Otro Viernes 3 A.M.

La motocileta detuvo su marcha sobre el empedrado humedo.El hombre apago el motor y sintio el frio silencio de aquella madrugada en esa calle del puerto. Unas cuantas esquinas atras quedaba la avenida, y se podian recordar las luces, el ruido, la vida.

Una pareja se le acerco. El le pidio fuego y sin querer la debil llama del fosforo ilumino el rostro de la mujer. El hombre la vio a los ojos y la reconocio. Ella no.

Prosiguio su marcha la motocicleta sobre el empedrado humedo. El hombre pensaba mientras tanto en las vueltas que da la vida, y cuando sintio la cercania del rio frente suyo, acelero.

09/06/92 01:20 Hs.

aro72