ðHwww.oocities.org/ar/Apuntad_Alto/cable_a_tierra/grupo4.htmwww.oocities.org/ar/Apuntad_Alto/cable_a_tierra/grupo4.htmdelayedx.XÕJÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿȆŒ±zOKtext/htmlÂÅK±zÿÿÿÿb‰.HSat, 03 May 2003 03:00:15 GMT{ Mozilla/4.5 (compatible; HTTrack 3.0x; Windows 98)en, *-XÕJ±z El Grupo Scout y su relación con la comunidad

El Grupo Scout y su relación con la comunidad (IV)

Lic. Horacio Wild

   

             En los textos anteriores trabajamos distintas cuestiones en referencia a la inclusión de los dirigentes Scouts dentro de un conjunto más amplio que llamábamos los dirigentes y animadores comunitarios; avanzamos sobre el concepto de Desarrollo Local planteándolo desde una perspectiva amplia que incluye distintos ejes de trabajo. Luego de definir un área interorganizacional avanzamos un poco en cómo determinar algunos indicadores de los distintos Proyectos; trabajamos sobre los conceptos de Beneficios y Beneficiarios, y en la construcción de distintos indicadores de Evaluación de los proyectos en sus distintos aspectos. 

            En el presente texto trataremos de explicitar algunas cuestiones que son importantes a la hora de pensar la posible intervención de los dirigentes en las comunidades mas amplias de la que forman parte.  

            En los últimos años, a partir de múltiples factores políticos, sociales y económicos; en nuestro país y países vecinos se han producido a decir de Robert Castell enormes procesos de desafiliación que han debilitado y en algunos caso prácticamente destruido la pertenencia de los distintos sujetos a determinados grupos sociales. Estos procesos han sido generados por el levantamiento del ferrocarril en los que mueren pueblos enteros generando migración de los pueblos a las grandes ciudades, los procesos de privatización de las antiguas empresas públicas que han dejado un elevadísimo número de personas sin empleo, el enorme desempleo que ha hecho que gente que tenía determinada movilidad social la haya perdido casi por completo, las migraciones internas y externas... todo ello ha impactado fuertemente en la pérdida de seguridad que comúnmente brindaba el contexto. La despersonalización de las relaciones laborales y entre las personas que se ven inmersas en contextos turbulentos, amplios e imprevisibles ha generado lo que se llama Riesgo Social. 

            Podemos observar como en los contextos locales dicha situación de riesgo social, impacta directamente en la pérdida de relaciones sociales en la que se destruye la armazón protectora que comúnmente las pequeñas comunidades brindaban a sus miembros. La sociedad de fomento o el centro vecinal, el gremio,  la escuela y otras organizaciones también recibieron el impacto de las distintas crisis tratando de adaptarse de alguna manera mediante el cambio de fines; un ejemplo de ello es la escuela que se  ha convertido en comedor y ocupando la educación un segundo plano; otro ejemplo es el Centro Vecinal que se constituye como lugar de búsqueda de alimentos y se pierde como espacio de discusión política. 

            La sensación de las personas es la del despojo, ya que lo que antes brindaba la propia comunidad pasa a ser función de organizaciones mucho más amplias, incluso alejadas témporo-espacialmente. Los grandes Hospitales, las grandes colas para cobrar el “plan de jefes y jefas”, las ONGs que juntan alimentos o medicamentos para cubrir la necesidad básica... pero que luego de entregarlos no acompañan desde lo afectivo y en el día a día a los que se encuentran en esa situación. Nosotros mismos hemos recolectado alimentos más de una vez con el buen fin de entregarlos a los chicos de Tucumán o a las comunidades aborígenes paliando una necesidad concreta desde el punto de vista de la supervivencia. 

            La pregunta obligada es si estamos para realizar ese acompañamiento... pregunta difícil porque en ella se mezclan cuestiones que tienen que ver con los ideales que tenemos como dirigentes y con la Misión Educativa que nuestra Asociación tiene. ¿Debemos ser otra Asociación más que cambia sus fines en función de la emergencia? ¿Podemos sin renunciar a nuestra Misión desde nuestro rol como dirigentes comunitarios enriquecer nuestra perspectiva de trabajo permitiéndonos animar junto a otros procesos de desarrollo comunitario?. En ésta última dirección trabajaremos, valiéndonos de conceptos tan importantes como el de “desarrollo local” que hemos definido en textos anteriores, y que hace referencia esencialmente a la comunidad concreta en la que trabajamos. 

