Otro
paso en la lucha por el Comedor Universitario
Se inaugura el 18 de octubre un comedor provisorio,
con menú a un peso.
Con la movilización y la lucha que los estudiantes venimos
dando sin tregua por la apertura del comedor Universitario cerrado
por la dictadura militar en 1976, logramos arrancarle a las
autoridades de la UNLP la puesta en funcionamiento en la sede
del Club Universitario ubicado en la calle 46 e 2 y 3 un comedor
con un menú a un peso. Se inaugurará a mediados
de octubre y nos sirve para paliar la necesidades más
urgentes que padecemos ante la crisis económica que atraviesa
el país y poder seguir estudiando.
Este
comedor funcionará hasta fin de año, es decir,
solamente 2 meses, (con capacidad para darle de comer a 600
estudiantes, menos del 2% del total de los estudiantes de la
UNLP) es un paso importante que hemos logrado pero sólo
lo aceptamos como un paliativo de urgencia en el camino de la
definitiva apertura del Nuevo Comedor Universitario.
No
nos dejamos engañar por las autoridades que pretenden
de este modo desactivar la lucha que venimos dando. Seguimos
exigiendo el Comedor Universitario con capacidad de cubrir realmente
las necesidades alimentarias que padecemos la mayoría
de los estudiantes con menú a $1, y no como pretende,
y ya anunció la Universidad con menú a tres pesos
para el año que viene. Nos parace una burla que se anuncie
el comedor a un peso sólo por estos dos meses como si
se tratase de una “oferta de lanzamiento, para subirlo
a tres en febrero”. Por eso, exigimos a las autoridades
el inmediato desalojo del bar Rektorado del edificio de la UNLP
que cuenta ya con instalaciones y gran capacidad para abrir
allí un Comedor Universitario.
Por
todo esto, sabemos que el único camino que tenemos los
estudiantes para lograr el Comedor y toda reivindicación
que busquemos conquistar es mediante la lucha y la organización.
Funcionamiento:
Hay
cuatro turnos de 11:30 a 12:00, de 12:15 a 12:45, de 13:00 a
13:30, de 13:45 a 14:15.
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Desgrabaciones
de charlas: Desgrabación
Charla con el Embajador Palestino / Desgrabación
Charla del MTD.
Algunas
de nuestras propuestas para construir un Centro Participativo,
Democrático y Transformador
Centro
Coordinador:
nosotros creemos que el Centro debe ser un lugar que coordine
y articule los distintos ámbitos de participación
que existen en la facultad (como las comisiones por carrera),
y al mismo tiempo, un lugar que impulse la creación
de nuevos; para de esta manera, construir un verdadero
Centro Democràtico.
Estatuto
para el Centro de Estudiantes: mediante
la conformación de comisiones, elaborar un Estatuto,
instrumento fundamental para la apertura de espacios de
participación.
Juntas
Resolutivas:
Creemos en la necesidad de que las actuales Juntas Departamentales,
que hoy son sólo consultivas, sean transformadas
en Resolutivas; así, la opinión de los claustros
deje de ser una mera opinión sin poder de implementación.
Comenzando así el camino hacia una discusión
profunda del perfil de nuestras carreras, la elección
de los Jefes de Departamento y las reformas de nuestros
planes de estudios. |
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Presupuesto
Participativo:
Para bajar el precio de las fotocopias y aumentar el sueldo
de los becados. Se trata de una forma de organización
y una herramienta fundamental para democratizar la toma
de decisiones de los asuntos económicos, decidiendo
entre todos los estudiantes, en Asamblea General, el uso
de los fondos de la fotocopiadora y el buffet. Impidiendo
así la utilización indebida de los recursos
por parte de la conducción del centro.
Pase
a Facultad de Psicología: Exigimos
la inmediata creación de una Facultad de Psicología,
con edificio y presupuesto propio, ya que hoy representa
cerca del 40% de los estudiantes de Humanidades, evidencia
la necesidad de un ámbito propio de discusión
y de decisión, donde se traten las problemáticas
propias de la carrera. Esta lucha es el principio para
la transformación de la carrera que deberá
ser el lugar donde se produzca conocimiento en beneficio
de las mayorías sociales, y de sus necesidades.
