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Entre "Río Mísitco" y "El día de la marmota"

Búho Terco

 

 

 

             Sean Devin (Kevin Bacon) es llamado para investigar sobre un crimen cometido en su viejo barrio de Boston, lugar en el que se reencontrará con sus antiguos amigos con los que había perdido contacto hacía 25 años, a partir de un hecho que determinaría la vida de cada uno de ellos de una manera u otra. Jimmy Markum (Sean Penn) –el padre de la adolescente asesinada – es uno de los antiguos amigos; cerrando el trío se encuentra Dave Boyle (Tim Robbins), un padre abrumado por su pasado en el que, cuando era niño fue secuestrado delante de sus amigos Sean y Jimmy por un policía y un sacerdote que abusaron de él durante cuatro días hasta que él logra escapar. Jimmy y Sean, cuando fue secuestrado Dave, decidieron no hacer nada probablemente paralizados por el miedo ante las figuras de autoridad representadas por los secuestradores. El hecho traumático separó sus vidas y la marca de lo ocurrido adquieren sentido a través del reencuentro luego de pasados 25 años. 

            La trama de “Río Místico” nos muestra un modo de entender el pasado en el que todo lo que ocurre en el presente se encuentra en una especie de callejón sin salida respecto del pasado determinante, visión muy común de la psiquiatría norteamericana y de algunas corrientes institucionalistas utilizadas para el análisis de las organizaciones. Visión simple que tiene muchos adeptos dado que es mucho más fácil justificar lo que hoy ocurre en función de un pasado determinante, traumático, que marcaría en forma indeleble el destino de un sujeto o una asociación.

Muchos miembros de la asociación y ex miembros de alguna de las asociaciones que dieron origen a Scouts de Argentina comparten esta Visión de la historia que pareciera adquirir al menos interpretar el pasado: Una depresiva y la otra maníaca. 

            La visión depresiva de la historia trata de que lo que no ha ocurrido de un inicio nunca más ocurrirá, ya que estamos determinados por dicho inicio, por los pactos previos a la constitución de SdeA, que tiñen cualquier posibilidad de construcción interna y externa a SdeA; muchos que hoy no están, a la manera de Dave Boyle se atormentan con todo lo que ha ocurrido y el pensar en ello y ver los fantasmas del pasado en cada lugar, no solo se marcan con la infelicidad sino que a la manera de un tango consideran que no hay salida posible de la situación actual. No es que el pasado no insista a traves de aquello que se repite, pero desde esta concepción de la historia no hay una salida posible. 

            La visión maníaca opera por la negación del pasado y su peso determinante en el presente y el futuro; “somos una asociación nueva”, no tenemos historia, los chicos no tienen historia, necesitamos una nueva cultura asociativa, debemos eliminar todo aquello que pueda hacernos recordar el pasado y el cómo conformamos esta asociación; y esto se cuela incluso en los programas en donde la única historia posible son las de los aventureros que se citan en los libros porque “hay tradiciones que están más muertas que un faraón” (como decía un viejo documento de programa) ¿será así? ¿o las tradiciones son peligrosas?... y cada equipo debe hacer su propia mística o tradición porque “las otras” son peligrosas aunque no se lo reconozca. Dicha visión se ha colado en gran parte por el sector neocorrentista y sus producciones en las distintas áreas, que ¿ingenuamente? cree que simplemente haciendo como que el pasado no existió se puede imponer al cuerpo asociativo una forma determinada de entender el movimiento… después de forma impensada, el pasado inexistente se cuela en (por ejemplo) una Ley que de la misma forma que la dio origen a la INSA, pretendió establecer la exlusividad del movimiento Scout en Scouts de Argntina.  

Esta visión maníaca también opera a nivel regional respecto al escultismo ligado a la OSI… “con el macpro hemos superado a Escultismo para muchachos” –dijo alguien-, y por más que no se publique el famoso libro y que –según cuentan las brujas que no existen- cientos de ejemplares se encuentren llenos de telarañas en algún sótano de Chile ya que el “negocio Editorial” sería la venta de las nuevas Guías, el impulso original de BP insiste y se repite a partir de alguna página o alguien que fotocopia el dichoso libro, o “pega” en internet una versión apropiada para “descargar” y poder leerla. 

            Toda una visión de la historia, depresiva o maníaca respecto de lo traumático, que no es sin consecuencias.

