LAS MONEDAS DE ESPAÑA EN AMÉRICA

En el siglo XVI el territorio argentino formaba parte del extenso Virreinato del Perú. Durante esa época el comercio se efectuaba mediante el trueque, el intercambio de bienes se realizaba en base a productos de la tierra, por ejemplo, granos de cacao. Al principio los conquistadores utilizaron el mismo sistema; luego, con la explotación de los grandes yacimientos de metales preciosos, comenzaron a emplear tejos -planchas metálicas circulares- de oro o plata como reguladores de las transacciones. Para evitar la evasión de los impuestos reales, las autoridades reemplazaron este método variable introduciendo paulatinamente la emisión de monedas en los distintos virreinatos. Así fue como fundaron la Casa de Moneda de Lima en 1565, como habían hecho en México treinta años antes. Sin embargo, la producción de reales de plata era insuficiente, y nuestro territorio sólo pudo proveerse de moneda acuñada a fines del siglo XVI, luego de la creación de la Casa de Moneda de Potosí.

 

LA CASA DE MONEDA DE POTOSÍ

En 1776 se creó el Virreinato del Río de la Plata, que incluía en su te­rritorio a la Villa Imperial de Potosí, situada al pie del célebre cerro de plata. Desde allí se suministraba el circulante a las que luego serían las repúblicas de Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina.

A partir de la Revolución de Mayo de 1810 se inicia el período de lucha por la independencia de los países americanos. En este proceso, con avances y retrocesos hasta lograr la liberación definitiva, los ejércitos patriotas que pelea­ron en el norte ocuparon la Villa Imperial de Potosí en 1810,1813 y 1815. Sólo en las dos últimas oportunidades tomaron medidas relacionadas con la mone­da en circulación: se cambió el tipo que se emitía hasta entonces -con el bus­to real y emblemas hispánicos- por diseños propios con los símbolos patrios de Unión y Libertad.

 

Monedas Macuquinas

Para acuñarlas monedas de Potosí se grababan dos troqueles de acero, entre

Ellos se ajustaba el cospel de plata y luego se daban dos fuertes mazazos, con frecuencia el cospel se movía: así, la moneda resultaba tosca o irregular. Esa forma de fabricación dio lugar a la denominación de “MACUQUINA”, vocablo derivado del quechua “MAKKAIKUNA”, que significa “las golpeadas”. Estas monedas, también calificadas de “crudas” o “bárbaras”, se dejaron de fabricar en 1773 pero se mantuvieron en curso en nuestro país y en Centro América hasta avanzado el siglo XIX.

 

Punzones Ibéricos

Los punzones se enviaban desde España y las dificultades en las comunicaciones a causa de la distancia provocaban grandes demoras en su recepción. Así, en Potosí acuñaron monedas con el busto de Carlos IV fechadas desde 1808 hasta 1813, cuando por fin recibieron los punzones con el retrato del nuevo Rey, recién entonces Fernando VII hizo emisiones con fecha 1808 y 1809, según sus palabras, “para que se sepa que yo he reinado en esos años”.

 

LAS MONEDAS PATRIAS DE LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII

En febrero de 1813, después de la victoria sobre los realistas en Salta, las tropas al mando del general Belgrano ocupan Potosí. Una vez que la noticia llega a Buenos Aires, la Asamblea General Constituyente resuelve realizar la acuñación de un nuevo tipo de moneda y se san­ciona la ley del 13 de abril que dispone que tendrá "por una parte el sello de la Asamblea General [más tarde convertido en Escudo nacional] quitado el Sol que lo encabeza, y un letrero alrededor que diga “Provincias Unidas del Río de la Plata”; por el reverso un Sol que ocupe todo el centro y alrededor la inscripción siguiente, “En Unión y Libertad”; debiendo llevar todos los otros signos que expresan el nombre de los ensayadores, lugar de su amonedación y valor de la moneda...". Las de oro serían iguales "con sólo la diferencia que al píe de la pica, y baxo de las manos que la afianzan se esculpan trofeos mi­litares consistentes en dos banderas de cada lado, dos cañones cruzados y un tambor al pie".

Las primeras piezas de 1813 circulan desde fines de junio y se continúan emitiendo hasta noviembre, cuando Belgrano se retira hacia Jujuy después de la derrota de Ayohuma.

Durante todo 1814 se funden monedas patrias para acuñarlas con el busto de Fernando VII. Al año siguiente Rondeau, al mando del Ejército Auxi­liar del Perú, inicia una nueva campaña y logra hacer replegar a los realistas.

Entonces se realiza otra emisión de monedas autónomas, esta vez sólo de plata y de dos tipos: reales y soles. Se considera que la denominación "soles" se adoptó para acentuar aun más la nueva identidad. En 1815 los españoles ocupan nueva­mente el Alto Perú, y continúan acuñando monedas fernandinas una década más hasta que Potosí y toda la región se independi­zan bajo el nombre de República Bolívar, hoy Bolivia.

Las primeras monedas de la naciente Argentina tenían igual tamaño, peso y ley que las realistas, así pues su valor estaba dado por el peso del metal: las de 8 reales debían pesar 27 gamos, las de 4 reales 13,5 gramos y así sucesivamente. Se acuñaron en esa cantidad monedas de oro de 8, 4, 2 y 1 escudos, y fueron mucho más abundantes las de plata con los mismos valores; solo se sumaron las de1/2 y ¼ real. En 1815 se fabricaron únicamente monedas de plata y se denominaron reales y soles.

 

 

 

THE FIRST ARGENTINE COINS

The 1810 May Revolution kicked off a period of ongoing battles for  independence throughout the South American continent The process,  marked by a succession of advances and retreats, culminated with the  arrival of patriot armies from the North and the subsequent capturing of the Villa Imperial de Potosí in 1811,1813, and 1815. The Villa Imperial de Potosí was the financial hub responsible for funding the entire River Plate Viceroyalty, a territory that would later be known as the Bolivian, Uruguayan, and Argentine republics. During the last two occupations of Villa Potosí, the new regime drew up policies for currency circulation, and modified the prior coin designs, which had images of the Spanish crowned monarchs, forging new designs with patriotic symbols reflecting ideas of union and freedom, In February 1813, after the royalists were beaten in Salta province, the victorious troops led by General Manuel Belgrano occupied Potosí, and the General Constituent Assembly -the ruling authority during the revolutionary period- passed the law of April 13th, laying down new regulations for minting, The emblems became imbued in the ideology of the time, taking on images of the national badge and imparting slogans with phrases such as "United Provinces of the River Plate" and "United and Free."

Those first coins minted in 1813 circulated from the end of June until November of that year, until a defeat at the battle of Ayohuma drove Belgrano out of Salta and back to the province of Jujuy. In 1814, the coins used during the short-tived patriotic period were melted down and done over with the image of the King of Spain, Ferdinand VII. The following year, Rondeau, at the command of the Auxiliary Army of Perú, launched a new campaign and forced the royalists out of the area, marking the start of yet another release of independent coins, this time set in silver and carrying two images, reales y soles, adopted to better reflect the domain's new identity.

But in 1815, the Spanish royal forces were back again in the Alto Perú, proceeding to mint their coins with the image of the Spanish King. A decade or so later, the entire region gained its independence and was named the Bolivar Republic, known today as Bolivia.