Política
Académica:
Proponemos una política académica en función
de la necesidades de los estudiantes, no como la Unite
que durante estos años ha desconocido los intereses
de los que estudiamos (p. ej.: no extendieron el plazo
para rendir correlativas; ni se opusieron a la reforma
del Plan de Historia impulsado por el Departamento, rechazada
por la inmensa mayoría de los estudiantes). |
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El
Frente
de Artistas del
Borda es una institución
que desde hace ya veinte años trabaja desde el hospital
por la integración y la reinserción social del
paciente psiquiátrico, luchando a través del arte
contra el maltrato y el aislamiento al que están sometidos.
El
Frente nace como un elemento extraño que se inserta en
el hospital de un modo independiente y sin responder a las normas
del mismo. El Taller de Letras funciona en este marco, intentando
crear un espacio donde dar vida a que la creación artística
sea posible.
En
él participan pacientes y ex pacientes del hospital,
coordinados, al igual que el resto de los talleres, por un profesional
de la salud mental y un artista. Quienes desde hace más
de dos años estamos a cargo del taller pensamos este
lugar como un espacio de expresión artística,
de creación de subjetividad.
El tránsito por el terreno del arte nos brinda la posibilidad
de conectarnos con nuestras zonas más locas (¿nuestras
zonas más sanas?) jugando con ellas para así poder
crear.
¿Por
qué el arte? Porque nos permite acercarnos a lo más
siniestro, aquello que nos posee, para transformarlo. Nuestras
zonas más oscuras se ven iluminadas por el.
¿Por
qué un taller de escritura? Porque la escritura deja
una huella, algo con lo que el sujeto puede implicarse, una
marca de su propia historia, historia que muchas veces está
ausente y es necesario escribir.
¿Por qué insertar el arte en el marco de un hospital
psiquiátrico? Porque creemos que es posible encontrar
en el arte un modo de romper con el aislamiento y el anonimato
a los que está sometido el sujeto dentro de la estructura
manicomial...
MANICOMIALIZACION
sería un proceso de captura, de aspiración hacia
el agujero negro de la locura, en cuyo abismo caen no sólo
los pacientes sino también los terapeutas, apresados
por una ideología que se refleja principalmente en los
diversos procedimientos de reclusión, represión
y control sobre lo caótico.
DESMANICOMIALIZACION
sería un proceso, un flujo, una corriente, que articula
procedimientos diversos los cuales instrumentan la disposición
de pacientes y terapeutas a intervenir en una multiplicidad
de acontecimientos micropolíticos que reflejan una ideología
que recupera la operatividad creativa de lo caótico,
constituyendo líneas de fuga contra la captura del proceso
mencionado en primer término.
1.MANICOMIO viene del griego manía: locura y koméo:
cuidar.
Manicomios,
loqueros, hospicios eran los nombres para llamar en lenguaje
popular a los hospitales neuropsiquiátricos (a cargo
del estado). Lugares de internación y reclusión
para pacientes de bajos o ningún recurso económico,
demasiado alborotadores y/o incontrolables para la sociedad
y sus instituciones (familiares, educacionales, laborales, recreativas,
etc.).
Sanatorios o clínicas psiquiátricas (privados),
en cambio, era la denominación habitual para las instituciones
que albergaban los mismos tipos de pacientes que, gracias a
sus altos recursos económicos, podían ser recluidos
con menor hacinamiento, en barrios más residenciales
y con una atención más solícita y personalizada.
Una leyenda popular sugiere que los pacientes si no están
tan locos, al ser recluidos en estos lugares, se vuelven más
locos de lo que estaban y que los terapeutas que trabajan en
estos lugares terminan tanto o más locos que sus propios
pacientes.
Por
eso, el desplazarnos de esos lugares exclusivos y excluyentes
fue un intento no sólo de cambiar el hábitat sino
también las formas de vivir en él. Un proyecto
de desmanicomialización para terapeutas y pacientes,
un proyecto de desterritorialización.
Desterritorialización,
desmanicomialización, proyectos tan complicados para
llevar a cabo, comenzando por destrabalengüizar las palabras
que las nombran.