            Se ha bastardeado mucho el concepto de “Red Social”, y desde muchos organismos gubernamentales solo sirve para que la gente de vuelta entre distintos lugares que supuestamente “trabajan en red”. El estado muchas veces a utilizado ésta estrategia para que justamente nadie se termine haciendo cargo de nada... “trabajemos en red...” nos dicen... y los recursos para poder hacerlo no estás. Intentando recuperar algunas de las características esenciales, podemos señalar que la Red Social se basa en tres pilares fundamentales: 

1.      La satisfacción de las distintas necesidades humanas (materiales, culturales, sociales, etc)

2.      La generación creciente de autodependencia de los grupos

3.      La articulación de las personas con el trabajo, la naturaleza y la tecnología.

 

Prestemos un poco de atención a dichas características: Las necesidades humanas dentro de lo que llamábamos “desarrollo local” son múltiples y variadas, por eso definíamos distintos ejes de trabajo que apuntaban al desarrollo. No es sólo la necesidad básica de alimentos que es un imperativo feroz... también existen otras necesidades de extrema urgencia y muchas veces el simple hecho de que un Grupo Scout funcione en un barrio humilde les brinda a los chicos la posibilidad de jugar y crear. Si bien es cierto que en muchas situaciones sociales resulta realmente imposible salir de campamento, también es cierto que muchas veces los propios dirigentes se sientan “cómodos” en ésta situación esperando que otros vengan a solucionar los problemas de su comunidad.
 

       Cambiar la perspectiva de trabajo implica entre otras cosas asumir que el método scout y el sistema de proyectos son también un pequeño “laboratorio social” que permiten incorporar metodologías de trabajo.

Generar autodependendencia en los grupos es fundamental, recuerdo grupos humildes en el que los chicos han podido salir de campamento produciendo plantines de flores para la venta: juntaban vasitos plásticos de café, tierra, compraban sobres de semillas y cada sobre les daba unos 100 plantines... luego de un tiempo salían a venderlos y sólo con tres plantines pagaban el dinero invertido. Esto a su vez generaba efectos importantes ya que ante la realidad se tomaba una actitud activa y creadora, justamente lo contrario a una actitud pasiva vivida como destino; su efecto multiplicador suele no hacerse esperar demasiado y personas de la comunidad asumen la tecnología incorporada
La articulación de las personas, el trabajo y la tecnología tiene que ver con esto último. Toda labor de desarrollo es esencialmente ecológica; en tanto y en cuanto es el propio medio el que nos va a  determinar las posibilidades de articular lo que se tiene (sea recurso material, natural y humano), con las tecnologías disponibles (no entendiendo dicho término sólo desde el punto de vista de “progreso tecnológico”). Por ello es indispensable el concepto de “localía” en toda su extensión, que incluye lo cultural ya que muchas veces lo que es visto como un beneficio desde un punto de vista parcial termina siendo un prejuicio para la comunidad
 

        Uno de los principales caminos para enfrentar la crisis que viven nuestras comunidades es el de iniciar procesos de autorreflexión  que impliquen participación y protagonismo real en la toma de decisiones; ya que de otra manera las comunidades terminan siendo objetos de “ayuda” y no sujetos de su propio proceso de desarrollo. Obviamente que es indiscutible la ayuda, pero también es cierto los procesos comunitarios de desarrollo deben ser generados. Previo a la grave crisis económica existían en distintos lugares del país grupos humanos en los que lo que importaba era recibir el plan de ayuda y no generar su propia fuente de ingreso, de hecho muchos emprendimientos productivos sencillos fracasaron ya que si se recibían 200 pesos por un plan y con el microemprendimiento podían ganar 400 pesos, evaluaban como que era mejor recibir los 200 pesos sin esfuerzo. Ellos no eran los culpables de lo que pasaba... posiblemente el clientelismo político por generaciones generó algunos grupos culturales con éstas características, en especial en las Provincias del interior del país.

 

Cualquier Tipo de Intervención que como dirigentes comunitarios realicemos, debe apuntar a desarrollar la capacidad autorreflexiva y autocrítica con el objeto de optimizar  la posibilidad de organización autogestora, que apunte a provocar el cambio subjetivo, de manera que cada persona pueda concretar distintas acciones de acuerdo al contexto social en el que vive. 

 

La dimensión del Proyecto pasa a ser central, ya que mediante el mismo se puede ir generando una progresiva consolidación del proceso de construcción individual y colectivo. 

            Una de las primeras cuestiones a preguntarnos es la de ¿con quién estamos trabajando?. La variable cultural no puede dejarse de lado, la forma de vida, las costumbres, todo aquello que hace a la propia historia como comunidad. Muchos proyectos fracasan porque no tienen en cuenta esta importantísima dimensión, ya que se parte del supuesto que lo único que importa es la variable tecnológica pensada como “modernización

 

Debemos tener en cuenta que en el proceso de autorganización nos encontraremos a su vez con fuerzas que apuntan en el sentido contrario; lo peor que podemos hacer es creer que se trata de “personas en contra” o “resistencia al cambio”. Dicha dialéctica es constitutiva y necesaria en los procesos grupales; de allí que se nos presenten a lo largo del proceso caminos variables e imprevisibles que forman parte de la dinámica de los grupos sociales. Es aquí donde debemos transformar los obstáculos en posibilidades; aprovechando siempre los saberes y las experiencias previas de los distintos actores.

