Viajando con Ángel Vargas

Por Joseph Patrik

 

 

 


Joseph Patrik profesor de Arte y profesor encargado de dibujo en la Escuela de Arte e Historia del arte en la Universidad de Iowa, Iowa City, Estados Unidos, donde ha enseñado en las clases de dibujo y pintura a estudiantes de pre y postgrado desde 1965. En 1997 escolar de último año Fullbright en Enseñanza e Investigación en la Escuela de Arte, Facultad de Arquitectura y Arte, Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela.

He tenido el privilegio de ver bastante del trabajo en esta exhibición extensa de la producción reciente de Ángel Vargas en su estudio. Siento pena de no tener el placer de ver estas impresiones, pinturas y dibujos todos juntos en un escenario de galería. Ustedes tendrán la oportunidad de entrar en el mundo imaginario y alegre de ángeles y animales, flores y modelos. Verán que su trabajo manifiesta su placer en encontrar formas visuales que reflejan su interés (A.V.) en los mitos e imágenes tradicionales del folklore, la música y la danza. Reconocerán los íconos culturales de las cosas que todos vemos y experimentamos tan bien como las cosas que sólo podemos imaginar o soñar. En estos trabajos, encontrarán el espíritu de un artista que sigue algunos caminos gastados y marcas familiares en su viaje a nuestros sueños comunes. Ángel Vargas es un artista que se revela en el acto natural y espontáneo de la creación basada en la intuición, que diverge de la ruta esperada para guiarnos a través de caminos extraños y quizá peligrosos de territorios desconocidos.

 

Angel Vargas en su taller, en plena creación

Si uno se atreve a categorizar estas diversas inclinaciones en los trabajos de Vargas, parece que en sus impresiones, él sigue las rutas más familiares. Los colores son planos y arbitrariamente decorativos. Las líneas son sinuosas y continuas al encerrar completamente las formas de las imágenes icónicas. Los modelos juegan un papel decorativo, repitiendo y poniendo en alto los ritmos de las formas en la imagen del sujeto primario. Presta poca atención a los fenómenos de la naturaleza del color, al espacio, la luz o la textura. En estas impresiones, las imágenes son objetos reconocibles, reales o imaginados, están sobre todo en sus funciones emblemáticas. Estas impresiones son símbolos de las tradiciones culturales y folklóricas, íconos de placer… ángeles, dama desnuda, flores y animales. Juegan papeles heráldicos sin preguntas, dudas, divergencia o interferencia y son tomadas por la fuerza en su simplicidad, decoratividad y rectitud sin desvíos.

En sus pinturas, Vargas hace algunas excursiones lejos de la ruta familiar experimentada en sus impresiones. Utiliza la naturaleza del acto de pintar, tan diferente de la elaboración de impresiones en su capacidad para incluir prontamente la revisión, el juicio y el error, propagaciones, transparencias y opacidades, para explorar todas estas posibilidades técnicas. Se convierten en hitos a lo largo del viaje pictórico de Vargas. Las nuevas vistas de este camino incluyen pasajes visuales de pintura “pura”, simbólica de su alegría en el acto de aplicar la pintura en una variedad de formas enana superficie que no existe necesariamente para un objeto o espacio al que le podamos dar un nombre familiar. Estas cualidades resultan descubrimientos visuales placenteros, son como flores a lo largo del camino. No impiden nuestro progreso, sino que colman el viaje con fragancia y regalos para nuestros ojos. Pueden hasta predecir visiones que nos pueden asaltar. Así, en las pinturas de Vargas, observamos exploraciones técnicas como estaciones a lo largo del camino, visiones proféticas o misterios por develar.