Sabíamos
que desplazarse no siempre es igual a moverse (y viceversa)
y que podíamos sembrar una metástasis de cientos
de "manicomitos" en cada sucursal (hospitales generales,
centros de salud, etc.) si no nos movíamos contemporáneamente
en un saber y un quehacer para la formación de los terapeutas
sustentados por una ideología progresista de la antimarginalización.
Y que ese moverse era lo que indicaba el nuevo "olor"
de cambio en el territorio asistencial (dentro y fuera de los
neuropsiquiátricos). Una modalidad que dispusiera al
conjunto para aprovechar el acontecimiento desmanicomializador.
Entendiendo que acontecimiento no es meramente la gestación
de un hecho o la intervención sorprendente de un "happening"
para que cambie algo, sino el descubrimiento de un nivel al
que somos normalmente miopes en nuestra repetida cotidianeidad.
Un nivel que no es, sino que siempre está siendo; un
flujo potencial que permite instrumentar en cadena las intervenciones
más operativas para las transformaciones en el proceso
creador.
Todas las propuestas habituales a tener en cuenta en el proceso
de desmanicomialización de los pacientes nos las formulamos
con respecto al Trabajo de Salud Mental: desde las necesidades
de cubrir tareas productivas, recreativas y culturales (hambre
de saber) hasta las necesidades básicas -los derechos
humanos- del terapeuta: derecho a vivir de su trabajo, derecho
a alimentarse, a expresarse con libertad y a solidarizarse dignamente.
Una ética para el ejercicio profesional y para la formación
especializada.
Más allá de la psicoterapia personal del terapeuta,
de las supervisiones y grupos de estudio que alimentan su in/formación,
queremos proponer aquí un ejemplo (no un modelo) de entrenamiento
para profesionales, que puede implementarse sin demasiados inconvenientes
entre terapeutas adscriptos a diversas instituciones de la práctica
pública y privada que ejercen una alternativa de trabajo
operativo, centrado en una gimnasia para estar en forma y que
denomino : la COVISION.
La
Covisión (mirar con otros) es un modelo alternativo al
antes mencionado, donde el material se examina desde la mirada
hegemónica de un grupo, cuyo conductor ejercita su propia
desrostrización para facilitar el despliegue de los integrantes
que, reconociendo la parcialidad de las propias miradas, ensayan
diversos roles: caldeadores, conductores, actores que representan
el material dramático, auxiliares y observadores-cronistas.
La Covisión es un ejercicio de la multi(m)plicación
dramática (en oposición a la reducción
explicativa) por medio de la cual se construye una visión
ampliada como producto de la integración de las diferentes
subjetividades que permite la maquinaria grupal. Es un recurso
para imaginar, desde un mismo nivel compartido, formas de ver
y acciones para hacer en el campo profesional (transproducción
de subjetividades singulares y colectivas).La multiplicación
dramática puede ensayarse, asimismo, en reuniones sub-grupales
de autogestión, sin la presencia de un conductor formal:
grupos de co-gestión.
Salgamos,
aunque reclame oponerse al sistema capital, de la individualidad,
la abulia en que nos encontramos. Despleguemos la resolución
de los conflictos en ámbitos colectivos, y por consiguiente,
aportar desde nuestra condición, de estudiantes y futuros
profesionales de la salud mental, soluciones de fondo, redefiniciones
de relaciones entre los hombres para doblegar la imposición
de la polaridad entre tener y no tener. Concebimos que la Universidad,
generadora de identidad y conciencia debe estar al servicio
del pueblo y sus necesidades. Sin embargo, hoy en día,
ha sido copada por mecanismos neoliberales (Ley de Educación
Superior), y está lejos de ser aquella institución
popular por la que luchamos. Desde aule, conformamos el objetivo
de cambiar el modelo, donde la participación cree instancias
de democracia directa para edificar las bases de una humanidad
igualitaria: sin excluídos ni explotadores.
"los
manicomios son ciudades levantadas a base de hipocresía
y represión, intentan ocultar lo que ellas mismas producen,
el malestar, la euforia, la desesperación. El lugar elegido
es un hospital de encierro y el tratamiento consiste en algunas
charlas y miles de pastillas; contra este dispositivo nos levantamos,
contamos, escribimos, actuamos, cantamos. La revista al igual
que todas nuestras producciones artísticas intentan hacer
circular las voces y los pensamientos apresados, las historias
apresadas, las luchas encarnadas".
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