigentes que no ven a la asociación como ellos mejor que se vayan, que no se
los necesita. Ø
Se ubican graciosamente
en una posición de sumisión (esclavo según la lógica hegeliana) ante algunas figuras carismáticas
de su propia corriente de pensamiento, más si ocupan algún lugar de
poder. Valets y
Bufones ¿habrá otra posibilidad de construir la asociación sin que antes la
destruya la interna ciega y sorda que estamos viviendo? Debemos encontrar
otra manera de ubicarnos ante lo real institucional (la roca, como decía
en el artículo “de cómo un sueño se convierte en pesadilla”), en su
relación con la Ley que nos constituye cómo asociación. La participación
real de toda la dirigencia en la toma de decisiones es lo único que puede
garantizarnos continuidad asociativa. Bibliografía: Eric
Laurent Síntoma
y nominación Ed Diva
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