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Anécdotas: Votando en japonés
Pagoda y Ume, Kyoto. Foto: © M.Yamanouchi
Pagoda y Ume, Kyoto
© M.Yamanouchi
Votando en Japones.
por Fernando Olszanski, escritor argentino


Uno de los puntos de interes de la ciudad en la que vivo, es la montaña que contiene las ruinas del castillo, lo más emblemático de Murakami. Ver el atardecer desde ese lugar, contemplando al sol deshacerse en el mar es una experiencia colorida, sobrenatural y estimulante. Me disponía a subir a la montaña con dichas ruinas y una procesión me sorprendió en el camino. Por supuesto que me sumé pensando que tendría algún motivo religioso o algo por el estilo. Después de todo, estoy aquí experimentando la cultura.

Al pie del sendero unas personas entregaban una vela, protegida por un envase plástico, que no era más que un botella pet cercenada por la cabeza. Todo el improvisado candelabro se sostenía por un mango de madera. Realmente artesanal, pero bien preparado. Debo admitir que ver las velas subiendo el sendero a media luz era un lindo espectáculo. Pero aún no sabía de qué se trataba.

Despues de los veinte minutos que nos tomó alcanzar las ruinas, (debí aclarar que la montaña no era muy alta, pero lo suficiente como para albergar una pequeña fortaleza), encontré mucha más gente agolpada en las barandas. Al otro lado de la ciudad hay otra montaña de similares características que alberga un templo budista, y para mi sorpresa, había allí más gente con velas. Digamos que ambos grupos se saludaban agitando los candelabros.

Un periodista del diario local se acercó, y me preguntó en inglés si sabía de qué se trataba la manifestación, no todos los días se ve a un gaijin, (extranjero) participando en política japonesa. Mi sorpresa fue enorme. Me justifiqué apelando a la casualidad y a mi ignorancia del idioma japonés. Esta persona me explicó las diferencias de las campañas con las de los países occidentales. Y quiso saber mi opinión y cómo se realizaban las campañas políticas de mi país. No fui detallista, mas bien benévolo con mis explicaciones. Para que autohumillarme? Además no creo que entendiera nuestro estilo de campaña, y la verdad yo tampoco.

El candidato dijo algo que no entendí, la gente exclamaba los clásicos !Banzai!, al tiempo que todos levantaban los brazos al cielo, unas bengalas color rojo adornaron la noche. Desde la otra montaña, otras bengalas saludaron recíprocamente. Un abrazo simbólico de toda la ciudad. Un simpático gesto para el candidato a Alcalde. Algo patético, sí, pero pintoresco tambien. El candidato me saludó estrechando la mano, algo raro para un japonés, pero bueno, no olvidemos que tambien él es un político y de esa raza se puede esperar cualquier cosa en cualquier país del mundo.

La manifestación terminó. La gente se retiró en silencio devolviendo las velas a los mismos tipos que las entregaron al principio. No sea que algún desubicado la dejara por ahí, fuera de los cestos de basura.

Me vino a la memoria toda la paranoia que rodea las campañas políticas en nuestros pagos. La suciedad de las paredes pintarrajeadas con leyendas. La falta de respeto a la propiedad privada, haciendo uso de espacios no cedidos. La inadecuada tolerancia que persiste entre los seguidores de los políticos, por que convengamos en decir que no siguen un ideal sino al que más promesas-mentiras dice. Las provocaciones mutuas de los candidatos acusándose de corruptos, ineptos, homosexuales o marcianos. Pareciera que hablaran de ellos mismos cuando insultan a otro. Demasiado patético, nada pintoresco.

El reportero me contó que al principio, las campañas políticas trataban de imitar la agresividad de las campañas norteamericanas. Pero la gente rechazó esa tendencia. Y no porque fuera extranjera, sino por lo degradante.

Y ésa es la clave

El modo de hacer campañas lo podrán elegir los especialistas. Pero el aceptar un método, corresponde al electorado. Sí, a mí, a usted, a nosotros, a vosotros y a ellos. Cuando votamos no sólo elegimos una cara, es mucho más. Un programa, una idea, un futuro, un estilo de hacer las cosas. Con el voto se premia y se castiga. Si ve una cara repetida que no satisfizo antes... Qué le hace pensar que lo hará ahora? Pruebe a alguien nuevo, menos contaminado, alguien que realmente trate de hacer algo diferente. El estilo de campaña de un candidato puede darle una pista al respecto. Usted podrá decirme que cuando están en el poder se olvidan de todo, y usted tiene razón. Pero el sistema democrático da revanchas. Y está en la gente hacer pagar la estafa y las mentiras, con el voto y sin indiferencia. Compromiso es la única solución. Los políticos son un reflejo de la gente que representan, y usted no es así. Verdad?

Creo que hemos aprendido algo en los últimos meses, y es que todavía la gente tiene poder de decidir. Para desterrar los malos hábitos, hace falta que nos expresemos con inteligencia y con visión. Y así la próxima vez tal vez no encontremos nuestra pared pintada con el nombre del candidato que menos nos gusta. Aquí, en mi ciudad, el candidato en cuestión ganó la Alcaldía, allí, es hora de que los políticos ejerciten la imaginación y no la lengua.

Ohayo gozaimas, (Buenos Días).

Fernando Olszanski

Muchas gracias, Fernando por permitirnos compartir sus recuerdos sobre la votacion en Japón.
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