El misterio de la creación

La palabra universo, mundo, cosmos u orbe, designa un conjunto de elementos afines, no existe nada sobre, independiete, absoluto, “en sí”, “más allá”, de los conjuntos designados, sea cual fuere la palabra empleada. Desde las galaxias, nebulosas, estrellas, planetas y cuerpos estelares, objeto de la astronomía, has­ta los átomos, partículas elementales o campos energéticos, objeto de la física nuclear, todo cambia, evoluciona, se transforma, nada permanece igual a si mis­mo, ni siquiera en dos instantes sucesivos.

La forma del universo, es la forma del lenguaje empleado para describirlo, dependiente de los conocimientos científicos de la época, no existe ningún tipo, modelo o forma del universo absoluto, eterno o inmutable, su estructura es isomorfa a la del lenguaje. No existe ninguna ley, principio o axioma permanente e invariable, toda permanencia e invariabilidad es relativa al sistema de referencia,
-vs. nota: Mundos-.

No ha sido verificado el principio o fin del universo, sus límites son lós límites del universo conocido en la actualidad, relativos a la evolución de la ciencia. Todo ente existente real o imaginario: ideas, objetos materiales, organismos vivos o elementos naturales, se generan y degeneran, nacen y mueren, se producen y reproducen, desde los cuerpos estelares, hasta las partículas elementales, pero la creación del universo, no ha sido verificada empíricamente, ni demostrada por la ciencia, -vs. nota: El origen del universo-.

El mito de la creación del universo solo pudo mantenerse con las ficciones irreales de la metafísica: abstracción, separación, inmovilidad, deducción, etc. Desde la época moderna la ciencia ha demostrado con la ley de conservación del movimiento, de la energía, de la materia, etc., que nada se crea, ni nada se pierde, todo se transforma, en la actualidad, la relatividad general, la influencia de los campos gravitatorios, la transformación de masa y energía, y otros temas científicos, coinciden con los principios tradicionales del budismo: transitorie­dad, relatividad, interdependencia y condicionamiento recíproco, -vs. nota: On­tología y metafísica-.

Etimología del concepto: proviene de la raíz kr o kar (vs.): crear, producir, hacer, causar, cumplir, realizar, y. krana o karana(S) (vs.) ; kraino(G) ; creare(L) ; crear(E); de donde prakrana o prakarana(S) (vs.) ; procreare(L) ; procrear(E). Hecho, creado, producido, causado es el participio krta o karta(S) (vs.) ; krantos(G) - creatus(L) ; creado(E); de donde prákarta o prákrta(S) (vs.) ; prektéos(G) ; procreatus(L) procreado (E). La forma personal, f., menor, íntima de karta (vs. -i), es artesanía, arte individual: krti o karti(S) (vs.) ; ars/artis, por cartis(L) ; arte(E); de donde prákarti o prákrti(S) (vs.): “pre­vio, anterior a (pra-, vs.) lo creado, producido individualmente”; uno de los mo­dos de generar (guná, vs.), que suele consíderarse en tres aspectos: a) aviakta (vs.): “acto (akta, vs.) no (a-, vs.) separado (vi-, vs. vi-), b) su antítesis viakta (vs.): “acto separado” y c) samakta (vs.): “acto conjunto (sam, vs.)”, temas de gran significación en la mitológica “creación del universo”.

La misma raíz genera al hacedor, creador, causante, productor krtar o kartar(S) (vs.) ;kranter(G) ; creator(L) ; creador(E), de donde prákartar o prákrtar(S) (vs.) ; práktor(G) ; procreator(L) ;procreador(E); la “acción y efecto de (-tía, vs.) crear, producir (kar, vs.)”: krtia o kartia(S) (vs.) ; creatio(L) ; creación(E) y kartavia(S) (vs.) ; creativus(L) ; creativo(E). Karman o karma (vs.): “forma de (-ma, vs.) hacer, realizar (kar, vs.)", es uno de los conceptos más significati­VOS, generador de karmanata (vs.): “entidad (-anta, vs.) del karma “y la “condi­ción del (-ia, vs.) karman”: karmania(S) (vs.) ; caeremonia(L) ; ceremonia(E), con su antítesis akarmania (vs.). La etimología revela el origen común de la creación biológica y cultural.

 

Extraído de El Budismo de A.B.A.

 

 

 
 

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