 

 

Ahora, en los dibujos de Vagas llegamos a la extremidad final del viaje, conducidos hacia caminos desconocidos de la suerte y el accidente. Aquí debemos prestar atención cercanamente a nuestros pasos para que no tropecemos en las sombras de nuestro nuevo curso. Él nos ha conducido al dominio de lo desconocido para lo cual no hay mapas. En sus dibujos, Ángel se atreve a proceder a lo largo de nuevos caminos, sin estar seguro de a dónde le conducirán. Pero él insiste en confiar en sus instintos, intuiciones, experiencias y habilidades, todas desarrolladas a lo largo de rutas muchas veces transitadas con anterioridad. Estas experiencias pasadas le son útiles. La elegancia y claridad de sus impresiones le dan un sentido fijo de su destino. La extensión de habilidades que él ha desarrollado para confiar en sus pinturas le muestran que no puede tomar el riesgo a lo largo del precipicio sin desprenderse de la orilla. Entonces ahora, en sus dibujos, una serie de nuevos descubrimientos lo conducen a él y a nosotros a mundos visuales anunciados por las visiones que ha visto por el camino.

Los dibujos de Vargas parecen ser la sumatoria de sus experiencias en otros medios unidas a nuevas cualidades descubiertas en el acto de dibujar. Estos dibujos son elaborados rápida e impulsivamente, empleando características que son habituales y reflexivas, también como aquellas que son exploradoras y experimentales. Debido a que estos dibujos están hechos de vida, hay un grado alterado de dependencia en la invención pura. En vez de atenerse a su imaginación solamente, ahora está haciendo referencia a la naturaleza por formas, figuras, luz, sombra, tamaño, diferencia y relaciones espaciales. Este proceso perceptivo no excluye la experimentación o las exploraciones subjetivas. Al contrario, casi demanda un uso elevado de la imaginación. Sus nuevos dibujos y descubrimientos surgen de las experimentaciones con estratos de diferentes materiales, colores o tonos. Se encuentra a sí mismo cubriendo una cosa con otra, incluyendo elementos que pueden tomar un papel decorativo, pero que se originan en las respuestas perceptivas a cosas adicionales al objeto y modelo perceptual. Dichos elementos incluyen otras figuras vvistas a lo largo del salón como el modelo, plantas, tapicería, muebles, formas de luz y sombra o los elementos arquitectónicos (habitación). Vargas se encuentra a sí mismo reaccionando a las relaciones gestuales entre la figura y la posición de otros elementos. Una inclinación de la cabeza, un giro del torso, una proximidad de una segunda figura, cualquiera de estos descubrimientos es suficiente para provocar una respuesta que requiere un testimonio visual inmediato en el dibujo. Como un resultado de su necesidad intuitiva para responder a la variedad de estímulos visuales que está presenciando, reacciona con un nuevo vocabulario de invenciones técnicas. Tales respuestas requieren de hacer juicios y esto demanda borrones, cambios, correcciones, adiciones y substracciones. Debe manipular y utilizar elementos de tamaños variados, que existen en diferentes situaciones de luz y sombra, ocupando relaciones espaciales particulares con respecto a las otras. Estos dibujos no están nunca cerca del espacio como una realidad objetiva, pero utilizan la dinámica espacial para establecer y enfatizar los motivos temáticos. Con frecuencia, las relaciones a escala son retorcidas y se descuida la precisión, pero tales cambios son empleados con propósitos simbólicos y expresivos. La selección y el énfasis llegan a ser decisiones subjetivas y exploratorias, los juicios que imponen impulsos creativos en formas que requieren reacciones inmediatas e instintivas. Hay poco tiempo para planear y emplear métodos familiares. Por el contrario, las reacciones son vuelos espontáneos de intuiciones. Este proceso es cálido, arriesgado, peligroso. Es el equivalente de tomar el camino desconocido en el viaje. En los dibujos de Ángel Vargas, los riesgos son recompensados porque proporcionan oportunidades para descubrir nuevos temas en un grupo de trabajos que son tan frescos y agradables para ver como son las vistas que aguardan al visitante extranjero al viaje en una tierra extraña.

 

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