 

            Otra visión de la historia nos la brinda la película “El día de la Marmota” o “Hechizo de tiempo” en la que Phil Connors (Bill Murray) interpreta a un periodista que, un dos de febrero, debe cubrir una nota en el pueblo de Punxsutawney en Pensylvania en el que una Marmota es liberada y a partir de ello se pronostica cómo será el tiempo en los meses siguientes. 

            Luego de cubierta la nota los periodistas intentan retirarse del pueblo pero una tormenta de nieve les impide hacerlo. Ya en el hotel, y al amanecer del otro día, la música de la radio junto a la voz del relator despiertan a CONNOR con el anuncio “buenos días excursionistas, hoy es el día de la marmota!”. A partir de allí se encuentra atrapado en el tiempo en el que cada amanecer es el amanecer del día que ya había concluido. En primer lugar Intenta muchísimas cosas para romper esa especie de embrujo, cosa que no puede; posteriormente aprovecha la repetición de cada día para intentar mejorarlo salvando vidas o desafiando a la muerte que nunca llegaba finalmente a realizar ya que se despertaba nuevamente en el “día de la marmota”. Finalmente por la vía del amor es que  puede romper el hechizo de tiempo en el que se encontraba atrapado.

             Si bien a primera vista pareciera ser una visión mucho más sencilla que la de Río Místico, en realidad “El día de la marmota” tiene sus particularidades de las que podemos obtener partido.

 

              Como primer cuestión toma a la repetición en su aspecto más tedioso que invade la vida de la persona u organización. Es muy interesante el planteo ya que   es muy serio porque dice algo así como: “Bien, ante la historia y lo traumático podrás actuar en forma depresiva llorando por lo ocurrido, o en forma maníaca negando lo ocurrido, pero siempre te despertarás un dos de abril con un relator que te recuerde: “buenos días excursionistas, hoy es el día de la marmota!”. No sólo la concepción del tiempo y la repetición es más audaz sino que es adecuada al devenir de las personas y de las instituciones, esto último es nuestro tema. 

            “El día de la marmota” es siempre un dos de febrero, y eso debemos tenerlo claro. No importa si una asociación impulsa una Ley en la que todo está definido y se “invita” al resto de las asociaciones a un campamento para ser parte del Programa ya establecido, y como resultado surgen los exploradores de “Don Bosco”; o 20 años después la USCA… Es el mismo día!!!... como cuando se imponen los Programas en SdeA cuyo resultado fue entre otros el éxodo de grupos a formar nuevas asociaciones … Sigue siendo 2 de febrero!!!  

            No nos desesperemos… porque sino terminaremos creyendo que institucionalmente vivimos en “El día de la marmota”… Pero pensemos que a diferencia de “Río Místico” esta película nos ofrece la articulación de dos cuestiones muy importantes que sirven para poder salir del nefasto día que nunca termina: el amor y la creación. Connor se enamora de quien antes no le simpatizaba y busca cómo conocerla y hacerse amar por ella; por esta vía se articula el amor como reconocimiento del otro y como don, y esto envuelve toda una postura a pensar a la hora de hacer política institucional ya que Implica: 

·         el reconocimiento de que los otros también son scouts aunque no compartan la asociación.

·         El reconocimiento que los otros también son scouts aunque compartan la asociación.

·         Reconocer la libertad del otro para elegir, expresarse y DECIDIR de forma vinculante respecto de los grandes temas asociativos como son el Programa y la Formación.

·         Reconocer que en el escultismo conviven distintas ideologías y que cada grupo scout responde al contexto socioeducativo en el que se encuentra, por ello no se puede universalizar la práctica bajo la idea de lo que unos pocos consideran escultismo.

·         Descartar la vía de lucha fraticida instalada como forma de hacer política asociativa

·         Confiar en que el otro podrá hacer la cosas de la mejor manera posible, y que no es necesario convertirnos en una empresa en la que existen más supervisores que empleados.

·         Reconocernos finalmente como institución histórica, y que construir el presente y el futuro nunca va a ser posible negando la historia de la que somos parte, negando a nuestros Maestros y tradiciones que siguen viviendo aunque se haya hecho lo posible por quitarles peso o eliminarlos, incluyendo en esta serie a nuestro fundador Baden Powell. 

Estemos atentos… trabajemos para que mañana a las 6 AM no nos despierte el radio-reloj anunciando nuevamente: “buenos días excursionistas, hoy es el día de la marmota!”.

 

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