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¿ Cuanto se paga mensualmente?
Se está cobrando una cuota mensual de $40, que se utiliza para la alimentación,
pago de sueldos del personal y un mínimo de mantenimiento del edificio.
Les estamos dando la posibilidad a los padres que ese mismo valor lo pueden
entregar: o en carne o en lo que puedan ofrecer al albergue y que sea de utilidad
para el mismo.
Situación actual del albergue
Hablar de la situación actual del albergue, es comenzar a pensar en su continuidad
o no, sobre la base del factor económico, que está siendo determinante.
Nuestros esfuerzos van en la línea del autofinanciamiento, prueba de esto, son
los dos proyectos que están comenzando: el de una huerta comunitaria y el de
apicultura.
Gracias al aporte que ha realizado Caritas Nacional se ha puesto en marcha una
huerta que tendrá como fin, además de una función pedagógica, el aportar los
productos que de allí se cosechen para la alimentación de los albergados.
La Diócesis de Rottenburg-Stuttgart de Alemania, con su ayuda económica a financiado
el proyecto de apicultura con la adquisición de veinte colmenas en producción.
Si bien el ingreso que estos proyectos van a generar, nos ayudará a apaliar
la situación económica por la que pasa el albergue, estamos convencidos que
no es suficiente.
La realidad social de nuestro país se va agravando cada vez más, y por tanto
se vuelve más difícil brindarle aún las cosas elementales como la comida; lejos
estamos de contar con dinero para mantener el edificio que se encuentra deteriorado.
Se ha puesto todo lo que está a nuestro alcance para que continúe funcionando:
enviando pedidos de donaciones y trabajando con los padres de los albergados
quienes se van organizando en beneficio del albergue. El grupo solidario de
la parroquia ha realizado un gran aporte, para no enviar a los albergados a
sus casas, al no tenerles que dar para comer.
Nuestro mayor temor es que realmente aquellos jóvenes que no cuentan con recursos
económicos suficientes ni para pagar una cuota de $40 mensual, terminen por
abandonar sus estudios.
Evidentemente los deterioros del edificio son muchos y se hace casi imposible
el mantenimiento de los mismos; hay camas, colchones, almohadas, sillas y mesas
en mal estado.
Se percibe por ingreso por cuotas $1,70 por día que el albergado se encuentra
viviendo en él. Los sueldos de dos celadores y la cocinera se tienen que pagar
de la cuota mensual de cuarenta pesos que paga cada albergado.
Esta situación se ve agravada por la crisis que se está viviendo en Argentina,
donde la desvalorización del dinero y la suba de precios, hace aumentar el costo
de vida.
Nuestro sueño, no es solo que podamos brindarle como institución católica un
techo y las condiciones mínimas para vivir, sino el calor de una familia. El
albergue debe llegar a ser un semillero de cristianos comprometidos con su fe
y con la realidad tan dura que les toca vivir.
Por lo expuesto anteriormente, si buscamos que el Albergue Juan XXIII, siga
adelante cumpliendo con el servicio fundamental que está realizando hasta ahora
por el futuro de muchos jóvenes carenciados, es necesario contar con una ayuda
económica.
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