 

Comúnmente en toda comunidad existe un hito que sirve para nombrarla o para empezar a contar la historia. Esto no quiere decir que antes de ello las cosas no venían pasando, sino que es a partir de este Hito (que tranquilamente puede ser el proyecto comunitario) se produce una articulación creadora. 

            Marcelo Pakman define a la Intervención comunitaria a aquellas construcciones que se realizan teniendo en cuenta tres parámetros fundamentales 

1.      Pragmático: Toda construcción es pertinente si permite una acción eficaz en relación a un problema planteado.

2.      Etico: Toda construcción debe realizarse teniendo en cuenta el respeto por la subjetividad y la ecología

3.      Estético: Que hace referencia a los sentimientos, la movilidad de las sensaciones de malestar y bienestar ante el núcleo problemático; caracterizándose por su inestabilidad esencial.

 

De cómo organizar una intervención posible: 

            Los dirigentes y animadores comunitarios deberían pensar y repensar que para que su acción sea eficaz ante el problema sentido por la comunidad, la  organización de la intervención es necesaria. 

            Si los dirigentes del Grupo Scout son convocados por los padres de su comunidad para que les den una mano en cómo buscar soluciones a distintas problemáticas, o esto surge del Centro Vecinal no deben temer... mal o bien existe una experiencia de animación con los jóvenes, de talleres realizados e incluso formación recibida dentro de la misma Organización. Estos saberes hay que capitalizarlos para poder usarlos en beneficio de la comunidad general. 

            Lo primero que el dirigente convocado debería pensar es que las cosas vienen pasando desde antes que él llegue, esto quiere decir dos cosas a) Que hay  una organización previa respecto de las relaciones entre las personas, con liderazgos en juego que deben ser respetados aunque los mismos sean rígidos b) De lo que se trata no es de que él solucione los problemas de la comunidad, sino que pueda hacer uso de sus habilidades para que la propia comunidad a partir del obstáculo  que se plantea, pueda recuperar su capacidad de autorreflexión y acción. 

            Esto lleva a que el dirigente conozca la organización de qué se trata (sea formal o informal) y la mejor forma es en terreno... charlando... preguntando... tratando de ver cuáles son las “familias llave” que nos abren puertas a distintas personas de la comunidad. Considerar el tipo de organización, si es autoritaria, burocrática, etc permitirá conocer el “paño” de la Intervención que comúnmente se realiza a partir de la dinámica de Talleres. El dirigente debe tener claro : ¿para qué Intervenir? ¿hasta cuándo intervenir?. A su vez debe plantearse metas mínimas respecto a lo que espera generar en los destinatarios de la Intervención respecto de la visión de los recursos, las potencialidades y distintos saberes, las capacidades en relación a soluciones creadoras. 

            Una vez definido lo anterior, es muy importante que en el taller pueda generarse una historia común de la organización... es la base para realizar procesos de desarrollo; para ello quizás sea interesante poder ubicar: 

·        Problemas similares que los unen (Identificación de problemas, un ejemplo de ello está en la metodología propuesta en “Hagamos un Plan de Grupo”)

·        Diferencias de origen, laborales

·        Migraciones, pérdidas

·        Rastreo de soluciones fallidas 

A partir de esto  obtenemos un buen clima entre las personas, generando sentimientos comunes y comunitarios; a la vez colaboramos a que se identifiquen los problemas y las soluciones fallidas a los mismos. La dinámica de Taller y puesta en común es muy importante porque permite explorar todas las voces, todos los dichos, las distintas perspectivas de los actores. 

Posteriormente a la generación de la Historia común, como segundo momento importante del Taller es la generación de propuestas alternativas que ayuden a descubrir y encontrar nuevas soluciones generando nuevas historias. 

            Comúnmente los cambios en la comunidad se dan con posterioridad a la intervención, y ello implica el que quizás no alcance con un solo taller de trabajo... debemos pensar en nuevos momentos en lo que se puedan trabajar sobre

·        Introducir modificaciones a lo planteado

·        Crear estrategias

·        Dar pie para poder hablar de que también es posible equivocarse en la construcción de estos caminos

 

Bibliografía oportuna:

  • Los contextos de aprendizaje. Elina Dabas comp. Ed. Nueva Visión

  • Red de Redes    Elina Dabas comp. Ed Paidós

  • Redes el lenguaje de los vínculos   Elina Dabas - Denise Najmanovich comp.   Ed Paidós

 

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