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LOS BAÑOS DE SOL

Como deben administrarse los baños solares

El modo más conveniente de tomar un baño de sol es desnudo, o con un simple bañador, excepto en el caso en que se busque un efecto sudorífico. Aunque existen baños locales, conviene, siempre que se pueda, tomarlos de forma general, es decir, de cuerpo entero, puesto que el poder terapéutico de los rayos de sol se extiende por todo el organismo, el cual recibe íntegramente la energía vital. La cabeza debe cubrirse con un sombrero para evitar insolaciones-El mejor lugar para practicar la helioterapia es en la alta montaña o cerca del mar. La llanura no es muy apropiada para ello ya que a menudo el aire se hace brumoso, húmedo e impuro, y la temperatura sufre muchas variaciones.

La cura solar en la playa es muy beneficiosa, ya que el aire del mar contiene cierta cantidad de yodo, útil para combatir enfermedades como la obesidad, artritismo, arterioesclorosis, insuficiencia de la glándula tiroides, etc. Conviene además interrumpir el baño solar varias veces para tomar cortos baños de agua de mar. Este cambio de temperatura estimula el sistema nervioso, la circulación sanguínea y las funciones de la piel.

Cualquier tratamiento helioterápico ha de ser progresivo, continuado y vigilado. Hay que tener en cuenta que cada persona tiene distinta sensibilidad a los rayos solares (de todos es sabido que los rubios soportan peor el sol que los morenos), y distinto temperamento para aguantar un baño solar. Muchas personas nervio­sas no toleran estar bajo el sol más de un cuarto de hora; otras, en cambio, podrían soportar un primer baño de más de una hora sin ningún inconveniente. Todo estos factores deben ser tenidos en cuenta a la hora de hacer un tratamiento. No sólo es importante la enfermedad, sino también quién la padece.

Los primeros baños

En los primeros baños los rayos solares deben bañar las distintas partes del cuerpo de manera progresiva. El   tratamiento se iniciará por los pies, con exposiciones de S ó 10 minutos separadas por intervalos de esa misma duración.

Al siguiente día se aumentará la exposición en los pies en 5 minutos y se empezará la cura solar de las rodillas para abajo, con la duración inicial. Al tercer día el tiempo de exposición podrá ser ya de 20 minutos en los pies, 15 en las pantorrillas y se podrán descubrir los muslos durante S ó 10 minutos. Procedien­do de este modo, se expondrán al sol las diferentes partes del cuerpo, de manera que al cabo de dos semanas se podrán tomar baños de incluso 2 horas de duración, o más si el sol fuera tenue. La cabeza, como ya hemos dicho, debe estar siempre protegida de los rayos solares. De todos modos, la progresiva habitua­ción del enfermo a la exposición solar no puede marcarse de forma estricta, sino teniendo en cuenta sus atributos personales.

Tipos de baños.

Conviene distinguir entre baños solares generales y parciales. Siempre que se pueda deben tomarse baños generales, ya que proporcionan mayor cantidad de energía vital. Pero, cosa muy importante, debe empezarse siempre por un baño parcial que prepare al organismo gradualmente.

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